Llegó a la cabaña un poco deshecho, Rubius podía ser un poco tirano si se lo proponía.
Cuando fue al área de portales tomó en automático el que iba a la reserva, por un instante pensó haberla cagado, pues si quisiera ir a casa debía atravesar el que llevaba a Pueblo 1, pero al voltear a ver el brillo de aquella puerta se dijo que a donde deseaba llegar era a la cabaña de Reborn, que sus pies por sí mismo lo habían llevado a allí.
"No debería acostumbrarme tan rápido"
Suspiró, sabiendo que no debía tomar por costumbre esa ruta, Auron y los demás no tardarían en regresar...aunque de forma sincera se preguntaba si Juan tendría algo pensado o podría regresarlo a su estado anterior de forma tan sencilla.
—Jo-der ¿Pelearon en barro o algo así? Ve a bañarte y ponte algo decente, algo que no pese 10 kilos extra por la suciedad— esas fueron las palabras del guardabosque al verlo llegar, él no pudo evitar reír y dirigirse al cuarto de baño.
Al salir se dio cuenta de que el otro había estado cocinando.
«No debiste haber cocinado carne si no te gusta»
Reborn lo había apurado a sentarse, poniendo un plato frente a él, parecía estar conteniendo una risita cuando Luzu le mostró su nota.
—Prueba, prueba— le animó, el castaño lo vio con desconfianza, pero no se le ocurría algo malicioso que se pudiera hacer con un guisado de carne con salsa, pasta y patatas que tenían la mejor pinta del mundo, así que se llevó un buen bocado a la boca —¿Y bien? —.
Levantó los pulgares, no queriendo interrumpir para tomar el plumón y papel, fue hasta ese instante que se percató de lo hambriento que estaba, de que de haber estado en su casa quizás solo hubiera pedido algo a domicilio o recalentado algo del frigorífico...inclusive podía que hubiera ido a la cama sin comer en absoluto.
No creía que el guardabosque fuera alguien de cocinar a diario, pero se había tomado la molestia de hacer aquello.
Al dar otro bocado a la cena pensó que al llegar las luces estaban encendidas, el ambiente era cálido, antes siquiera de que anunciara su llegada lo recibieron con una regañina y la comida hecha. Le costó tragar debido a un nudo que se le formó en la garganta.
—No es carne, es de soya—.
El ojinegro reía como si aquello fuera una gran broma, como un niño pequeño diciendo "caca" a mitad del almuerzo con sus amigos. Aquello vino bien al castaño, pues evitó que la nube gris que él mismo comenzaba a formar se apoderara de su humor.
«Pues está muy buena»
Pensó en alguna frase ingeniosa o mordaz, decirle cabrón por haberle "mentido", pero solo sonrió, enfocando su vista en el plato, sonriendo a pesar de tener la boca repleta.
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The Animal Inside of You
RomanceEn un intento por librarlo de la espora algo salió bastante mal, lógico que lo dejen en manos de la persona más capacitada para controlar animales salvajes. AU Luzuborn (Aquí shipeamos cubitos, no personas)