58. Trampas

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Dado que las huellas del objeto arrastrado eran demasiado regulares descartaba que se tratase de un tronco, tablón de madera o similar, por el peso lo más probable era que fuese metálico, pero no comprendía por qué una osa querría arrastrar un objeto metálico de tales dimensiones.

No podía ser una trampa para osos, es decir, esas eran pequeñas en comparación y si su pata hubiera sido capturada por una de esas habría rastros de sangre, lo cual, además, hubiera atraído a otros depredadores que acabarían con la hembra en cuestión.

Las trampas tenían poco tiempo de haber sido colocadas, por lo general ni siquiera daba tiempo a que las colocasen porque patrullaba todas las zonas de forma incansable, pero había disminuido las distancias de sus recorridos y evitado ir a zonas escarpadas debido a las heridas que recibió poco tiempo atrás, precisamente por cierta osa, eso además de...otras cuestiones.

Aun con ello no les dio tiempo suficiente como para que casi ninguna de sus artimañas les rindiera frutos, solo había sido aquel zorro, el cual había liberado...lastimosamente había algunas aves que no corrieron con tan buena suerte, lo peor es que, aunque pudo liberar a la mayor parte, otras se enredaron y asfixiaron al entrar en pánico tratando de escapar.

Volvería a llover, debía apresurarse a encontrar...lo que fuera que intentaba encontrar.

Quizás esa prisa lo hizo volverse descuidado, tal vez lo desconcentró el hecho de que, al oír truenos lejanos, entonces pensó en Luzu, en sí de nuevo la pasaría mal debido a esos ruidos, si su casa no tendría goteras y no tendría donde dormir. El punto es que aquel leve descuido lo hizo pisar donde no debía.

Si hubiera tenido tiempo se hubiera cagado en todo el árbol genealógico de los cazadores responsables de las trampas, pero apenas y fue consciente de cómo era halado por la pierna con la que acababa de pisar las hojas en su camino, poniéndolo de cabeza, siendo su peso demasiado como para ser sostenido por una trampa para animales pequeños cayó, dándose un golpe y quedando desmayado en el proceso.

The Animal Inside of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora