69. ¿Me quedo aquí?

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Le tiraron una toalla encima, sobresaltándolo.

Al principio comenzó a tallarlo con movimientos rudos y toscos, haciéndolo quejarse con un maullido lastimero, suficiente tenía controlándose al oír los truenos, sentir la electricidad estática en la nuca por culpa de la tormenta...eso y volver a estar a solas con Reborn.

No debía ser la gran cosa, es decir, habían pasado dos semanas juntos, de las cuales la mitad del tiempo no fue consciente de sus actos dejándose bañar, vestir y alimentar. Compartieron casa, mesa...cama, entonces ¿Por qué eso se sentía más íntimo?

—Lo que hiciste es la cosa más estúpida, arriesgada, imprudente, fuera de protocolo e inconsciente que pudiste haber hecho ¿lo sabes? Todo pudo haber salido jodidamente mal, tuvimos una suerte de cojones...—

No pudo evitar encogerse ante esas palabras, la voz firme y tono molesto, de pronto los movimientos de la toalla secando su cabello y orejas comenzaron a ser más suaves, casi como una caricia, cerró los ojos bajando la cabeza, sintiéndose reconfortado por ese contacto.

—Gracias...—

Apretó los labios al escuchar esa simple palabra.

De pronto, con la toalla aun cubriéndole la cabeza y casi todo el rostro sintió que lo abrazaba por detrás rodeando sus hombros, que recargaba su frente contra la parte trasera de su cabeza. Por ese momento fue capaz de aislar los sonidos e ignorar el de la intensa lluvia chocando contra el techo, de los truenos lejanos y cercanos para poder concentrarse en el calor del cuerpo detrás suyo, su corazón que parecía querer salir de su pecho, deseaba que el otro no pudiera escucharlo, pero es que también escuchaba el corazón de Reborn, con un ritmo similar al suyo.

—Coño...— no pudo evitar estremecerse cuando un trueno especialmente fuerte se dejó oír y la energía eléctrica se cortó...aun así el guardabosque no lo había soltado, solo aflojó un poco el agarre, levantando la cabeza —¿Quieres que vaya por los cascos? — El híbrido negó con la cabeza —¿me quedo aquí? — asintió.

De forma inconsciente se recargó en el de ojos oscuros y éste lo apretó más contra sí.

"¿me quedó aquí?"

Si hubiera podido hablar le hubiera dicho a modo debroma que no fuera imbécil, era su casa, en todo caso él tendría que irse siquisiera lo contrario, pero no lo deseaba ni un poco.

The Animal Inside of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora