Ya era por la mañana y Kata se reunió con los chicos en su habitación dónde Manual, Gran Torino y el jefe de policía la esperaban para iniciar la reprimenda.
—Como estudiantes sabréis que el uso de quirks sin licencia y sin supervisión de sus guardianes es ilegal y tanto ustedes como los héroes a vuestro cargo deben ser castigados severamente. Guau. — sentenció aquel hombre con cabeza de perro.
—Un momento, si Iida no hubiera hecho algo Native estaría muerto y si Midoriya no hubiese intervenido habrían muerto los 2. ¿Debíamos obedecer las estúpidas reglas y verlos morir? — respondió Todoroki anormalmente alterado.
—¿Dices que no importa romper las reglas si acaba bien?
—Si los héroes no pueden cumplir su trabajo alguien debe hacer algo. — Tomó las riendas Kata.
—¿Qué rayos os enseñan en U.A.? — preguntó al aire el oficial para luego proseguir. —Esa es la versión oficial de la policía, serían reprendidos en caso de que se hiciera público. Las quemaduras señalarán a Endeavour como el salvador y este incidente quedará olvidado.
Los chicos hicieron una reverencia a modo de disculpa y de agradecimiento por encubrir su 'crímen'.
—Como defensor de la paz, soy yo el que os lo agradece. — finalizó la conversación el oficial.
Esa misma mañana Kata fue dada de alta y una vez vestida, antes de partir fue a la habitación de los chicos una última vez. Tras escuchar la gravedad de las heridas de Iida y la teoría de Todoroki de su maldición de las manos era hora de irse. Ya en el umbral de la puerta Kata se gira una última vez.
—¿Puedo irme sin miedo a encontraros heridos en otro callejón? — dijo en tono burlón a lo que los tres chicos asintieron. Ante la afirmativa, Kata estaba dispuesta a seguir su rumbo.
—Hiroko-san. Cuando me den el alta pasaré los días restantes con mi hermano. Tal y como sugeriste.— dijo el representante de la clase. Kata se detuvo ante sus palabras pero no se giró a verle y con una leve sonrisa y un gesto a modo de despedida desapareció entre los pasillos del hospital.
El resto de la semana pasó volando entre combate y combate, en los cuales ninguno de los alumnos pudo participar, sesiones de fotos y fangirls del héroe.
Dum vita est spes est (latín): Dónde hay vida hay esperanza
•••ESCENA EXTRA:
Las pasantías habían llegado a su fin, Kata llegó a casa pasada la hora de acostarse. Buscando algo que cenar en la cocina encontró un plato con galletas y una nota.
"Te guardé algunas galletas, después de tanto entrenamiento estarás hambrienta y conociendote habrás olvidado cenar.
PD: No te preocupes, las hizo la abuela, no morirás intoxicada.
— Akihiro"
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Mha - El pasar de las nubes
Fanfiction"Tu deber nunca fue salvarme..." Katana Hiroko siempre ha sido una entusiasta de los héroes. Había escuchado cantidad de historias sobre el potencial de su tío, Oboro Shirakumo y por supuesto, del accidente. A pesar de no haber heredado su singular...