Mha - El pasar de las nubes

26. Rescate

—¿Le habéis pedido a Momo que os hiciera una copia del GPS? — dijo Kata a espaldas del bicolor y el pelirrojo, asustándolos.

—Hiroko-san ¿Qué haces aquí? — preguntó Todoroki.

—Hay 4 compañeros hospitalizados aquí... Además escuché que Momo había despertado. — respondió la chica. —Entonces... ¿planeais ir a por él? — Ambos chicos asintieron —¿Cuándo vamos a hacerlo?

—Mañana por la noche, quedaremos en frente del hospital. — respondió Kirishima entusiasmado.

Al día siguiente Midoriya despertó tras dos días sin poder visitarlo por su frágil estado. Momo seguía hospitalizada pero solo Jiro y Hagakure seguían inconscientes. Toda la clase A había quedado para visitar al peliverde y regalarle un melón.

—All Might dijo que solo podía salvar a quienes podía alcanzar. Y yo lo tuve enfrente. No pude salvar a alguien en frente mío. Tenía que salvarlo, para eso era mi singularidad. — se martirizó el peliverde.

—Entonces salvemoslo esta vez .— Kirishima le extendió la mano.

—Debéis dejarle esto a los profesionales. — proclamó Iida claramente alterado. —Esto no es trabajo para unos estudiantes.

—¿Crees que no lo sabemos? pero... no pude hacer nada. — apretó los puños Kirishima. —Sabía que iban a por mi amigo y lo único que pude hacer fue esperar encerrado en un aula. Si no hago algo... ¡¿Cómo podré considerarme un héroe?!

—Kirishima, baja la voz. Esto es un hospital. — susurró Kaminari.

—Usar sus quirks sin permiso va en contra de la ley... Sería actuar como villanos. — se sinceró Tsuyu.

Tras la negativa de sus compañeros, fueron echados de la sala por un médico y los alumnos se dispersaron para visitar al resto de heridos.

•••

Llegada la noche...

Kata, Todoroki y Kirishima esperaban impacientemente a que la azabache apareciera, temiendo que se hubiera arrepentido. Ella apareció junto a Midoriya, ambos vestidos de calle. Iida también apareció...

—¿Por qué teníais que ser vosotros? Los que me detuvieron cuando me dejé llevar, los que recibieron la amnistía conmigo— La ira que había mostrado el delegado esta mañana se había transformado en decepción. —¿Por qué queréis cometer el mismo error?

—¿De qué hablas? — «Es cierto, lo del asesino de héroes no se hizo público por lo que ni Kirishima ni Momo saben nada de lo ocurrido»

—Aún somos menores y U.A. ya está en muy mala posición ¿Quién se hará cargo de vuestros actos?

—No es que creamos que esté bien romper las reglas... —Midoriya trató de explicarse pero Iida fue a darle un puñetazo. Kata creó una sombra que hizo de muro entre los dos chicos.

—¡¿Tú mismo error?!¿Acaso es una broma? —tal vez Midoriya tratara de ser más comprensivo pero Kata no podía serlo, no cuando la acusaban así y trataban de agredir a su amigo aún algo herido. —Sí, estamos rompiendo las regla, y sí, está mal pero yo no voy a matar a alguien por venganza.

—Hiroko-san, basta... —trató de detenerla Midoriya pero ella lo ignoró.

—Tú fuiste a una misión suicida a matar al asesino de héroes sin que te importara las vidas que pusiste en riesgo. Nosotros vamos a salvar a un compañero que fue secuestrado igual que fuimos a salvarte el culo en aquel callejón y que si no lo hubiéramos hecho seguramente ahora estarías muerto. — Pagó toda su rabia con él, no solo su enfado por aquella ofensa sino también toda su frustración y preocupación — Y tal vez Bakugo lo estará si no hacemos nada.