XXXVII.

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Michelle Rojas

Flashback

Llamada

- ¿Michelle? – preguntó Lana y sonreí –
- Dime Lana – dije y la oí suspirar –
- Hera se va hoy a Estados Unidos, esta noche – dijo y mi mundo se paralizó –
- ¿Qué? – pregunté sin entender –
- Lo siento mucho – dijo y colgó –

Finalizada Llamada

Final flashback

Una semana desde que Hera se fue y no alcancé a detenerla, desde entonces soy un maldito robot, lo único que me hace feliz es mi bebé dentro de mi vientre, pero del resto nada me importa más, es como si Hera se llevó la mitad de mí con ella, pero esa mitad es la que hacía todo por mí, suspiré suavemente y sonreí al ver a mis hermanos llegar con sus parejas, suspiré y a todos los saludé para caminar hasta la mesa y sentarnos a cenar.

- Hija y ¿tu esposa? – preguntó mi padre y suspiré –
- Debe estar de guardia o con sus tíos – respondo y él asintió –
- Que bueno que no vino – dijo mamá y bajé la mirada a mi comida –
- Ya basta mamá, no sé porqué tanto odio a Alondra, será la madre de tu nieto – dijo Diego defendiendo a mi esposa pero ni yo tenía fuerza de hacerlo –

El ambiente se calmó y la cena pasó amena, entre risas y muchas anécdotas definitivamente lo necesitaba, luego de cenar todos fuimos al patio trasero y llegaron más personas, a la mayoría no los recordaba pero sonreía amablemente, me senté apartada mientras me acompaña mi jugo de naranja que no me abandona y el perfume de Diego, me hizo voltear a verlo, fruncí el ceño, no sentí cuando se sentó a mi lado.

- ¿Todo bien? – preguntó y asentí, aunque la verdad es que no sé cómo me siento –
- Supongo – respondo seca –
- ¿Por qué está vez no defendiste a Alondra? – volteé a verlo y volví a tomar de mi jugo –
- Porque no vale la pena hacerlo – confieso recordando que me engañó –
- ¿Qué tienes hermana? – preguntó Diego y sentí un nudo en mi garganta, alcé la mirada al cielo y al ver a la luna allí lloré –

Diego me abrazaba y le conté la verdad de principio a fin, desde el día que la conocí y aquellos ojos azules casi grisáceos me hicieron imaginarme mil cosas, que en su mayorías los cumplí, hasta hace una semana cuando fue la última vez que estuvimos juntas, que la sentí tan mía y aquella mañana que se despidió de mí, también la misma noche cuando se fue y no logré llegar a detenerla, me abrazó fuerte mientras tanto yo hipeaba.

- Faltan 10 segundos – gritó Diana –
- Vamos – dijo Diego y me limpié las lágrimas de las mejillas para ir con él –
- 9… - gritó Diego –
- 8… - gritó Alejandra –
- 7… - gritó papá –
- 6… - gritó mamá –
- 5… - gritó Octavio –
- 4… - gritó Regina quién llegó de repente y la abracé fuerte –
- 3… - gritó Renata –
- 2… - gritaron Fernando, Dalia y Ximena –
- 1… - grité yo –
- ¡Feliz navidad! – gritamos al unísono –

Todos nos abrazamos y nos dimos un abrazo de feliz navidad, mientras tanto yo lloraba, culpaba al embarazo y todos ríen, Diego y Regina me alejaron de todos y me preguntaron como podía comunicarme con Hera y fruncí el ceño, ella me bloqueó así que suena imposible.

- ¿Un amigo? – pensé y sonreí –
- Julián puedo preguntarle – dije y Diego asintió aprobando –
- Llama mujer – gritó Regina y me reí sacando el celular –

Marqué el número y repico un par de veces, haciendo que se me fueran las esperanzas, hasta que su voz retumbó y sonreí aliviada, le pregunté si sabía de Hera y me dijo que estaba con ella, le rogué que me pasará a Hera y minutos después logré convencerlo, tengo el corazón en la boca, mi estómago está revuelto y mis manos sudan mucho.

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