58. Seguir en pie

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          Knock, knock, knock...

         —Adelante. —Tan pronto como escuchó la respuesta se arrepintió de haber ido. Pensó en irse pero alguien abrió la puerta, sin su traje ni el pelo engominado ni su característica sonrisa no era fácil identificarlo pero supo enseguida que se trataba de su profesor de inglés.

         Su mirada no decidía un punto fijo y deambulaba entre el profesor a su derecha, el de la camilla con un parche y una pierna menos que hace tres días y sus manos incapaces de quedarse quietas.

        —¿A qué has venido?

        —Yo... — «¿Por qué habló de mí a la policía? ¿Cree, creéis que soy la que ha estado filtrando información? Yo no he hecho nada... ¿Cómo digo eso sin parecer más sospechosa? Yo no he hecho nada. Creí que podía confiar en usted...» —Yo creí... creí que querríais saber que Sushi y Kumo están bien. Fui... fui a buscarlos.

        —Gracias, estoy seguro de que Kayama... y Oboro te lo agradecen también. — Ahora su mirada estaba clavada en el suelo.

        —¿Hay algo más que quieras decir? Puedes confiar en nosotros. — trató Present Mic de alcanzar el hombro de la alumna con una sonrisa que intentaba ser reconfortante pero Kata esquivó la mano del adulto negando con la cabeza. Era mentira, era evidente que era mentira pero en ese momento todos interpretaban un papel. Así que la función continuaría, con Kata preparada para salir de escena.

          —Midnight... Midnight-sensei «ya no es tu profesora» ¿Ella también creía que yo era la traidora? ¿Murió pensando que era una villana? Cuando dijo... Cuando dijo que confiáramos en nuestros compañeros. ¿Lo dijo...

          —Kayama siempre confió en ti. Nunca se le pasó por la cabeza que pudieras ser algo que no fuera una heroína.

         —Gracias. — dijo haciendo una mueca que parecía el inicio de una sonrisa. «Si confiáis en mi o no, no quiero saberlo. No todavía»

"Acta est fabula": La función ha terminado.

•••

         —Hola mini Aizawa, me han dicho que tú te encargas de las patrullas.

         —¿Mini qué? Da igual, tú tienes... —balbuceaba rebuscando entre un montón de folios escritos a mano y mapas de la ciudad. —patrulla nocturna. —mostró un mapa con el recorrido y los horarios.

        —Pero empieza a las ocho de la noche.

        —Es lo que tiene una patrulla nocturna.

        —Gracias, no me había dado cuenta. — Kata rodó los ojos mientras daba golpecitos en la mesa. —¿Y no tenéis nada que pueda hacer? No es que sobren manos ahora mismo. O patrullas extra o algo.

        —La idea es que U.A no se quede vacía así que es mejor que te quedes además que tu patrulla será hasta las 4 de la mañana.

        —¿Me vas a hablar tú de dormir? ¿En serio? — Umbra observaba el pilón de folios, centenares de patrullas compaginadas en menos de 2 días. Shinso se limitó a resoplar.

        —Aoki-san ¿Tareas pendientes? —preguntó el chico a su compañera de general. La chica miraba por encima del folio y volvía a esconderse tras él, sin responder. —¿Aoki-san?

        —S-sí, emm... Los de apoyo necesitan transportar muchas piezas pesadas. —dijo precipitadamente y volvió a mirar a Kata de arriba a abajo. —Perdón tal vez sea mejor...

         —No, todo mío, dime dónde está lo que tengo que llevar.

         —Del Gimnasio Gamma al aula de apoyo

quisling: traidor, alguien que ha perdido tu confianza

•••

        —¡Entrega especial para los de apoyo! ¿Dónde dejo- — al abrir la puerta alguien se abalanzó sobre ella. —¿Kenzo?

        —¿Por qué no me has llamado? — dijo estrechándola entre sus brazos —Te he mandado un millón de mensajes. Lo último que supe de ti es que fuiste a una misión y no volviste y luego las noticias. —de pronto la tomó de los hombros para apartarla con cuidado. —¿Estás herida? —La inspeccionó de arriba a abajo en busca de los vendajes que vio en las fotos de la televisión.

         —Por suerte ya no porque habrías acabado de partirme las costillas.

        Aún preocupado la tomó de la cara para obligarla a mirarle, inclinó su cabeza a un lado y luego al otro, apartó un mechón de pelo para ver mejor la cicatriz sin añadir nada además de acentuar la preocupación en su rostro.

          Kata lo tomó de la muñeca guiándolo para que la soltara, y trató de reconfortarlo en vano con una sonrisa. —Siento haberte preocupado, pero ya no tienes que hacerlo. Estoy bien. De veras.

          —¡Con esto podremos acabar esa preciosidad! — declaró Mei rompiendo la barrera frente a la puerta que habían formado como si no se hubiera percatado de su presencia.

         Resultó que esa "preciosidad" no estaba en el aula de apoyo sino que era TODOS los edificios de la preparatoria, aunque las últimas piezas eran tan solo para la entrada del edificio principal. Así que sí, tuvo que volver a transportar todo aquel material. Resultó que aquel proyecto monumental era obra del director. En caso de emergencia, la gente no evacuaría sino que el mismo edificio iría bajo tierra hacia diversos refugios. Sin saber cómo, acabó ayudando a sujetar las piezas mientras las soldaban. Era tedioso pero no habría sido problema de no ser por la molesta conversación.

         —No soy una cría. Puedes dejar de tratar de "salvarme".

         —Solo digo que no debe ser fácil haber visto morir a Midnight.

         —Y yo te digo que estoy bien.

         —¿Igual que hace tres años? o no se ¿hace unos meses? ¿Vas a fingir que no te sientes culpable de que a pesar de todo el entrenamiento no pudiste salvarla al igual que tu madre?

          —Mi madre ya es agua pasada.

         —¡En la que casi te ahogaste!

         —Okinawa-san ¿Qué es lo que pretendes?

         —Solo quiero ayudarte.

         —Pues no lo parece. — Finalmente pudo soltar la última pieza. —Hemos acabado, igual que esta conversación.

         —Pero estás sufriendo... Puedo sentirlo.

         —¿Y? — El chico parecía desconcertado por la respuesta. —Es duro seguir en pie cuando todo se desmorona pero alguien debe hacerlo. No es el momento de llorarles, y aunque lo fuera, no estarán menos muertos por ello, ni dolerá menos porque no me importarán menos. Lo que puedo hacer ahora es asegurarme de que no fuera en vano. Mientras pueda ayudar a cumplir el propósito por el que murieron — Un par de niños pasaron corriendo delante de ambos. — Mientras mi esfuerzo sirva para que ellos tengan futuro, yo estaré bien. ¿Lo estarás tú?

Meliorism: la creencia de que el mundo puede ir a mejor.

Mha - El pasar de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora