—Que no, coño, estoy bien— obviamente no había permitido que el castaño le lamiera la herida de un costado, hubiera sido incómodo, extraño y, cómo no, antihigiénico. Tuvo que darle una regañina y prometerle algo bueno para cenar para que no siguiera sus propias heridas con la lengua.
Se enfurruñó cuando Reborn insistió en tratar sus heridas primero, aunque al final se dejó hacer, soltó algunos gruñidos roncos, pero miraba de forma atenta cada movimiento del guardabosque con curiosidad, solo apretando los párpados cuando era evidente que le dolía o ardía.
El de ojos oscuros intentó hacer todo el proceso con cuidado, sin querer presionar demasiado, sintiendo cuando la respiración del otro se aceleraba o la piel antes suave se ponía de gallina, de vez en vez retiraba la vista de esas rayas que aún lo maravillaban, viendo de reojo de vez en cuando las expresiones del castaño
Para su sorpresa parecía mirar tan concentrado cómo lo desinfectaba y vendaba porque pretendía imitarlo, ayudarle a hacer lo mismo con la herida que él llevaba en su costado.
"Pudo haber sido mucho peor" pensó al ver el rasguño, por fortuna el oso había errado. Intentó decirle a Luzu que no era necesario, pero sí que necesitaba algo de ayuda, le era difícil vendar su propio torso.
Se dejó ayudar, notando algo parecido a la pena en los ojos felinos, lo cual lo disgustó, en parte porque odiaba que sintieran pena por él, pero también porque no quería preocuparlo de forma innecesaria ¿Qué clase de guardabosque era?
Sentía como si el día se hubiera acabado y apenas era mediodía.
Luzu lo seguía con insistencia a todos lados, incluso si parecía que no, sentía sus ojos clavados en la espalda, podía ver las orejas asomarse por las esquinas o la cola se asomaba tras algún mueble, moviéndose como si estuviera siguiendo a una presa.
—Joder, deja de ir tras de mí, fue un rasguño, no que me hubiera abierto el puto estómago—
Le reclamó ya un poco mosqueado, tenía que hacer labores de mantenimiento en su cabaña, no planeaba quedarse tirado en cama.
El felino puso las orejas en alerta, acercándose en el instante que un pinchazo de dolor lo recorrió al intentar poner una lámpara en su sitio. Estaba sangrando de nuevo. Un gruñido grave le hizo notar el descontento del castaño, quien le dio un cabezazo en la espalda, empujándolo hacia dentro de la cabaña.
Revisó de nueva cuenta la herida con fastidio, no creía necesitar puntos, pero quizás sí que debía guardar reposo, por mucho que lo mosqueara el asunto. Se dejó caer de forma pesada en el sofá después de tomar unos cuantos analgésicos, pensando en tal vez retomar alguna película de las que siempre decía a Pol que iba a ver y al final nunca hacía el tiempo para sentarse.
—¿Contento? —
El tigre fingió desinterés, meneando la cola, soltando un bufido, pero notó cómo se paseaba por todas las ventanas de la casa, viendo con insistencia al exterior; al inicio creyó que quizás buscaba alguna forma de salir, pero se dio cuenta de que en realidad vigilaba.
En algún momento comenzó a cabecear, quizás producto del medicamento, quedándose dormido.
Al despertar todo estaba oscuro, quiso pegar un salto al sentirse desorientado, pero el dolor en su costado le recordó todo, se pasó una mano por la cara, sintiendo la boca pastosa. En otra situación se hubiera puesto en guardia al ver aquellos ojos brillando en la oscuridad, pero los reconoció, eran los ojos de Luzu en el reflejo de la ventana, aun vigilando el exterior, como si de pronto algo pudiera querer entrar, el guardabosque se acercó a él, sabiendo que lo había escuchado al ver que volteaba una oreja.
—Eh, ya déjalo, nada va a entrar aquí, tú también estás herido, necesitas descansar—.
El semi-felino entrecerró los ojos sin quitar la vista donde observaba en gesto testarudo, Reborn suspiró, revolviéndole los cabellos. Sonrió caminó a su habitación, pensando que ahora no había rechazado ese contacto físico.
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The Animal Inside of You
RomanceEn un intento por librarlo de la espora algo salió bastante mal, lógico que lo dejen en manos de la persona más capacitada para controlar animales salvajes. AU Luzuborn (Aquí shipeamos cubitos, no personas)