Capítulo 35

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Miércoles, 3 de septiembre.


Amanece otro día en territorio español. Louis ha tenido que irse a solucionar algún asunto con el grupo después de que desayunáramos todos juntos. A causa de su salida, Elisabeth y yo hemos decidido pasear y conocer un poco el entorno de esta capital e invadirnos del aire madrileño.

Mientras me preparo para salir tocan a la puerta.

-¡Ya voy!-corro para alcanzar el picaporte y ver quien llama.

-Soy yo. Ábreme-.

-Ya casi estoy Eli- abro para dejarla pasar.

-No vamos a una gala de premios, no hace falta que te arregles tanto-.

-Solo me estoy maquillando. Y no creo que nadie vaya así a una gala de premios- señalo mis vaqueros rasgados acompañados de las Nike que Louis me regaló junto a un jersey deportivo algo desaliñado, atuendo con el que he bajado a desayunar.

-Pensaba que ibas a cambiarte de ropa-.

-A veces piensas demasiado Eli- me rio antes de coger la mochila y salir de allí.

Después de unas paradas de metro y casi perdernos, caminamos por la gran vía, una calle situada en el centro de la ciudad que está repleta de tiendas, algún que otro cine y teatros donde son representados cientos de musicales a lo largo de los años.

-¡Mira son Alice y Elisabeth las novias de los chicos!- oigo detrás de mí. Me giro y veo un par de chicas algo más pequeñas que nosotras emocionadas, casi se podría decir que tienen ganas de gritar.

-¡Sí, sí son ellas!- confirma la joven. No tardan mucho en llamar a Eli dándola un par de golpecitos en el hombro y pedirnos una foto. Atendemos su petición y después seguimos con nuestro camino.

La puerta del sol se levanta ante nosotras, Madrid es una ciudad impresionante, con encanto. La plaza mayor es nuestro siguiente destino en el que paramos a tomar un par de refrescos en una de las terrazas que ocupan el lugar.

Doy el último sorbo a mi coca cola. Alzo un poco la vista hasta que la fijo en un punto situado en una de las calles que salen del lugar. Algo pasa por mi cabeza al ver la joyería que hay a unos metros de nosotras. Me levanto repentinamente, pago al camarero dejándole algo de propina y tiro de Eli hasta mi objetivo. Louis siempre está con sus detalles perfectos y ahora es mi turno.

-Es precioso Alice, le va a encantar-.

-Eso espero. Él siempre está tan atento conmigo que ya es hora que tenga algún detalle con él-.

-No te infravalores. Tú también tienes detalles según lo que tengo entendido-.

-Te aseguro que me lleva mucha ventaja-.

-Con esto seguro que empatáis- ambas sacamos una sonrisa. -¿Y cuándo se lo vas a dar?-.

-Mañana, antes de irme-.

-Me gusta la idea-.

Una hora más tarde las bolsas empiezan a pesar y la hora de comer se acerca así que decidimos volver al hotel. Nos dirigimos hasta la boca de metro de sol, parece que conociéramos esta ciudad de toda la vida, pero no es así. Estamos perdidas.

-¿Qué línea tenemos que coger?- miro dudosa el mapa sin entender nada.

-¿Y si preguntamos?-.

-¿Y si cogemos un taxi?-.

- Sí, mejor- ambas reímos. Subimos la escalera que nos conduce de nuevo a la puerta del sol y subimos calle arriba hasta llegar a la plaza de callao para poco después parar un taxi en la gran vía.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora