Punto de Vista Diferencia (1)

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Día: -2.185


El sol entraba por la ventana, y su luz tocaba mi cara. El calo y la ligera comezón me hizo abrir mis ojos, pude ver como estaba en una amplia cama con delgadas y delicadas sábanas sobre mi. Pude ver como los rayos del sol entraban por el marco blanquecino y bien decorado de la ventana, al fondo del cuarto estaba un tocador con numerosos productos de belleza.

Me levanto de la cama, y me aproximó al espejo del tocador. Rubia con una mirada seria en su rostro, rasgos delicados y un cuerpo delgado pero bien proporcionado. Esa era yo Carol de Strongwood.

Estaba en mi hogar, la mansión del duque Strongwood, mi padre. Un ves ya lista, salgo del cuarto a dirección al comedor. Como de costumbre mi papá estaba sentado en el extremo de la mesa leyendo las cartas que le habrán llegado esta mañana, mamá estaba al lado de papá peleando con el por que no la escuchaba por estar leyendo las cartas.

Yo entro al comedor y me siento en una de las sillas en espera del desayuno.

- Carol -dijo mi padre para llamar mi atención- tengo algo que decirte

Mi padre era rubio, con la parte superior de la cabeza calva, con un grueso y deso bigote. El tiene sobre peso, y siempre vestía de trajes. Ese es el duque Mario Strongwood.

- ¿qué sucede? Padre -pregunte de manera refinada.

- hija, te casara con el priseipe del reino de Regal -dijo mi padre.

- ¡¿QUE?! -exclamo al escuchar esa noticia. -¡¿porque me debería casar con alguien que no conozco?! ¡Y que ni siquiera es de este reino!

- ¿no es obvio? El reino de Regal es el que logró invocar exitosamente a los héroes, eso lo hace el reino más fuerte militarmente del mundo. Y quiero que mi familia esté relacionada con ello. -explico mi padre.

- pero... -dije antes de ser interrumpida

- y además -interrumpió mi padre- si te casas con el príncipe, tanto nuestra familia como nuestro reino, serán beneficiados.

- pero...

- pero nada. Ya la decisión está tomada... si no te gusta, podría tratar de contactar a uno de los héroes después que terminen su campaña contra el rey demonio.

Yo quedé anonadada al ver a mi padre tan decidido con sus palabras. Gire la mirada para ver a mi madre quien ella no iba dicho nada al respecto. Mi madre no expresaba ninguna incomodidad a lo que dijo mi padre, eso dice que ella ya lo sabía.

Yo impotente y indignada por la decisión unilateral de mis padres, solo me levanté y corrí de nuevo a mi cuarto.

Las hora pasaron y yo no salía del cuarto. Ya abia anochecido. Yo no toleraría que mi padre hiciera esa decisión por su cuenta, así que esta noche me iré de casa.

El Nace como GoblinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora