Capítulo 38

81 14 0
                                    

Cruz positivo, línea negativo. Los nervios recorren mi cuerpo a la vez que Ash no para de dar vueltas por la habitación con la mano sobre la frente y la cara desencajada por el pánico.

Aún no puedo creerme lo que está pasando, mi cabeza no asimila todavía las palabras que mi amiga ha pronunciado en el embarcadero del parque.

-¿Cuánto tarda?-.

-Dos minutos- la veo a cada segundo más agobiada.

-Voy a por un batido para calmar un poco los nervios, ¿quieres?- necesito salir de este ambiente aunque sea solo durante un minuto.

-No, tengo el estómago cerrado-.

-Relájate-.

-¡No es tan fácil Alice!- obvio su tono alto de voz ya que se encuentra en una situación crítica , no quiero hacer todo esto mucho más complicado.

-Ya lo sé, pero ya está hecho- me levanto, voy hacia la cocina, abro la nevera, cojo la botella de batido y vierto un poco de su contenido en un vaso. Doy un trago, la frescura y el aroma a vainilla recorren mi garganta. Respiro hondo y vuelvo a la habitación temiendo lo peor. -¿Ya está? - pregunto por el resultado de la prueba.

-Sí, pero no he querido mirar-.

-Espera, lo hacemos juntas- dejo el vaso sobre mi escritorio y me siento junto a Ash en la cama. -¿Estás lista?-.

-Creo que sí-.

-Pues vamos a por ello. 1... 2... Y... 3-.

-Creo que estoy embarazada-.

-¿Pero cómo Ash?-.

-¿Te lo explico?- balbucea a punto de llorar.

-No, no hace falta. Pero, ¿por qué no hicisteis algo para impedirlo?-.

-Fue todo muy rápido Alice, no tuve tiempo de pararme a pensar en tomar precauciones-.

-Bueno, no te preocupes, seguro que es solo un retraso-.

-No sé. Pero no tengo ni idea de qué hacer. Solo sabes tú todo esto-.

-¿Has tenido algún síntoma más?-.

-De momento no-.

-Tienes que hacerte las pruebas por si acaso-.

-¿Dónde? -.

-En el hospital, es la manera más segura de saberlo-.

-¡No!- actúa tajante.

-¿Por qué?-.

-Me da vergüenza-.

-¡No seas tonta Ash! No pasa nada. ¿Te crees que eres la única a la que le ha pasado esto?-.

-No pero...- para y respira hondo. -Es que no me gustan los hospitales-.

-Bueno también podemos ir a la farmacia y comprar un predictor-.

-Vale-.

-¿Y si lo que piensas es verdad, qué vas a hacer? - me doy cuenta de que no debía haber dicho esto cuando veo las lágrimas brotando de sus ojos empapando ya sus mejillas.

-Ese es el problema. No sé qué voy a hacer yo sola con un crío-.

-No estás sola-.

-Sí Alice. Mis padres están lejos, no tengo pareja...-.

-Pero me tienes a mí- la interrumpo animándola y la acojo entre mis brazos. -Así que deja de llorar- la quito las lágrimas con la manga derecha de mi chaqueta. -Y vamos a la farmacia para ver si es verdad que estás embarazada o en realidad no hay nada de qué preocuparse. ¿Vale?- asiente con la cabeza.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora