The Clan Oh-Ho ~2won/HyungWonho~

Atentado

Para cuando Hoseok llegó al hotel, Hyungwon y su hija ya lo esperaban impacientes con las maletas listas.

Entró en la habitación, completamente lleno de cenizas, toda su ropa y cara se veían negras debido al incendio.

-¡Hoseok! –Hyungwon corrió a él cuando lo vio.

-¡Papá! –también Seulgi.

-No, no. Los voy a...-ambos lo abrazaron. –ensuciar... Bueno, no importa. ¿Están bien? –los miró atentamente.

-Sí, llegamos bien. ¿Tú estás bien? -Hyungwon colocó las manos en sus mejillas.

-Sí. –sonrió Hoseok.

-Tenía mucho miedo...la tercera explosión...

-Tranquilo. –susurró Hoseok para calmarlo. –No voy a dejarlos solos.

Hyungwon también sonrió.

Sin Hoseok a su lado no sabría qué hacer, se necesitaban tanto uno al otro.

-¡Tadaste mucho! –reprendió Seulgi con los brazos en jarra.

-Perdóname mi amor. Debía ayudar a todas esas personas. –acarició su cabello.

-¿Salvaste a muchas pesonas?

-A todas y cada una. –se puso a su altura. -¿Estás orgullosa de mí?

-Po eso te dicen Capitán Kodea. –asintió sonriendo Seulgi.

-Tenemos que irnos. –recordó Hyungwon.

-Es cierto. El jet llegará en diez minutos, debemos estar en el aeropuerto lo antes posible. –cargó a Seulgi.

-¿Tienes un jet? –preguntó Hyungwon asombrado.

Vaya, sabía de la fortuna de Hoseok gracias a su mansión, pero no tenía idea de que tan millonario era el hombre.

-Sí...-respondió Hoseok un poco sonrojado.

Tomó la maleta más grande y salió de la habitación, Hyungwon lo siguió detrás llevando las dos maletas pequeñas y una bolsa de mano. Un auto ya se encontraba esperándolos.

-Espera. ¿Qué pasará con el resto de los niños? –preguntó Hyungwon preocupado.

-Hablé con las maestras, el jet volverá por ellos. –respondió Hoseok subiendo a su hija al auto.

-¿No es mejor que vayan los que se puedan con nosotros? –propuso el menor.

-No, Hyungwon. Es mejor irnos solos. -se detuvo a mirarlo.

-¿Por qué?

Hoseok no respondió enseguida.

¿Cómo podría decirle que esos niños estaban más seguros lejos de él?

-Quiero llegar lo antes posible. –atinó a decir.

Hyungwon miró una última vez hacia el hotel. ¿Era correcto irse y dejar a todos esos niños y padres ahí? Terminó subiéndose al auto y se pusieron en marcha al aeropuerto.

El jet llegó para cuando se encontraban bajando las maletas, subieron enseguida y al fin pudieron respirar aliviados.

Hoseok aprovechó para entrar al baño a limpiarse un poco pero antes debía hacer una llamada importante.

-No debes llamar al trabajo si estás de vacaciones. –reprendió jugando Yoo-Ki.

-Hubo un atentado. –dijo Wonho sin rodeos. –Fue hace más o menos veinte minutos, en el restaurante en el que comíamos.