65. Gotong-royong

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—En la próxima manzana a la derecha y todo recto hasta la plaza. Parece que se ha detenido. —Indicó la delegada.

Con esas palabras Bakugo aceleró dejando al resto del grupo para ir en busca de su amigo.

—¡Bakugo! Se supone que esto es trabajo- — gritó Kirishima — -en equipo... Mierda. — suspiró mientras seguía corriendo.

—Todoroki, Iida y Hiroko, podéis seguirle el ritmo, adelantaros con él. Aseguraros que Midoriya no huya. — ordenó la delegada a lo que los tres mencionados obedecieron.

Kata flaqueaba en seguirles el ritmo pero incluso sus otros dos compañeros fueron dejados atrás por el rubio. La plaza quedaba a un par de manzanas y solo alcanzaba a ver una extraña multitud en una zona despejada de edificios pero estaban lo bastante cerca para escuchar la explosión del rubio. Cuando llegaron tan solo unos segundos más tarde la multitud empezaba a disiparse, sorprendentemente ilesa, y unos de los que reconocieron como un fugitivo de Tartarus yacía en el suelo.

—Fugitivo capturado, buen trabajo Bakugo. — dijo Umbra aprisionándolo con sus sombras,

—¡Dios de las grandes explosiones: DYNAMIGHT!

—Perdona Dios de... No sé ¿Amén? ¿Quieres ir a por Deku de una vez? — dijo exasperada señalando al montón de harapos y barro verde que era su amigo en ese momento mientras el resto de la clase acababa de reunirse.

—Chicos... ¿Por qué?

—Porque nos preocupamos por ti. —respondió Ochako a Deku.

—Por eso no se preocupen, apártense.

—No esperaba menos del gran heredero del One For All, —dijo Dynamight —Ahora dime, ¿Estás sonriendo ahora?

—Para que pueda sonreír. Para que todos estén bien... —balbuceaba el chico mientras se tambaleaba intentando levantarse. — Yo me tengo que ir así que apártense de mi camino... Por favor.

—¡Pues tendrás que alejarnos tú mismo aspirante de All Might! — gritó Dynamight antes de que el autoproclamado salvador del mundo creara una pantalla de humo. — ¡No dejen que huya!

Kata, Kirishima y Aoyama se quedaron con el arrestado mientras el resto de la clase trataba de convencer al chico de volver con ellos. Por suerte Endeavour no tardó en llegar y a pesar de que les ordenara vigilar el perímetro, sin dudar un segundo le entregaron la carga para poder unirse al resto.

—Moviéndose así no hay forma de que yo pueda detenerlo pero... — dijo el pelirrojo, —Yo también tengo cosas que decirle...

—Creí que el propósito de todo esto era dejar de hacer todo por nuestra cuenta. Anda, subid. —dijo Umbra extendiéndole la mano a los dos chicos para que subieran a una sombra que acababa de invocar. Kirishima la tomó con una sonrisa y no perdió ni un segundo en subir mientras Aoyama, algo dubitativo, lo imitó.

Enseguida llegaron hasta Izuku quien tomaba la mano de Iida mientras ambos caían del cielo. Kirishima cogió a ambos al vuelo mientras una sombra de Kata evitaba que la fuerza de la caída los mandara disparados.

—¡NO ME ROMPERÉ! — afirmó el teñido. — ¡Midoriya! Hace tiempo me llegó la historia de un chico de mi edad que corrió al peligro para salvar a un amigo. Fuiste tú... ¿verdad?

—¿Volverás con nosotros? Midoriya... — la voz rota de ashido encogió el corazón de Kata. — No puedo soportar el solo pensar en perder a alguien más, así que... ¿te quedarás con nosotros?

—Yo también quiero eso pero... También sufro por aquellos que están refugiados. Por mucho que lo quiera... Nada podrá volver a ser lo mismo. Nunca más.

—No, no volverá a serlo. Ya no somos niños jugando a ser héroes, ya no podemos serlo. Ahora no están en juego unas notas, sino vidas. — dijo Umbra acercándose al chico con paso decidido. —Mírate, en tu situación serás una de ellas y si tu mueres. Si no tenemos el One for All, o peor, si la Liga lo tiene, será cuestión de tiempo que todos los que tratabas de proteger caigan. Uno a uno...

—Izuku. Este año fuí forzado a entender tus fortalezas y mis debilidades. —siguió intentando convencer el rubio. —Y no creo que esto cambie algo entre nosotros pero la verdad es... Izuku, lamento todo lo que te he hecho. No hay nada de malo con tu decisión de seguir el camino de All Might. <pero ahora ya apenas te aguantas en pie. Y esos ideales no serán suficientes. Para estar a la altura de ellos tenemos que salvarte a ti, a los refugiados en la U.A. y a las personas que están en las calles. Porque salvando a personas es como ganamos.

Gotong-royong: compartir los problemas. Cargar el peso del mundo con amigos en los que confías.

"Ganar para salvar a otros. Salvar a otros para ganar"

—Dije que no podían seguirme el ritmo... —dijo el pupilo del símbolo de la paz con una voz rota, al borde del llanto. — Siento haber dicho cosas tan horribles... —Y con esas últimas palabras se desplomó pero Bakugo lo agarró antes de caer inconsciente en el suelo.

PD:Shoji deberían pagarte por tu trabajo de ambulancia personal de Midoriya.

En aquella misma plaza donde rescataron al próximo símbolo de la paz yacía la estatua de su maestro. Aquella pieza de cobre y todo lo que representaba ahora estaba vandalizada y decorada por una señal "No estoy aquí" y Katana no pudo evitar pensar que lo más cruel de aquel cartel es que si estaba allí. «Tu lema no es más que una promesa vacía, una falsa esperanza, una ilusión de salvación cuando ya está todo perdido. Ahora estás aquí pero no puedes salvar a nadie.» y aún con todo su pesimismo, tras lo ocurrido esa tarde una vocecita en su cabeza le repetía «Pero nosotros sí. »

Mha - El pasar de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora