47. Perdón

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—Te perdono si me das...50 diamantes—

"Menuda rata" rio Luzu

—Ehhh, que te estoy haciendo un favor, podríamos ir a la Corte por daños y perjuicios y terminaría ganando, soy parte de una minoría, un pobre oso MORIBUNDOOOO—

"Shit"

Cuando llegó lo hizo con el pensamiento de que quizás lo echaría, lo maldeciría y se llevaría alguna ostia y pensó que, en todo caso, merecido lo tenía.

Pasó el portal y se dirigió a casa del noruego, no estaba allí, supuso que estaría minando y allá fue. Tenía razón, se guio con ayuda de los ruidos en la mina, le habló de forma tímida y supo que el otro lo había escuchado por la forma en la que movió las orejas, pero no detuvo su labor, así que el castaño decidió proseguir, intentando no liarse con las palabras.

Básicamente le quería hacer saber su sentir con el día anterior. No creía que Rubius, Focus, Jagger ni ninguno de ellos fueran simples animales, tampoco mascotas, lo creía de sí mismo, o, mejor dicho, tenía miedo de que así lo vieran, pero no por el hecho de ser un híbrido en esos momentos, sino por haber actuado sin raciocinio humano días atrás, su temor era que Reborn, a quien nunca había tratado de forma cotidiana, se quedase con esa imagen de él, una versión animalizada, infantilizada del Luzu real.

Eso no quitaba que la hubiera cagado, lo peor es que, camino a allá, formuló su disculpa en voz alta varias veces, fracasando en cada una de ellas, al tratar de explicarse la liaba más o guiaba la atención a que ÉL se sentía mal, lo cual era un asco, por ello se decidió por la versión más simple y sincera.

"Quiero disculparme por haber sido un grandísimo imbécil y decir lo que dije, sé que te ofendí y no tengo excusas ¿Hay alguna forma de que me perdones?"

El oso lo miró de reojo, ignorándolo un poco, avanzando con sus herramientas y un saco que llevaba a cuestas. El castaño lo siguió, preguntándole qué más debía decir o hacer, que por favor lo escuchase.

"¿No vas a decir algo?" el noruego tiró sus cosas, dándose la vuelta para encararlo, poniendo los brazos en jarra.

—Estaba esperando la parte en que decías cosas bonitas sobre mí ¿Qué clase de disculpa de mierda no incluye adulación? — Luzu rio cubriéndose la boca.

"Bueno...sé que me perdonarás porque eres un oso generoso, bueno, amable..."

—No oigo nada sobre lo apuesto que soy...—

"Y apuesto, grande, fuerte..."

—Ay Luzu, no sigas que me sonrojo— Rubius cubriéndose el rostro con falsa modestia.

"¿Me perdonas entonces?"

Fue ahí cuando soltó la parte de los diamantes, el castaño le dijo que se los daría...en algún punto...

—Igual no creas que te perdonaré tan fácil, vas a tener que ayudarme con mis cosas hoy— pasó uno de sus brazos por los hombros del otro, apachurrándolo un poco contra sí.

The Animal Inside of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora