Capítulo 33

109 18 0
                                    

Lunes, 1 de septiembre.


Me despierto entre los brazos de Louis. Ayer bajamos al bar del hotel junto a los chicos y el equipo y más de uno acabó volviendo a su habitación un poco perjudicado, pero fue una noche muy divertida.

Me giro. Veo como dormido juguetea con un mechón de mi pelo. Le acaricio la comisura de los labios con el pulgar y le doy un suave beso de buenos días que hace que se despierte.

-Buenos días dormilón- abre los ojos con dificultad.

-Buenos días- dice con la voz aún ronca sin dejar su sonrisa de lado.

-¿Tienes hambre? ¿Quieres que bajemos a desayunar? -.

-No, quiero estar un ratito más así contigo- sonrío y le quito un mechón de pelo que le cae sobre la cara. Me da un beso y nos quedamos mirándonos fijamente el uno al otro hasta que me abraza y acabamos acurrucados.

Casi una hora después nos levantamos porque llaman a la puerta. Los demás nos reclaman para bajar a desayunar. Nos vestimos rápido y bajamos en busca del grupo.

- ¡Se os han pegado las sábanas! - Zayn es el primero en vernos.

-Un poco- me excuso.

-¡Vamos hay bufet libre!- Niall está emocionado como un niño pequeño en Disneyland. Aunque en realidad los cinco son como niños, pero Niall es a simple vista el más inocente de los cinco a mi parecer. Entramos al comedor que rebosa de gente que va de acá para allá con platos llenos de comida, vasos de zumo, cafés, y bueno lo que toma todo el mundo para desayunar.

Cojo un plato y ojeo un poco lo que hay. Al final acabo desayunando un café con leche y un toque de caramelo, zumo de piña y un croissant con crema de avellanas. No suelo desayunar demasiado, pero hoy se ve que me he levantado con hambre.

Después de desayunar los chicos acuerdan bajar a la piscina, así que todos vamos a cambiarnos a nuestras habitaciones.

Me quito rápido la ropa para ponerme el bikini. Rebusco en la maleta una toalla y estoy lista, no me hace falta más. Cuando miro a Louis veo que todavía está sin cambiar y que tiene su mirada clavada en mí.

-¡Tierra llamando a Louis!- agito la mano para intentar que salga de su mundo aunque no da resultado. Siempre se queda así cuando me cambio de ropa. Así que decido ser un poco más brusca. -¡Vamos mueve el culo!- le doy un azote.

-¿Qué? - por fin da señales de vida.

-Que te pongas el bañador. ¿No íbamos a la piscina?-.

-Sí, sí, ya voy- se levanta y rebusca en la maleta hasta que saca un bañador, una toalla y un par de chanclas.

-Oye Louis, una cosa-.

-Dime- pronuncia mientras se pone el bañador a toda prisa.

-¿Por qué no salís a saludar?-.

-¿A quién? ¿A los medios?-.

-No, a vuestros fans-.

-No son fans, son directioners-.

-Bueno pues a vuestros directioners-.

-Hay veces que simplemente no nos dejan. Dicen que es por nuestra seguridad- se encoge de hombros.

-¿Y no hacéis nada?-.

-Sí, pero si la seguridad y la organización dicen que no, es que no, no se lo podemos discutir-.

- Esa gente se deja la vida por vosotros lo sabéis, ¿no?-.

-Pues claro-.

-¿Y por qué no les dais una recompensa aunque sea pequeña? -.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora