—Pues sí, que me ha dolido ¿y de qué subnormal es la culpa? ¿ehhh? —
El tigre hacía sonidos apenados dirigiéndose al guardabosque mientras el oso apenas y se atrevía a sacar la nariz de entre el arbusto donde se había escondido.
—Eh, y tu, mamahuevo, sal de ahí, joder—
—No hasta que garantices mi integridad...y pagues una compensación por daños y perjuicios—
—Vete a la mierda— Rubius salió de entre las hojas con algunas prendidas en las orejas.
—No seas cabrón, casi pierdo la vida que me queda solo con el susto, déjale unos cuantos diamantes a un pobre moribundo...— en ese instante Luzu le bufó, haciendo que retrocediera un par de pasos, levantando las garras, pretendiendo ser amenazador, solo consiguiendo que tanto el castaño como el guardabosque lo miraran con extrañeza por las muecas raras que hacía.
—No seas exagerado, coño, que lo detuve a tiempo—
—¿Qué le pasa? Si era todo amor conmigo, me decía Rabis y todo eso— miró al felino con ojos entrecerrados, agachándose un poco para verlo a los ojos —¿no me recuerdas? Soy Rubius ¿tu Rabis? —
—¿"Tu Rabis"? — preguntó Reborn levantando una ceja.
—Soy muy majo, todos me quieren, Luzu me regalaba vino y nos íbamos de borrachera, cosas de gente joven— decía el oso sonriendo, moviendo la cola, el de ojos oscuros se tomó aquello con reservas.
El tigre seguía detrás del guardabosque, pero no quitaba su mirada del noruego, como si esperara cualquier movimiento en falso, el otro le sonreía, haciéndole gestos bobos, como tratando de agradar a un bebé o niño muy pequeño.
—De hecho esperaba que pudieras ayudarme...—
—¿Uh? —
Le contó todo el embrollo, incluido lo que dijo Fargan, esperando que de alguna forma supiera cómo salir de ese berenjenal o pudiera ayudarle en general con Luzu. Reborn hablaba mientras Rubius seguía provocando al felino haciéndole gestos, intentando que jugara con una espiga de trigo que agitaba, el castaño parecía tentado, pero cada vez que comenzaba a ceder agitaba la cabeza, volviéndolo a mirar con desconfianza, pero a la vez pareciendo tentado de ir a jugar.
—Pues no tengo puta idea macho— ladeó la cabeza, moviendo las orejas, provocando un suspiro de cansancio de parte del guardabosque —uno nace así ¿sabes? Hay quienes quieren dejar de serlo y les pasa...—
—Lo que pasó a Komanche, estoy al tanto—
—Nunca había sabido de que pasara al revés. Luzu en este momento tiene todo lo necesario para ser un híbrido, excepto un comportamiento netamente humano—
Al final el castaño había cedido, yendo hacia el oso, jugando como si fuera un gato pequeño.
—Quizás sea algo que se vaya yendo con el tiempo, es magia ¿no? —
—Quizás...— contestó Reborn, viendo de reojo al felino.
—O puede que cuando Juan regrese...—
—¿De verdad crees que Juan pueda solucionarlo? — ante la pregunta del otro Rubius infló las mejillas, desviando la mirada, era evidente que ambos le tenían poca fe al mago.
—Pero, hey, si se viste y todo él solo es bastante, sabe que es distinto a un animal, tal vez comienza a comportarse de forma más humana—.
En ese momento el de ojos oscuros probablemente no controló sus expresiones faciales, delatándose.
—Ah, no jodas— el oso comenzó a reír —¿Quién disfruta más del proceso del baño y vestirse? ¿Él o tú? —
—Calla la puta boca ¿Por qué lo disfrutaría? Tengo un montón de responsabilidades, Auron vino y lo dejó aquí, tengo la mitad de los muebles destruidos, mogollón de trabajo atrasado y un rasguño de oso en el puto torso, no es algo que esté haciendo de manera voluntaria, coño—.
Al instante se arrepintió de lo dicho.
Tanto el oso como el tigre lo miraron con las orejas bajas. Incluso si Luzu no entendía del todo sus palabras seguro captaba el tono con el que las decía.
Rubius carraspeó, pareciendo un poco incómodo.
—Considerando que me queda solo una vida y que al parecer le caigo bien...— el felino miró al híbrido ladeando la cabeza —quizás podría llevármelo a casa, ya sabes, yo tendría un buen guardaespaldas y tu tendrías de regreso la vida de viejo ermitaño que tanto amas, no creo que a Auron le importe y yo no voy a hacerle guarradas como Zorman haría...—
El noruego miró al castaño sonriendo y éste imitó el gesto, haciendo un sonido de maullido alegre. Reborn estaba sorprendido y casi molesto de que pareciera haberse ganado tan fácilmente la confianza de Luzu (aunque nunca lo admitiría), era parte de la magia de Rubius, supuso.
—Entre mamíferos hay que cuidarnos ¿verdad Luzu? Conmigo no le faltaría carne y no me molesta que cace por ahí en mi isla— se levantó de su asiento —Entonces ¿Qué dices? —
Reborn miró al tigre y luegoal oso, regresando sus ojos de regreso al felino, quien lo veía con curiosidad.
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The Animal Inside of You
RomanceEn un intento por librarlo de la espora algo salió bastante mal, lógico que lo dejen en manos de la persona más capacitada para controlar animales salvajes. AU Luzuborn (Aquí shipeamos cubitos, no personas)