Capítulo 20

421 29 0
                                    

Martes, 22 de julio.


Suena el móvil haciendo que me despierte. Abro los ojos impactada, estaba soñando con él, con el mismo que me despierta con una llamada.

-Hola- mi voz suena ronca, señal de que estoy recién levantada.

-Buenos días. ¿Te he despertado? -.

-Sí, pero no pasa nada. Mientras seas tú el que me despierta no me importa- coqueteo. Sonrío al teléfono como una tonta mientras me toqueteo el pelo. Puedo oír como se ríe al otro lado de la línea.

-Entonces voy a tener que despertarte más veces-.

-Responderé encantada- restriego mis ojos para intentar espabilar mis neuronas.

-¿Te apetece venir esta tarde conmigo a un sitio? -.

- Sí, claro. ¿A dónde? -.

- A un lugar que me encanta. Lo verás cuando lleguemos-.

- Vale. ¿Nos vemos después de comer? -.

-Sí. Voy yo a recogerte-.

- Te veo luego- nada más colgar miro el reloj. Es la una de la tarde y yo acabo de despertarme, soy como una marmota.

Salgo de mi cuarto en dirección al baño. Me paro frente al espejo al darme cuenta de que tengo una apariencia horrible. Llevo un moño alto, deshecho acompañado de una camiseta enorme que solía ponerme siempre para dormir en las noches calurosas de Santa Mónica. La prenda era de mi padre, la vi un día cuando mi madre la sacó de la secadora y desde entonces dije que era para mí y no ha vuelto a su dueño. Noto el tacto de la tela, me la acerco a las fosas nasales, todavía huele al suavizante que usamos en mi casa. Llevar esta camiseta puesta me trae muchos recuerdos de mi hogar y eso me gusta.

Deambulo de nuevo hasta la cocina para beber un trago largo de agua. No tengo hambre, soy de esas personas que no puede comer nada más levantarse, necesito que mi estómago haga un poco de hueco.

- ¿Hola?- descuelgo mi smartphone que vuelve a avisarme con su melodía de que me llaman.

- Alice. ¿Quieres que hagamos algo hoy con el grupo?-.

- Lo siento, no puedo Ash. Esta tarde estoy ocupada-.

- Y, ¿quién es el afortunado?-.

- Louis- se ríe.

-Te dije que te llamaría-.

-No dijiste eso exactamente-.

- Da igual, pero lo pensé- ambas reímos. -Pásalo bien. Hablamos mañana-.

-Gracias. Ciao-.

Pongo un poco de música mientras hago las tareas del hogar. No tengo ganas, pero no se van a hacer solas. A las dos y media como algo mientras veo la tele y al terminar voy directa a la ducha.

Me repaso el pelo que aún sigue planchado de ayer. Busco algo que ponerme, no sé a donde vamos, pero he pensado que debo ir arreglada a la par que sencilla, así tengo el acierto asegurado. Visto falda rosa palo con vuelo, camiseta de encaje color crema de manga francesa, chaqueta azul marino y sandalias a juego. No es uno de los días más calurosos en la ciudad, pero tampoco hace demasiado frío como para abrigarse. Para terminar me maquillo, cojo mi bolso y bajo a esperar a mi cita.

Estoy apoyada en la pared, llevo los auriculares puestos y el reproductor en la mano. La melodía de una canción lenta suena en mis oídos mientras observo relajada el fondo de pantalla. La foto que puso Louis aún sigue ahí, creo que no voy a quitarla nunca.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora