Capítulo 39

72 13 0
                                    

Lunes, 15 de septiembre.


La cuenta atrás ha terminado. Creo que lo tengo todo. Hago el último recuento en mi cabeza: bandolera, archivador, carpeta, algo para escribir... Sí, está todo. Echo un vistazo también a mi ropa y peinado frente al espejo antes de salir. En él se refleja una chica no demasiado delgada cubierta con unos pantalones negros, camisa vaquera y sobre esta un jersey de punto blanco, un rostro poco maquillado y el pelo al viento. Me sonrío a mí misma, cojo la chaqueta y después de respirar hondo salgo de casa.

Eric me desea un buen primer día en la universidad antes de salir del portal. A marcha rápida me dirijo a la parada del autobús, no ha llegado aún, miro el reloj y me doy cuenta que he llegado con diez minutos de ventaja. Saco el IPod y los cascos, al ver estos objetos me acuerdo de él, el sabor de sus labios inunda mi boca y la nostalgia recorre mi mente al escuchar las primeras notas de Little Things endulzando mis oídos, cierro los ojos y aún veo a Louis cantando sobre el escenario aquel día que fue el primero del cambio brusco que ha dado mi vida en muy poco tiempo.

Cuando me quiero dar cuenta el autobús ya está aquí, los universitarios reposan sobre los asientos del vehículo y alguno que otro va de pie perdiendo el equilibrio en las curvas.

Estoy perdida. El campus es inmenso. Estuve aquí a principios del verano, pero mi memoria ya no recuerda ni un solo rincón de este lugar. Paseo entre la gente por el césped mientras leo todas las fachadas de las facultades intentando encontrar la mía.

Biología, geología, medicina, farmacia, odontología... No hay ni rastro de psicología. Quedan menos de diez minutos para que empiece la primera charla y ni siquiera sé dónde estoy. Me giro y respiro hondo.

-No te rindas Alice, vas a encontrar tu facultad- hablo para mí misma en un susurro, vuelvo a respirar y tomo otro camino. Me muevo a contrarreloj así que espero no tardar mucho en encontrar lo que busco.

-¿Alice?- una voz masculina me sorprende por la espalda. Me giro algo asustada. ¿Quién es el propietario de esta voz que me es familiar y por qué sabe mi nombre?

-¡Hola!- me alegro al verle. -No esperaba encontrarte aquí-.

-Yo tampoco pensaba que estarías en el campus-.

-¿Qué estudias?-.

-Medicina, hoy empiezo el segundo año-.

-Un médico que juega al Candy Crush- me río.

-Los médicos podemos hacer de todo-.

-¿Y tú que buscas? Te veo algo desubicada-.

-Psicología, empiezo hoy el primer año-.

-Ven, te acompaño-.

-No hace falta, vas a llegar tarde-.

-No es nada, tu facultad está aquí al lado, además que por llegar tarde no me van a decir nada-.

-Está bien-.

-Tú misma, pero si no te acompaño creo que cuando salga de clase aún estarás perdida- ahora es él quien se ríe.

-Tampoco me conoces para decirme eso-.

-No hace falta conocerte, con verte sobra-.

-¡Oye!-.

-Venga no te enfades, ven, es por aquí- Albert apunta con su dedo índice hacia el frente.

-Gracias por traerme-.

-No hay de qué. ¿A la salida nos vemos?-.

-Lo siento, pero he quedado en comer con una amiga y tengo toda la tarde completa-.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora