Hera Mitch
- Llegamos - avisó Michelle acariciándome la pierna -
- Era hora - dije estirándome -
- Tampoco duré tanto, sólo que después de la canción Love is game tú te dormiste - dijo riendo y negué -
- No, no, exagerada - nos bajamos entre risas y me quedé boquiabierta -Esta mujer tiene mucho dinero o es mafiosa, no entiendo, una casa es más hermosa que la otra, son propiedades tan increíblemente hermosas que no sé como sufre por tener a Arcadia.
- ¿Te gusta? - preguntó y asentí mientras agarraba mi mano - vamos - susurró y caminamos hasta la entrada donde una señora le abrió -
- Hija que bueno verte por aquí - dijo aquella señora y sonreí enternecida como la abrazaba Michelle -
- Hera te presento a María, la nana de Regina y Renata - dijo sonriendo -
- Un gusto, Hera Mitch - me presento sonriendo y estrechando nuestras manos -
- Un gusto hija, María - se presenta y me abrazó -
- ¿Entremos? - pregunta Michelle y pasó su brazo por mis hombros para entrar a aquella mansión -La señora María se despidió de nosotras avisando que se iba a su casa y Michelle me explicó que alrededor de la mansión habían un par de casas tipo quintas donde vivían algunos empleados, asentí sorprendida. Llegamos a la cocina que es el tamaño de mi cuarto y la detallaba asombrada, me ofreció uno de los taburetes de la barra americana y me senté lentamente mientras el blanco de aquellas paredes me derretían, la cocina es elegante, hermosa y tiene hasta lo que no necesitas.
- ¿Agua, vino, cerveza o gaseosa? - preguntó abriendo ambas puertas de la nevera -
- Con gaseosa estoy bien - respondí ahora mirando a Michelle y me sorprende que ya este seca -Su falda se ve como si nada pasó, como si no se mojó conmigo, como si nunca estuvo conmigo en esa regadera, al igual que su camisa manga larga con botones y su cabello le queda algo de mojado pero pasa desapercibido.
- ¿Quieres almorzar? - preguntó y asentí -
- Sí, tengo muchísima hambre - respondo y sonrió para acercarse a darme un beso -Suspiré cerrando los ojos y sonreí para abrirlos nuevamente, mientras veo a Michelle sirviendo lasaña, quiero pensar que no tenía todo listo y que sabía que yo vendría con ella, pero esa duda es inevitable.
- ¿Sabías que vendría verdad? - pregunté finalmente y se reía -
- Pensé que te negarías pero le pedí a Regina que le dijera a María que todo estuviera listo por si acaso - asentí sonriendo y ella se reía sonrojada -
- Eres hermosa sonrojada - dije y se quedó sorprendida -
- ¿Sólo sonrojada? - preguntó haciéndose la ofendida y me reí para levantarme y acercarme a ella -Camino hasta quedar frente a Michelle y suspira bajando los hombros, como si sus muros cayeran sólo de tenerme frente a ella, acaricio su mejilla con mi mano derecha y sonríe leve mientras cierra los ojos, sus labios los delineo, su nariz que frunce y me hace reír para darle un beso en la punta y fue cuando puso sus dos manos en mis mejillas para finalmente atraerme en un beso, comenzó siendo suave y lento pero mientras avanzaba se volvía rápido, feroz y más necesario.
Arranqué su camisa escuchando los botones caer al suelo y un gemido salió del fondo de su garganta, la subí a la barra y bajaba a su cuello mientras echaba la cabeza hacía atrás jadeando, en un movimiento le quito el brasier y lo lanzo al suelo para meter el seno derecho a mi boca, y meter dos dedos a su boca mientras la veía jadear, saboree con la punta de la lengua el pezón haciendo que se endurezca en segundos y luego pasé a su otro seno jugando, escuchándola gemir cada vez más fuerte, una mano estaba en mi cabello y la otra se sostenía de la barra.
Bajé mis dedos a su centro para masajear el clítoris mientras la escuchaba gemir fuertemente, diciendo palabras sin sentidos o maldiciendo, abrió los ojos y los clavó en mí, bajé con besos para quitarle la falda y la braga también, se echó hacía atrás y sonreí de ver aquella diosa bajo mi poder, tragué saliva y subí con besos por sus muslos, dejando algunas marcas quizá, quien sabe.

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INSTINTOS
RomanceMichelle Rojas, una vida tranquila, directora de Arcadia School, su sonrisa calma hasta la peor de las guerras y su voz hasta el peor de los demonios, es una mujer con muchos secretos y frustraciones, a pesar de ello, sonríe y sigue adelante, su sue...