Kata estaba frente a las puertas del imponente edificio de U.A. Muchos de sus antiguos compañeros se encontraban ahí, podía sentir sus miradas inquisitorias. Bajó la mirada y entró al edificio dónde para su suerte todos los de su secundarias se sentaban junto a ella por el número que les fue asignado. Explicaron cómo funcionaba la puntuación y suspiró aliviada al ver que ninguno de ellos estaría en el mismo campo que ella. «Campo de entrenamiento A, no puedo creer que de verdad hayan 7».
A las puertas del campo de entrenamiento, o mejor dicho, la mini ciudad, pudo distinguir al chico rubio del incidente del villano. Contrariamente a cuando lo conoció, asustado y tratando de respirar desesperadamente, ahora lucía una presencia intimidante que desbordaba de confianza. «Más vale no meterse en su camino» mientras estaba sumergida en sus pensamientos una voz chillona la despertó.
—¡COMIENCEN! ... ¿A QUÉ ESPERAN? NO HAY CUENTA ATRÀS EN UNA BATALLA — en un abrir y cerrar de ojos toda el área quedó desierta.
El sol estaba alto en el cielo por lo que las sombras eran cortas, además le sería imposible combatir cuerpo a cuerpo con aquellas máquinas. Un punto débil, si algo había aprendido de su madre es que todas las máquinas tienen un punto débil y no necesariamente es el agua o la electricidad. Las articulaciones de los robots de 1 y 2 puntos eran frágiles por lo que podía arrancarlas usando las sombras de estos mismos dejándolos inutilizables. Los de 3 puntos ni siquiera tuvo oportunidad de enfrentarse a ellos, todos habían explotado pero no supuso un problema. 39...,41...,43...,45...,46... puntos contó en total hasta que perdió el equilibrio cuando el suelo comenzó a temblar. «El robot de 0 puntos...» tragó con dificultad al ver aquel robot cuya altura era mucho mayor que la de los edificios a escasos metros de ella. Todos los participantes comenzaron a correr en dirección contraria después de todo era fuerte y no recibirían nada a cambio de él.
Ella y dos chicos más quedaron encerrados entre aquella máquina y los escombros. Kata era incapaz de moverse y estuviera planeado en el exámen o no el robot de 0 puntos hizo colapsar un edificio que tardaría segundos en enterrarlos. Estaba temblando por el miedo y parecía haber olvidado como respirar. Cuando parecía que su cuerpo no le respondía sus manos hicieron unas señas.
•••
En otro lugar
Al ver aquel imprevisto varios de los héroes mirando las cámaras se apresuraron en ir a la zona del derrumbe pero uno de ellos los detuvo (a excepción de cementos a quien dejó marchar por si su corazonada era errónea), señalando a la pantalla. El héroe de pelo negro esperaba que la chica hiciera algo.
Si vas a quedarte paralizada por el miedo no te molestes en aparecer el día del examen.
Los tres chicos desaparecieron de la zona del derrumbe llevados por tres sombras semejantes a un pájaro que Kata hizo desaparecer en cuanto estuvieron a salvo. El pitido les hizo saber que la prueba había acabado haciendo que Kata se dejara caer sobre los escombros, agotada. Con la respiración agitada y la adrenalina por las nubes a Kata se le escapó una sonrisa de oreja a oreja. Se quedó estirada un rato más mirando al cielo e ignorando a los dos chicos que le agradecen haberlos salvado. «¿Mamá, Oboro, lo habéis visto?»
No tuvo problemas con el examen escrito, con el club dejó algo de lado los estudios pero siempre había sido una buena alumna, especialmente en ciencias, por lo que no supuso un verdadero reto. Volvió a casa eufórica, estaba casi segura de que había aprobado y así fue. Dos días más tarde recibió una carta de U.A. con un holograma. Aparecía All Might... sí, de todos los héroes tuvo que ser él. Trató de ignorar aquel detalle después de todo el héroe no hizo nada malo además de ser inoportuno. 76 puntos 46 por derrotar villanos y 30 de rescate, era la segunda con la puntuación más alta.
Etilor: El estimulante terror de finalmente perseguir un sueño vitalicio, el cual te demanda exponer tus verdaderas habilidades a ser probadas en la sabana abierta, ya no protegido dentro del terrario de las esperanzas y los engaños que creaste en tu niñez.
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Mha - El pasar de las nubes
Fanfiction"Tu deber nunca fue salvarme..." Katana Hiroko siempre ha sido una entusiasta de los héroes. Había escuchado cantidad de historias sobre el potencial de su tío, Oboro Shirakumo y por supuesto, del accidente. A pesar de no haber heredado su singular...