¿A dónde vamos?

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-¡A comer! –gritó Kihyun desde la cocina.

-¡Ya vamos! –respondieron los gemelos.

-Vayan a lavarse las manos, yo les ayudo con esto. -dijo Hyunwoo en la sala.

-¡Gracias, papá!

Detuvieron su juego para seguir las ordenes de sus padres, Hyunwoo juntó todos los juguetes que habían utilizado y los depositó en la caja que tenía destinada para ellos.

-¿Y los niños? –preguntó Kihyun acomodando la mesa.

-Lavándose las manos. –respondió Hyunwoo ayudándolo.

Kihyun se asomó muy misteriosamente por la puerta de la cocina.

-Estuve pensando durante toda la mañana...

-¿Sí? –preguntó Hyunwoo pícaro.

-Quita esa cara. –rió Kihyun nervioso.

Hyunwoo rió un poco avergonzado.

-¿Qué estuviste pensando?

-Ya casi es el cumpleaños de los gemelos.

-¿Ah sí? ¿Cómo lo sabes? –Hyunwoo frunció el ceño confundido.

-Estuve hablando con Taeyoung hace unos días, me contó como era su vida antes de la muerte de sus padres y entre todas esas cosas mencionó la fecha de sus cumpleaños. Es en dos semanas.

-Oh... Entonces deberíamos hacerles algo.

-Lo mismo pensé. –sonrió tiernamente Kihyun. –¿Recuerdas el restaurante favorito de Seulgi? Tengo entendido que pueden realizarse fiestas ahí.

-Sería cuestión de ir a preguntar. –aceptó Hyunwoo. –Aunque deberíamos llevar primero a los gemelos... ¿Qué tal si no les gusta...? –propuso como niño pequeño.

-Eres un padre muy consentidor. –dijo Kihyun entre risas.

-¿Solo un padre? –se acercó a él con una sonrisa.

-Y un esposo. –respondió Kihyun ya entre sus brazos.

-¡Ya estamos aquí! –dijo Taeyoung cuando llegó.

-¡Taeyoung! No debemos interrumpir. –regañó su hermano.

-No estaban interrumpiendo nada, cariño. –respondió Kihyun sonrojado.

-Pero iban a besarse. –dijo Taeyang ladeando su cabeza.

-Ah...

-¡Ya se! Tapemos nuestros ojos para que puedan besarse. –propuso Taeyoung.

-¡Que buena idea Tae! –reconoció Taeyang.

-No, no es necesario. –rió Hyunwoo.

-¿Ya?

Los gemelos ya se encontraban tapándose los ojos uno al otro.

Kihyun miró al mayor con complicidad y se dieron un beso no muy largo.

-Listo, niños. –anunció Hyunwoo.

Los gemelos sonrieron satisfechos.

***

Insomnio.

Paranoia.

¿Desesperación?

Hyungwon sentía que cada minuto que pasaba se volvía más peligroso.

Iksoo se robó a su hija, vendió prácticamente a su clan y a su pueblo, ordenó las explosiones en aquel lugar lleno de niños. Era capaz de cualquier cosa por poder y a nadie parecía importarle.

The Clan Oh-Ho ~2won/HyungWonho~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora