El Nace como Goblin

Cap:54

En un lado de la cueva, se encontraba una recámara con incontable objetos apilados uno enésima de otros. Desde afuera se veía las lanzas, espadas, armadura y demás armas. También se ven muebles, adornos, monedas y mucho objetos más. Pero lo mas raro era el marco de puerta enlace entrada.

Es extraño. Estamos en una cueva que apenas si le hicimos cambios, casi todos esta en su forma natural. Pero la entrada de esta recámara tiene un marco de puerta, pero solo el marco.

- no... no entiendo... - fue lo que dije.

Decidí que era mejor ignorar el marco y solo pasar para adentro. Al entrar puedo sentir un leve escalofrío pasar por mi espalda...《eso fue raro》

- ¿era tan grande? -fue lo que dije al ver el espacio.

Esto se veía más grande adentro de lo que párese. Pero sabiendo que este almacén de Tolo, es mejor sencillamente ignorarlo.

Yo comese a buscar por hay algo que me llamara la atención. Papeles, pinturas, armas, objetos conformas muy sugestivas, cosas que no se que son pero irradian magia y demás.

- vaya cantidad de cosas hay aquí. ¿Como Tolo encuentra las cosas?

Seguí caminando por ahí, hasta que vi algo que me llamó la atención. Era una especie de tubo montado sobre un marco de madre, junto a un mecanismo que se asemeja a de las ballestas que vi en un libro, y alado de este abia un cuchillo que se nota quería parte de esta cosas.

No lo pienso mucho y lo recojo. Seguicaminando por ahí buscando más cosas, porque Tolo no dijo la cantidad de cosas que podía sacar, así que me aprovecho de eso.

Mientras camino puedo sentir algo estarlo y al bajar mi mirada vi lo que era una perilla de puerta, pero muy decorada y con un ligero toque de mana en ella.

Cuando me fui a agachar para tomarla me encontré también con un par de anillos y estos, al igual a la perilla, irradian mana.

Tome los anillos, los guarde en mi bolsillo y recogí la perilla. La perilla me traía más curiosidad, así que una vez de pie, le apliqué algo de mana.

Poco a poco de la perilla salía unas linesa brillantes de color azul que formaban un marco, poco a poco las linesa se juntaban con otras y llenaban el interior del marco. Ataque al final, pude ver como se creó una puerta de puerto mana.

- que raro. ¿Que abra al otro lado?

Gire la perilla y pase por la puerta. Al cruzarla puerta, esta desapareció y solo me dejó la perilla que todavía estaba en mi mano. Cuando miro a mi alrededor me encuentro en una cueva, pero la cuestión es...

- ¿mi cueva?

Cuando me doy vuelta veo que estab delante del marco de la entrada del almacén.

- ¿qué? ¿Osea, la perilla hace un portal hasta el marco del almacén?... mejor... no pienso mucho en esto. Siento que me voy a volver loco.

Año:1
Día:33

- con ayuda de la pedazo de lanza rota de Tolo logramos atravesar el corazón de la hidra -dijo Ranka(el chaman) mientras nos contaba una historia.

- si pero no te olvides que yo hice eso, porque tu estuviste deteniendo al ejército de hombres lagartos -recalco Tolo.

- ¿qué dices cabron? Tu fuiste quien lucho con la hidra solo con una lanza rota. -contesto Ranka.

- oye bastardo. Tu fuiste quien lucho con un ejército, solo con tus garras -dijo Tolo.

De un momento a otro, pasamos de una historia a una competencia de quien a laga a quien. Pero dejando eso de lado.

El día de ayer me enteré varias cosas. Descubrí que los anillos son para imitar la apariencia humana, osea si me coloco los dos anillos el color de mi piel cambia y las pupilas de mis ojos se redondean, pero no cambia el color de pelo, ni la forma de mis orejas. Osea media una apariencia a una especie de elfo de pelo negro y ojos verdes.

También traté de descubrir que hace la cosa del tubo, pero no se cono funciona.

También, los muchachos me reportaron sobre las cosas que hace el goblin extraño. Ellos notaron que el no habla con casi nadie de la tribu, también que le avergüenza que los demás lo vean orinar o cagar y por lo general es muy sumiso.

Es como si no supiera que hacer y solo se mantiene vivo, para escapar en algún momento. Pero algo me atre de el, es como si el supiera cosas que yo no. Cosas que yo quiero saber.

- creo que me voy -digo mientras los que contaban historias seguían discutiendo.

- ¡NO DIGAS ESTUPIDESE! TU FUISTE EL PIRMERO EN CORTA UNA DE LA CABEZAS!

- ¡CALLA MALDITO DESGRACIADO QUE TU FUISTE QUIEN ACABO CON LA PRIMERA OLEADA DE HOMBRES LAGRATO!

Todavía no entiendo ese afán que tiene ellos en insultarce mutuamente. Como sea, yo al pararme me fui directo a mi zona.

Al llegar puedo ver como una pequeña criatura de piel rosada acercándose a mi, con pequeños pasos inestables.

- ¡Papá! -dijo el bebé orco.

Una sensación extraña me invadió al escuchar eso. Era algo similar a la felicidad, pero dejando eso de lado estaba preocupado.

Mi hijo tiene un mes de nacido y todavía no puede defenderce por si mismo. Esto me preocupa, no quiero que mi descendiente muera así por así.

- ¿qué hago contigo? ¿Es normal que los orcos crezcan tan lento? -dije preocupado.

- eh... amo... no puede compara el crecimiento de un goblin con el de un orco. -dijo una voz femenina.

Al levantar la mirada puedo ver a mi fiel esclava delante de mi con una mirada tímida.

- ¿qué quieres decir Craol? ¿No se supone que los orcos cresen con rapidez? -le pregunté yo.

- amo. Entienda, que una criatura más de dos metros de alto, nazca y crezca asta su forma adulta en menos de 2 años, es bastante rápido -explico Carol.

- con que así es.... -dije al entender que el ritmo de crecimiento son diferentes- y ¿la orco y Michel?

- bueno. Chateka esta durmiendo y Michel entrenando. -dijo Carol

- ¿"Chateka"? -dije confuso.

- la orco ¿acaso nunca le pregunto su nombre? -pregunto Carol.

- no... -le respondí- bueno, no voy a preguntar como averiguar su nombre sabiendo que no habla humano. Pero ¿tu estás cuidando al niño?

- si. Amo -dijo carol de forma alegre.

- bueno. Ahora que lo pienso ¿y Mate?

- no lo sé, el se fue con la loba de pelo plateado.

Bueno. Como sea. Después de esta pequeña conversación me fui a buscar mi equipamiento. Una vez ya equipado me fui a donde el goblin extraño y le dije...

- tu irás de cacería conmigo.

No me di tiempo de elegir, ni opción de negarse. Así que el solo me miró con cara asustada y asintió con la cabeza.