20. Consecuencias

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Ya era por la mañana y Kata se reunió con los chicos en su habitación dónde Manual, Gran Torino y el jefe de policía la esperaban para iniciar la reprimenda.

—Como estudiantes sabréis que el uso de quirks sin licencia y sin supervisión de sus guardianes es ilegal y tanto ustedes como los héroes a vuestro cargo deben ser castigados severamente. Guau. — sentenció aquel hombre con cabeza de perro.

—Un momento, si Iida no hubiera hecho algo Native estaría muerto y si Midoriya no hubiese intervenido habrían muerto los 2. ¿Debíamos obedecer las estúpidas reglas y verlos morir? — respondió Todoroki anormalmente alterado.

—¿Dices que no importa romper las reglas si acaba bien?

—Si los héroes no pueden cumplir su trabajo alguien debe hacer algo. — Tomó las riendas Kata.

—¿Qué rayos os enseñan en U.A.? — preguntó al aire el oficial para luego proseguir. —Esa es la versión oficial de la policía, serían reprendidos en caso de que se hiciera público. Las quemaduras señalarán a Endeavour como el salvador y este incidente quedará olvidado.

Los chicos hicieron una reverencia a modo de disculpa y de agradecimiento por encubrir su 'crímen'.

—Como defensor de la paz, soy yo el que os lo agradece. — finalizó la conversación el oficial.

Esa misma mañana Kata fue dada de alta y una vez vestida, antes de partir fue a la habitación de los chicos una última vez. Tras escuchar la gravedad de las heridas de Iida y la teoría de Todoroki de su maldición de las manos era hora de irse. Ya en el umbral de la puerta Kata se gira una última vez.

—¿Puedo irme sin miedo a encontraros heridos en otro callejón? — dijo en tono burlón a lo que los tres chicos asintieron. Ante la afirmativa, Kata estaba dispuesta a seguir su rumbo.

—Hiroko-san. Cuando me den el alta pasaré los días restantes con mi hermano. Tal y como sugeriste.— dijo el representante de la clase. Kata se detuvo ante sus palabras pero no se giró a verle y con una leve sonrisa y un gesto a modo de despedida desapareció entre los pasillos del hospital.

El resto de la semana pasó volando entre combate y combate, en los cuales ninguno de los alumnos pudo participar, sesiones de fotos y fangirls del héroe.

Dum vita est spes est (latín): Dónde hay vida hay esperanza

•••ESCENA EXTRA:

Las pasantías habían llegado a su fin, Kata llegó a casa pasada la hora de acostarse. Buscando algo que cenar en la cocina encontró un plato con galletas y una nota.

"Te guardé algunas galletas, después de tanto entrenamiento estarás hambrienta y conociendote habrás olvidado cenar.

PD: No te preocupes, las hizo la abuela, no morirás intoxicada.

— Akihiro"

Mha - El pasar de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora