45. Despertar

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Aun no despertaba del todo, ni siquiera quería abrir los ojos y ya estaba pensando en que debía ir a disculparse con Rubius. El día anterior le dijo cosas horribles que en realidad no sentía o que, al menos, había formulado de forma espantosa.

Apretó los parpados, pues sabía que debía ir y arreglar las cosas, sería difícil, no descansó pensando en ello, durmió, pero su cabeza lo torturaba con sueños extraños al respecto.

Luego estaba el asunto con Reborn...

¿Debía de verdad decirle algo?

Podía seguir como hasta entonces, cada uno partiría por su camino, se verían de vez en cuando en misiones o cuando uno visitase de forma casual los entornos del otro. Lo querría a la distancia, incluso podía que algún día, cuando sus características animales se hubieran ido, decidiera hacer algún acercamiento, pero de momento no.

Fue entonces que cayó en la cuenta que su almohada estaba muy cálida. Abrió los ojos, dándose cuenta de que sí que estaba en la cama de Reborn, pero no estaba recostado sobre una almohada, sino sobre una de las piernas del otro, por un momento se paralizó; el guardabosque aun dormía, se enderezó con cuidado de no despertarlo.

¿Se había quedado toda la noche allí en esa posición? ¿Solo porque lo vio cabizbajo aun después de que ambos "charlaron"?

El estómago se le encogió por un instante al ver el rostro tranquilo del guardabosque. Podía inclinarse, solo un poco, rozar sus labios, ya no movido por un instinto animal sino por su raciocinio. Rozar los labios contrarios, un instante, por decisión consciente.

Al final se echó para atrás y salió de la habitación,de la casa, dejando una pequeña nota en la mesa de la cocina.

The Animal Inside of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora