~Nueve meses después...~
El sonido de las gaviotas mezclado con las olas del mar era algo digno de apreciar. Tanta paz que se vivía en aquel lugar, ese ambiente familiar y esa tranquilidad que ya les hacía falta.
Hyungwon se encontraba de pie sobre la arena, disfrutaba de la hermosa vista que aquella playa le brindaba. Habían pasado meses difíciles, pero no cambiaría ni un solo segundo si todo se reducía a ese momento.
A las olas del mar las acompañaba la hermosa risa de Seulgi quien se encontraba a unos metros jugando con sus primos. Unos gemelos de seis años que habían sido rescatados por el Clan, a los cuales Hyunwoo y Kihyun no dudaron en adoptar.
-Es una locura lo que vivimos estos últimos meses. –dijo Jooheon a su lado.
-Lo fue. –asintió Hyungwon mirando a su pequeña.
-Aun así, me alegro por ti. Mírate, todo un padre digno de admirar. –jugó.
-Cállate. –Hyungwon lo golpeó.
-¿Te está molestando, cielo? –Hoseok llegó con ellos.
-Un poco, sí. –contestó riendo Hyungwon.
-¡No le hagan nada a Joo! –gritó Minhyuk desde una de las hamacas.
-¡O se las verán con nosotros! –gritó I.M. a su lado.
Los tres rieron.
-¡Papá, ayúdame! –gritó Seulgi entre risas.
El tío Nunu la cargaba para evitar que los gemelos la agarraran.
-¡La princesa Seulgi es mía! –simulaba a un dragón.
-¡Eso jamás! –Hoseok corrió hacia ellos.
-¡Tengan cuidado con la niña! ¡Y si alguno se lastima no quiero que vengan llorando! –reprendió Kihyun mientras hacía los sándwiches.
Los últimos acontecimientos no habían hecho más que volverlos más unidos como familia. Ya no solo eran cinco integrantes, la familia había crecido considerablemente al incluir a tres tíos más y ahora a dos pequeños sobrinos.
Aquellas eran sus vacaciones, se dedicaron únicamente a disfrutar de todos esos bellos paisajes, la playa solo era su primera parada. Hoseok había preparado un gran viaje como agradecimiento por todo lo que habían hecho por él y su hija, los consentiría mucho a todos. La última parada era Hong Kong, de ahí volverían a Seúl y a sus ahora vidas normales.
-Cielo. –susurró Hoseok.
-¿Mmh? –Hyungwon estaba por quedarse dormido.
-Me informaron de unos niños que me gustaría rescatar. –habló Hoseok.
Hyungwon se giró para mirarlo.
-¿Cuándo?
-Mañana mismo, los están ofreciendo como si fueran pedazos de carne. –contestó disgustado. –Me preguntaba si tal vez...H.one podría ayudarme con esta misión...
-¿H.one? –Hyungwon alzó una ceja divertido. –Pregúntaselo mañana, ahora quiere dormir. –se tapó con las sabanas.
Hoseok soltó una carcajada.
***
-Los estoy viendo. –dijo H.one a su micrófono.
Se escondía en un lote baldío justo detrás de la camioneta con los niños.
-MK se acercará a pedir información, esa será tu señal para sacarlos. –informó Wonho desde un edificio.
-De acuerdo. –guardó su radio.
Pasaron cuando mucho cinco minutos y MK se acercó a quienes vendían a esos niños.
H.one caminó deprisa y abrió la puerta trasera. Sintió que su corazón se rompía.
Había de diez a doce niños completamente sucios y totalmente asustados, todos retrocedieron y se cubrieron unos a otros cuando la puerta se abrió. Algunos estaban por llorar.
-Shhh. –H.one se llevó un dedo a sus labios. –Voy a sacarlos de aquí, pero necesito que sean rápidos. –los niños lo miraron dudosos. –Los llevaré a un lugar con comida y podrán descansar muchísimo. ¿Les gusta la idea?
Unos cuantos asintieron.
-No voy a hacerles daño. –dijo con tono amable. –Vengan.
Estiró sus brazos.
Poco a poco los mayores fueron cediendo y conforme se acercaban, los menores iban detrás de ellos. Como si estuvieran instruidos, los mayores ayudaron a sus hermanitos pequeños a bajar y esperaron a que el hombre les diera instrucciones.
-Nos esconderemos por allá y esperaremos a que se vayan. ¿De acuerdo? –tomó a los más pequeños.
Les hizo una señal con la cabeza y corrieron detrás de los basureros. Se acomodaron de manera que nadie pudiera verlos y esperaron pacientes, aunque no sabían exactamente qué.
-Los tengo. –dijo H.one a su radio.
-Entendido.
Esa era la señal, se alertó a la policía del traficante de niños en el barrio y el hombre abordó su camioneta y salió huyendo de ahí. Nunca se dio cuenta de que ya no llevaba "mercancía".
-Increíble. –sonrió H.one. –Vamos, pónganse de pie.
Los ayudó y para cuando todos estuvieron de pie, una camioneta del Clan llegó.
-Hola, niños. –saludó Wonho desde adentro. –Sé que sufrieron mucho pero ya no más.
Todo el mundo ahora conocía a Wonho, los niños lo miraban asombrados y ahora se sentían más seguros que nunca.
-Les darán ropa limpia y nunca les faltara comida, pero a cambio, deberán estudiar y prometerme que serán buenos ciudadanos en un futuro ¿Aceptan el trato? –sonrió.
-¡Sí! –todos saltaron de alegría.
H.one no pudo evitar sonreír. Amaba a aquel hombre y ver todo lo que hacía por y para las personas era algo increíble. Tenía un gran corazón y siempre se lo demostraba.
ESTÁS LEYENDO
The Clan Oh-Ho ~2won/HyungWonho~
ФанфикSeúl, Corea del sur. Durante años Corea del sur de vio envuelta en luchas por el poder, lideres mafiosos queriéndose apoderar de aquellas tierras. Años y años de guerra. Hoy en día, la paz reina por las calles, pero aquella mafia nunca desapareció...