Capítulo 11

408 34 0
                                    

La humedad se pega a mi piel, en mis oídos resuena el ruido de las olas al romper en la orilla, la brisa marina hace ondear mi pelo y la tranquilidad se apodera de mí al sentirme como en casa.

Al llegar hemos descansado un poco en la estación y más tarde hemos parado a desayunar en una cafetería cerca del puerto.

-¡Vamos! Todavía hay que andar un poco más hasta la playa- Daniel guía al grupo y todos le seguimos.

Ash y yo miramos como Charlie y Troy tontean en nuestras narices, son realmente una monería. Me gusta tener novio, de echo he tenido más de uno, pero nunca ha salido bien, supongo que nunca me lo he tomado muy en serio y han terminado por hacerme daño. Así que ahora soy un poco reacia a los hombres aunque no me guste serlo.

Eric se acerca por detrás mientras caminamos, pone sus manos sobre uno de los hombros de Ash y otro de los míos.

-¿Qué tal chicas?-.

-Bien, aunque algo cansadas- dice mi amiga. Es demasiado temprano además de una mañana de sábado, sí, esas en las que la gente joven suele dormir. Pero seguro que todo esto vale la pena.

Por fin llegamos a la playa. Es como estar en una especie de paraíso. Arena más bien clara y virgen, el agua limpia, translúcida que choca en un rincón donde hay unas rocas junto a un acantilado en el que se puede ver como rompen las olas. Me dan ganas de tirar todas las cosas al suelo y meterme corriendo al agua.

-¿Un bañito?- propone Troy. Parece que ha leído mis pensamientos.

-¡Sí, vamos!- le apoyo. Me quito el vestido y las sandalias rápidamente. Llevo el bikini puesto de casa, dejo todo sobre la arena y echo a correr junto a mis amigos.

-¡Alice espérame!- me giro y veo a Ash quitándose torpemente los vaqueros. Paro mis pies.

-¡Venga tardona!- tira los pantalones al suelo y comenzamos a correr de nuevo.

Todos entramos en el agua chapoteando y gritando, pero como no hay nadie a quien le pueda molestar da totalmente igual.


Salimos del mar empapados. Rebusco con avidez la toalla entre mis cosas, y cuando la encuentro me enrollo en ella. El sueño hace estragos en mi persona, necesito descansar. Me busco una palmera a la sombra donde poder relajarme. Al sentarme apoyándome en ella observo a mis amigos, algunos hablan y otros se ríen de como William y Eric se rebozan en la arena mientras juegan a pelearse como salvajes. Me entretengo hasta que en poco tiempo caigo rendida y acabo por dormirme.

-¡Mierda! ¿Dónde estoy?- miro a mi alrededor. Lo único que veo es como todos se ríen al verme -¡Seréis estúpidos!- intento moverme, pero no puedo, estoy enterrada en la arena.

-Has pagado la novatada Alice. El primero que se duerme siempre acaba enterrado- Charlie viene a darme la mano para ayudarme a levantarme. Ellos se siguen riendo mientras yo me sacudo la arena de todo el cuerpo.

-Métete al agua y se te irá mejor- Eric me cogió de la mano y me acompaña hasta la orilla.

Me meto al agua y salgo corriendo al notar algo de frío sobre mi piel, la temperatura ha bajado en las últimas horas. Eric sigue mirándome desde orilla sonriendo de medio lado con una toalla entre las manos con la que me arropa y me abraza para darme calor, es realmente un caballero.

Hacemos una pequeña fogata con unas cuantas hojas de palmera y algún que otro palo que hay por aquí antes de comer. Nuestro menú consiste en patata asada al fuego y algún que otro snak que sacamos de las mochilas.

Pasamos la tarde jugando a las cartas, conversando y pasándolo bien en general. Al hacer frío no nos apetece nada tocar el agua.

Cuando el cielo comienza a perder su luz, el atardecer se hace dueño de aquel increíble lugar haciendo que las vistas sean aún más bonitas. Troy y Charlie miran la puesta de sol abrazados, Debby y Jonh les imitan, el resto del grupo estamos solteros. Yo estoy entre Ash y Eric admirando el horizonte. Son mis mejores amigos dentro del grupo. Y estar con ellos me hace darme cuenta de que no necesito tener un novio al lado para disfrutar de este momento.

Al llegar la noche avivamos de nuevo el fuego, intentando que la brisa no acabe con él. Nos ponemos alrededor, está todo oscuro y es la única luz que teníamos dado que poca gente conoce este lugar.

Para cenar hay exactamente lo mismo que para comer, hay poco donde elegir, pero en realidad no está tan mal hacer de superviviente de vez en cuando.


Domingo, 13 de julio.


-¡Buenos días!- William nos despierta. Abro los ojos con dificultad y miro a mi alrededor. Me asusto cuando veo que estoy entre los brazos de Eric. ¿Qué pasó anoche exactamente para que hayamos acabado así?.

Caprichoso destino I: ¿Quién eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora