Cap:43

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Estaba caminando en el bosque. En mi hombro estaba el cadáver de una elfa y mis manos sujetaban con fuerza el cabello de una mujer mientra era arrastrada.

Llevo más de media hora caminado por el bosque. No podía más. Yo caigo al suelo completamente agotado. El enfrentamiento en el gremio, el cansancio, el habre y la sed estaban haciendo estragos en mi condición.

Era tentador comer en cuerpo de la elfa. si no supiera lo útil que puede ser ya lo abria comido, pero me resistí.

Estando en el suelo puedo ver como un conejo se acerca. El parese que me estaba por el área y el sonido de mi cuerpo al caer que llamo la atención.

Yo estiro mi brazo a su dirección, extiendo mi dedo y disparo. El tiro de mana golpeó directo en su frente, haciendo que el conejo caiga isofacto al suelo.

Como si yo fuera una especie de animal. Me levanto en cuatro patas y corro directo al conejo. Sin ni siquiera tocarlo con mis manos me arrojó de cara asia el animal y le hundo mis dientes.

De un momento a otro yo ya abia devorado toda la carne y viseras del conejo y solo quedaba los huesos.

Todavía tenía hambre, pero ya no era tan excesiva. Yo al calmarme, me recojo el cabello ta que me cubría la cara y me siento en el suelo.

Ahora que estoy más relajado, me doy de cuenta que mi cabello está más largo. El cabello era lo suficientemente largo como para tapar mis ojos, así que quisas cortarlo un poco no vendría mal. Pero eso Ed para otra ocasión.

- Mmmnn... oye... niebla... ¿sabes cuánto tiempo llevo encerrado en el pueblo? -pregunte ya que no tenía ni la menor idea de que día es hoy.

- je. Quisas unos 18 o 20 días. Exactamente no lo sé. -respondió la espada.

- eso son... ocho más siete... seis mas cuatro... espera... yo... ya ... tengo...más De UN ¡AÑO! ¡YA TENGO UN AÑO! -grite con alegría.

Estaba feliz. Ya tengo un año de edad. Ya soy un adulto... creo. Pero ahora me deberían respetar más, los mayores de la tribu.

Me levanto del suelo. Tomo a la maestra del gremio y me hecho al hombro a la elfa.

Resien alimentado y con alegría, me fui directo a la tribu. Mientras caminaba deva pequeños saltos de felicidad.

- pareses un niño, mortal

- jejeje. ¿Acaso no sabes cuántos años tiene este tipo?

- no ¿cuantos?

- el lo acaba de decir. Jajaja.

- ¿qué? ¿un año? Eso no es posible.

- creelo o no. El es solo un bebé de un año de edad. Je.

- ¡¿lo dices enserio?!

La espada y el collar estaban teniendo una alegre conversación sobre mi joven edad. Normalmente me molestaría, pero lo dejaré pasar esta vez.

Estuve caminado por un par de horas hasta que al fin llegué a la cueva. Yo me meto a la cueva pero mi recibimiento no era como yo creía.

Todos me veían con una mirada extraña. Era como si estuvieran viendo un cadáver. Yo trato de ignorar eso y sigo caminado. Pero antes que llegara a mi zona Tolo se paró delante de mi.

- ¡Tolo! Ya estoy de vuelta. -dije con alegría

- ¡Taka! ¡¿porqué as vuelto?! -dijo Tolo con ira.

- ¿qué pasa Tolo? ¿Porque tan molesto? -pregunte confundido.

- Taka. Ya te lo dije antes. Más de diez días afuera es traición. -respondio Tolo con seriedad.

- pero Tolo, yo estuve secuestrado por humanos todo este tiempo. ¿Que madre podía hacer? -le respondí con seriedad.

- ¿cuáles son las pruebas? -pregunto Tolo.

《¿Pruevas? ¿No es suficiente mi aspecto demacrado? ¿mi evidente desnutrición? El hecho de que solo esté vistiendo mis pantalones, es prueba suficiente de que me paso algo. ¡¿NO ES OBVIO?!》

Una profunda ira me invadió. Yo solo quería llegar y quisas tener sexo con mis esclavas. Pero esto me quitó los ánimos.

Yo tomo a la maestra del gremio y la elfa y las lanzó al suelo, para después señalar con mi dedos a la mujer y a la cadáver.

- esa son mis pruebas -dije con seriedad.

Tolo se queda viendo a la maestra. El le agarra su cabello para alisar su cabeza, la mira un poco y una sonrisa se dibuja en su cara.

- oh. Taka... se nota que eres más fuerte que antes... estabien. Te perdono esta vez -dice Tolo

Y así. Tolo simplemente se marcho. Eso fue extraño, es como si el ya la conociera. Tendré que interrogar a la maestra después.

Ya con el perdón de Tolo, me dispuse de ir a mi zona. Pero al llegar me encontré con algo inesperado... otra vez.

Una pequeña criatura de piel rosácea estaba gateando alrededor de mi fogata. Era piel rosada, pequeño, algo gordito y de características antropomorfas. Un orco bebé.

- ¿qué? -fue mi una expresión.

Miro a mi alrededor y puedo ver la cara de asombro de mis tres esclavas. Carol se arroja a abrazarme directo a mi con algunas lágrimas en sus ojos, michel solo se queda viéndome desde lejos y la orco... fue directo a recoger el bebé orco.

- ¡AMO! ¡¿ERES TU?! ¡¿CIERTO?! ¡POR FIN AL VUELTO! -dijo carol entre lágrimas.

- ya ya ya. Carol. ya llegue -dije yo mientras trataba de no morir asfixiado por sus pechos - pero nas importante. ¿y ese bebé? -le pregunté a la orco.

Esta es a primera ves que veo a la orco dudar antes de decir algo. Ella miraba al suelo como en busca de respuesta, pero poco después me miró de nuevo a la cara.

- e... es... el... el es... -las palabras no salían de su boca- ¡El Es Tu Hijo!-grito la orco

El Nace como GoblinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora