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Salivo los dedos, escupiendo y succionando, dejándolos totalmente húmedos y resbaladizos, no era un experto lubricando dedos, él a sido muy sano y responsable, básicamente el siempre tenía sexo planeado, teniendo lo necesario para aquel acto, nunca se imagino tener que ser lubricado y dilatado con su saliva, contando que leyó en internet que la boca es la parte del cuerpo con más bacterias, aún que todo eso lo olvido cuando sintió el dedo corazón cepillar su próstata.
— Lou…—
— Silencio—
Comenzaba a sentir su garganta seca y aún que apenas habían pasado unos minutos, él ya sentía un cosquilleo en su ingle y su miembro erecto, no era su culpa que Tomlinson sea tan bueno con las manos, podía olfatear el aroma a Cerveza de Raíz, cada vez más denso y pesado, Louis se encontraba igual.
Esos dedos lo dilataban de una forma diferente a las veces que había sido dilatado, en primera; que estos se movían dentro de él en forma de tijera y en segunda; eran delicados, claro que estaba siendo penetrado con estos de una manera rápida, pero no brusca y viniendo de Tomlinson era algo sospechoso.
— Louis…. detente—
Comenzaba a sentir el orgasmo en su sistema, y él quería, necesitaba, tener a Tomlinson dentro antes de tenerlo. Los movimientos dentro no se detenían y aún que está adorando la manera en la que lo jodían, necesitaba parar.
— ¡¡Tomlinson, detente!!—
Tan pronto como gruño, los movimientos se detuvieron, impidiendo que terminara. Reposo su frente en el volante, respirando irregularmente y sintiendo tanto calor que necesitaba estar desnudo, el calor dentro de su culo desapareció, dando a entender que Tomlinson había sacado sus dedos.
— Styles...—
— Cállate y follame —
Con rapidez giro, quedando cara a cara con el de ojos zafiro, quien solo sonrió antes de levantar sus caderas y sacar su bóxer, su hombría salió disparada, rebotando entre sus pechos. Harry soltó una risita antes de comenzar a besar el cuello, succionando y dejando marcas, tenía una obsesión con marcar a sus parejas, y no hablaba de un lazo, si no de marcas que solo duraban un par de días. Adoraba el cuello, porque ahí era donde se originaba el aroma, Tomlinson huele bastante bien.
Sintió sus mejillas ser separadas, antes de sentir ese gran miembro comenzar a entrar.
— Mierda…— Soltó un quejido cuando accidentalmente se dejó caer, había entrado todo, pero gracias a la gran preparación de Tomlinson no había dolido tanto.
— ¿Tan urgida estás, pequeña mierda? ...—
El gruñido en su oído le había creado un gran escalofrío en su cuerpo, tanto que su piel se había erizado, salió de su escondite, el cual había sido el cuello de Tomlinson, antes de mirarlo, ¿Cómo es que no lucía mal?, El seguramente se vía como la mierda.
