Capítulo 44

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Domingo, 11 de diciembre.


Sus labios carnosos me resultan apetecibles, son suaves y al rozarlos contra los míos noto un sabor extraño a saliva, aunque no es nada desagradable.

-Louis- susurro. Pero cuando abro los ojos me doy cuenta que no es él quien ha recibido ese beso de buenos días. Es otro chico totalmente distinto, Albert, no sé qué me ha pasado, pero espero que no se haya percatado de nada de lo sucedido, somos amigos, solo eso o eso quiero creer.

Me levanto de la cama con cuidado, no quiero despertarle. Doy pasos de puntillas hasta la puerta y bajo el picaporte con sumo cuidado y delicadeza para salir de allí.

-¿Qué haces durmiendo con Albert?-doy un pequeño bote al encontrarme de golpe con Ash hablándome en tono elevado.

-¡Sch!- pongo el dedo índice sobre mis labios. -Está dormido-.

-¿Alice te lo repito?- vuelve a hablar, esta vez en un tono más bajo.

-No. Y respecto a tu pregunta, te puedes imaginar que ha pasado para que duerma aquí-.

-¡No me lo puedo creer! ¿Y Louis?-.

-¡Qué no ha pasado nada tonta!- la doy un golpecito amigable en el hombro. -Aparte de eso creo que no eres tú la más indicada para pedir explicaciones. Se ve que últimamente tienes muchos asuntos que hacer-.

-No me cambies de tema. ¿Por qué está aquí?-.

-Como mi amiga me dejo sola y no estaba en mi mejor momento, él con toda su humanidad decidió acompañarme y distraerme-.

-Y supongo que lo ha conseguido-.

-Pues sí. ¿Por qué? -.

-Porque te has olvidado completamente de tu novio. Alice no te lances a los brazos de otro por despecho por favor. Quieres a Louis y tanto tú como yo lo sabemos-.

-Te recuerdo que no eres mi madre, ni él es mi novio Ashley- digo tajante.

-¡Eh! ¡Chicas no os enfadéis!- la voz de Albert nos sorprende a ambas. -Y tranquila Ash que entre Alice y yo no ha pasado nada. ¿Verdad mi amor?- me coge por la cintura y me besa en la mejilla. No sé qué pretende, pero no hago ni una sola mueca de desprecio.

-¡No me vengáis con jueguecitos!-.

-¡Qué es broma Ash! Alice y yo solo somos amigos y tanto ella como yo lo sabemos-.

-Así es- corroboro su afirmación, aunque no sé si estoy muy segura de lo que estoy diciendo.

-Eso espero- respira Ash aliviada.

-Gracias por quedarte conmigo- abro la puerta.

-No hay de qué. Para eso estamos los amigos, ¿no?-.

-Sí- sonrío.

-¿Mañana vas a ir a la facultad?-.

-Sí, creo que ya es hora de volver a la normalidad-.

-Me parece perfecto. Pues mañana te espero en la parada del bus como siempre, ¿vale?-.

-Vale-.

-Bueno, mañana nos vemos- levanta la mano a modo de despedida, yo le imito cerrando poco a poco la puerta mientras veo como él se dispone a bajar las escaleras. -¡Ah! ¡Alice!- se gira inesperadamente.

-¿Sí? - abro la puerta de golpe.

-Me ha gustado mucho el beso de esta mañana- nada más pronunciar estas palabras huye despavorido por las escaleras. Yo comienzo a notar el ardor en las mejillas y como casi llegan a temblarme las piernas. Se ha dado cuenta de todo, pero si es así también me habrá oído pronunciar el nombre de Louis.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora