Temprano por la mañana, una mujercita de tres años atravesó la puerta entre abierta de la habitación principal, aquella puerta que siempre se encontraba así por si la pequeña llegaba a necesitar de su padre en algún momento de la noche, llegó hasta la cama luchando por subir a esta, ya que era enorme.
-Papi.
A Hoseok le encantaba jugar con ella, así que fingió seguir durmiendo, roncando aún más fuerte.
-Papi. -insistió con su vocecilla.
La pequeña dio unos golpecitos en la pierna del hombre, quien se estiró exageradamente anunciando que ya estaba despierto.
-Oh, pero que tenemos aquí. -sonrió.
Los ojitos de la pequeña era lo único que podía alcanzar a ver, enseguida alzó sus bracitos.
Se acercó y la cargó, volviendo a recostarse con ella en su pecho. Justo como todas las mañanas.
-Buenos días, princesita. -saludó acariciando su espalda.
-Buenos días, papi. -dijo ella con su carita escondida en su cuello.
-¿Dormiste bien?
Ella solo asintió.
-¿Qué te parece si desayunamos?
-¿Qué vamos a desayuna? -preguntó curiosa.
-Mmm. -dijo pensativo. -¡Huevos verdes con jamón!
Ella lo miró extrañada.
-Papi, los huevos no son vedes.
-¿No? ¿Estás segura? -la miró con el ceño fruncido.
Ella asintió.
-Bien, entonces podemos desayunar... ¡Nuggets con forma de dinosaurio!
-¡Sí! -la niña comenzó a removerse de felicidad.
Hoseok sabía de sobra cuanto amaba su pequeña a los dinosaurios. Sonriendo se acercó para dejar un beso en su mejilla, pero la niña lo detuvo.
-Papi, no te has lavado los dientes. Tus animalitos podlían comeme. -sentenció.
Hoseok rió con ternura.
Si bien el hombre no era un obsesivo de la limpieza del hogar, si lo era con la higiene personal, cuando la pequeña Seulgi tuvo todos sus dientecitos, Hoseok se encargó de enseñarle que debía cuidarlos lavándolos por las mañanas y las noches. Le explicó con toda la paciencia del mundo y de manera que una pequeña de su edad entendiera, que su boquita estaba llena de microorganismos (aquellos que ella relacionaba con "animalitos") que podrían causarle una infección si no realizaba la higiene adecuada.
-Tienes toda la razón. Vayamos a lavar nuestros dientes y después bajemos a desayunar. -dijo poniéndose de pie con la pequeña en brazos.
Llegaron al baño y dejó a la chiquilla en su banquito especial, tomó el cepillo de princesas y colocó pasta de dientes color morada, se lo tendió a la niña para después tomar el suyo y colocar la pasta regular. Ambos se miraron al espejo y comenzaron a tallarse los dientes, se enjuagaron y caminaron de la mano hacia la cocina.
La pequeña Seulgi no era de muchas palabras, la mayoría de las veces solía responder con monosílabos o simplemente asintiendo, a Hoseok esto no le molestaba no quería presionarla, pero le era difícil distinguir cuando a la pequeña le pasaba algo. Un caso muy distinto a cuando ella se encontraba feliz, solía mantener conversaciones más largas con su padre.
Una vez en la cocina, la ayudó a sentarse en su silla especial y encendió el televisor dejando en la pantalla "Las pistas de Blue", dejó un beso en su frente y comenzó a preparar el desayuno.
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The Clan Oh-Ho ~2won/HyungWonho~
Fiksi PenggemarSeúl, Corea del sur. Durante años Corea del sur de vio envuelta en luchas por el poder, lideres mafiosos queriéndose apoderar de aquellas tierras. Años y años de guerra. Hoy en día, la paz reina por las calles, pero aquella mafia nunca desapareció...