23. Volver

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Tardó en comprender lo que sucedía, pero no podían culparle, es decir, al principio pensó que todas esas señas y movimientos eran porque el felino se estaba comportando raro debido a la fiebre.

Entonces lo amenazó de no moverse de la cama hasta que terminase su comida, el tigre lo miró con ojos exasperados, maullando de forma peculiar.

"Tiene el iris rojo" pensó de pronto el guardabosque.

Luzu le arrebató la cuchara y vacío el plato con movimientos muy coordinados. Al terminar lo señaló y luego a una de sus orejas...o al menos donde deberían estar sus orejas si fueran humanas.

"¿Ahora me escucharás?"

Eso pudo entender.

—Oh, coño—

The Animal Inside of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora