8:12
—¡Kata despierta! ¡Es urgente! — los gritos y los golpes de la puerta la despertaron de inmediato haciéndola prácticamente saltar de la cama.
—Estoy despierta... Sí, despierta... — balbuceó mientras trataba de llegar a la puerta esquivando el futón vacío de su hermano. —¿Mina?
—¿No has visto la carta de Midoriya? ¡Estamos todos abajo al borde de un infarto!
—¿Al menos puedo vestirme rápidamente? — preguntó dejando entrar a la pelirosa y ella asintió. «¿Carta? ¿Qué carta? » pensó mientras se vestía pero su amiga resolvió rápidamente la duda encontrándola bajo la cómoda en frente de la puerta.
"Hiroko,
All for One viene a por mi, a por el One for All, por ello no puedo quedarme aquí. Me marcho de U.A. Te agradezco haber guardado el secreto todo este tiempo pero creo que es hora de compartirlo con el resto de compañeros.
Siento haber causado tantas molestias,
Deku."
Ambas se reunieron con el resto en la planta baja y aquellos que conocían el secreto del peliverde tuvieron que dar muchas explicaciones, una vez resueltas las dudas solo quedó una pregunta.
—¿Qué haremos ahora?
Un silencio sepulcral se asentó en lo que normalmente sería el espacio para un discurso motivador o un plan disparatado del peliverde pero, por razones evidentes, no ocurrió. Sin un sueldo que cobrar cuando todo acabe, ni una reputación que mantener, que de por sí no fue suficiente para evitar un retiro masivo de los profesionales, la motivación de los estudiantes se sostenía en un sueño cuanto menos noble pero que empezaba a flaquear.
—¿Qué pregunta es esa? —finalmente decidió hablar Katana. — Somos alumnos de heroísmo ¿no? Seguiremos con las patrullas, si no lo encontramos al menos reduciremos su carga de trabajo. Tenemos que tratar de contactar con All Might y todo héroe que pueda estar ayudándolo. Si alguien lo encuentra u obtiene más información que avise e iremos ahí o nos volvemos a reunir aquí.
aúsi, nos paramas (latín): aún así, seguimos en pie
—Ya la habéis oído. — declaró el delegado. —Clase 1-A, pongámonos en marcha. — Tras esas palabras todos empezaron a dispersarse, para muchos era hora de patrullar pero los ánimos seguían sin ser los que la clase acostumbraba y era evidente para cualquiera que los viera desde fuera, esa forma de restringir sus movimientos como si temieran ocupar demasiado espacio no es la imagen segura y casi temeraria que trataron de mostrar al mundo en el festival deportivo. «Levantad la cabeza, medio mundo mataría por vernos caer. No es momento de dudar, no les deis más motivos para dudar. Tienen que saber que ganaremos.»
Salió al porche para intentar contactar con Hawks pero tan pronto encendió el teléfono se vio bombardeada por notificaciones tanto de noticias como de menciones de su cuenta en redes. Y no eran precisamente mensajes de apoyo, ahora debía ignorarlos y llamar a su mentor. En cuanto llamó saltó el contestador.
—Estás llamando a Hawks, o estoy ocupado o no me apetece atenderte ahora mismo así que deja un mensaje tras el pitido, o no, probablemente tampoco lo escuche.
—Cerebro de pájaro más vale que la huida de Midoriya no sea idea vuestra o las plumas chamuscadas serán el menor de tus problemas. —finalizó el mensaje y continuó maldiciendo en voz alta. — ¿Se puede saber para qué tienes teléfono si nunca te molestas en contestar?
—¿Es un mal momento? — La sorprendió una voz a su espalda y si no hubiera reconocido a la chica del día anterior a tiempo no habría dudado en atacar. —Perdona, no quería asustarte.
Con el cansancio y el intentar contactar con Hawks no la sintió acercarse. «No debería bajar tanto la guardia. » —Discúlpame a mi, soy la que casi te lanza el teléfono a la cabeza. ¿Puedo ayudarte en algo? — dijo sonriendo tratando de disimular su asombro.
—No se si me recuerdas, ayer... Ayer fuiste a buscar a mi padre. —Sus ojos estaban rojos y su nariz seguía irritada. Probablemente siguió llorando mucho después de que ella se fuera.
—No es algo fácil de olvidar. — «después de los gritos de su madre no esperaba que nadie de su familia volviera a dirigirme la palabra. »
—Perdona, no... No debí venir. Perdona las molestias. — dijo la chica dando media vuelta. Kata estaba en el porche y la chica al inicio de las escaleras por lo que no podía alcanzarla así que usó una sombra para tomarla del brazo.
—No voy a retenerte si de verdad quieres marcharte, pero pareces necesitar hablar con alguien. Y yo puedo escucharte, sé por lo que estás pasando. — dijo soltándola mientras se sentaba en un extremo del banco enfrente de los dormitorios y la chica, algo dubitativa, se sentó al otro lado.
La chica no lograba sacar las palabras y aunque Katana no le puso prisa parecía frustrarse consigo misma. —¿Qué tal si empezamos por algo más fácil? —la reconfortó con una sonrisa. —Yo soy Hiroko Katana y tengo 16 años ¿Y tú?
—Sasaki Yumiko, tengo 14 años... Has dicho que sabes por lo que estoy pasando. ¿Ha sido en la guerra?
—He visto a muchos caer en la batalla, algunos de ellos conocidos. Y probablemente pierda a muchos más. Pero no me refiero a ellos. —Dejó caer su cabeza en el banco para ver el cielo parcialmente nublado. — Dentro de una semana hará 3 años desde la muerte de mi madre. Así que sé lo que es sentir que es el fin del mundo. Y de alguna forma fue el final de la vida que conocía.
—¿Cómo sigues adelante? ¿Cómo vuelves a sonreír? ¿Cómo puedes seguir luchando?
—No te mueres. —Si no fuera por la seriedad de Kata la chica habría pensado que se trataba de una broma. — Buscas algo o alguien por lo que vivir. Se que dicen que no hay que vivir por otros pero a veces es lo único que te mantiene con vida. Yo lo hice por mi hermano, o mejor dicho, gracias a él. Y un día me di cuenta de que no quería morir... quería vivir, tenía que recuperar mi vida. Tenía que volver a salir con mis amigos, recuperar mis aficiones, recuperar mis sueños o encontrar nuevos porque si pudiera verla ahora mismo no sería capaz de mirarla a la cara y decirle que he tirado por la borda todo por lo que ambas luchamos.
—¿Dejará de doler?
Giró la cabeza para mirar a Yumiko.— ¿Querías a tu padre? — Evidentemente la chica asintió. —¿Le quieres ahora? — la chica repitió el gesto anterior. —¿Dejarás de quererle?
—Nunca. — y mientras decía eso las lágrimas volvían a caer..
—No te voy a mentir, es duro cargar con ello pero no tienes que cargar con ello todo el tiempo. — Se acercó a ella para apoyar su mano en su hombro. —Y sé que probablemente no me creas. Y sé que ahora mismo te parece imposible de imaginar pero no todos los días serán malos. Tendrás que luchar por esos días y los que te quieran lucharán contigo. Mientras vivas, no todo está perdido, puedes seguir adelante.
—Es que... No sé cómo hacerlo.
—No tienes elección... — La chica dejó de tratar acallar sus llantos y Kata solo pudo esperar a su lado susurrando lo que ella creía que podía ser reconfortante. Todo estará bien. Llora lo que necesites. Sé que es duro. Todo estará bien...
Énouement: Cuando una situación difícil ha sido superada satisfactoriamente y recordamos toda la angustia que esto nos generaba, desearíamos regresar y auto consolarnos dándonos a conocer que seremos capaces y todo saldrá bien.
Tras dejar a la chica su teléfono empezó a vibrar.
—¿Diga?
—¿Hiroko-san? Soy Todoroki Fuyumi, la hermana mayor de Shoto.
—Sí, te recuerdo ¿Necesitas que le diga algo? Juraría que ha salido a patrullar..
—No, no tiene nada que ver con mi hermano. Sino con el tuyo.
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Mha - El pasar de las nubes
Fanfiction"Tu deber nunca fue salvarme..." Katana Hiroko siempre ha sido una entusiasta de los héroes. Había escuchado cantidad de historias sobre el potencial de su tío, Oboro Shirakumo y por supuesto, del accidente. A pesar de no haber heredado su singular...