10. Empezar de cero

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Ansiosa, emocionada e impaciente Kata esperaba que fuera la hora de ir a su primer día de clase como si volviese a tener 6 años. Deshizo e hizo el nudo de la corbata 5 veces hasta quedar satisfecha y estuvo cerca de diez minutos debatiendo si recoger o dejar suelto su pelo oscuro para finalmente trenzarlo. Cuando finalmente fue la hora de dirigirse a U.A. miró una última vez el recorrido y se puso en marcha.

Allí estaba, frente a los inmensos muros de U.A. los muros donde estudiaron sus padres como ingeniera de apoyo y alumno de gestión y su tío como aspirante a héroe.

Al llegar la clase todavía estaba prácticamente vacía y le llamó la atención dos chicos que discutían a pesar de ser el primer día de clase. El rubio del quirk explosivo tenía los pies sobre la mesa y el chico de gafas y pelo azul no parecía muy contento. Los ignoró y se sentó esperando a que la clase iniciase. Le sorprendió ver al chico de pelo verde en la puerta y parecía conocer ya a algunos alumnos. se quedaron hablando en la puerta hasta que una voz los detuvo.

—Esto no es un patio de colegio — regañó aquella voz conocida.

Kata maldijo en voz baja, sabía que era profesor pero tenía esperanza de que estuviera en otra clase. Y para el colmo era su profesor de aula. Se presentó y fueron al exterior.

Ya nos conocemos las pruebas y no hay nada destacable que decir así que... después de las pruebas

Para sorpresa de todos, nadie fue expulsado. Ni siquiera el torpe de pelo verde. Ahora Kata ya entendía porque no usó su quirk contra el villano, por lo que se rumoreaba había destrozado el robot de 0 puntos pero acabó con un brazo y ambas piernas rotas. ¿Acaso no puede controlar su propio quirk? Pues claramente no, aunque nadie sospecha el porqué. Al salir encontró a Okinawa-san por lo que decidió ir a saludar.

—He oído que uno de los alumnos de recomendación rechazó la oferta y tomó el examen normal, no tienes nada que ver ¿ verdad? — insinuó el chico a lo que Kata negó con una sonrisa juguetona. De pronto, esta se detuvo a mirar un grupo de 3 estudiantes.

—Ves a hablar con ellos. — dijo Okinawa

—No he venido a hacer amigos. 

—¿Y para qué has venido a hablar conmigo? — No tenía ni idea de porque lo había hecho, tal vez porque era lo único conocido— Además, ¿Piensas pasar otro año sola?— le insistió pero esta se negó, después de todo sus amigos le habían dado la espalda y Okinawa solo le tenía lástima. —Eres del programa de heroísmo, no solo serán tus amigos o tus compañeros sino tus aliados. 

Finalmente aceptó a regañadientes y se unió al grupo. Tenya Iida, Ochako Uraraka e Izuku Midoriya. No se conocían de antes, contrariamente a lo que pensó en un primer momento, pero todos parecían admirar a Midoriya. El quirk de Midoriya será algo destructivo (sobre todo para el usuario) pero sin duda sus acciones incitaban a otros a actuar. Se limitó a escuchar en silencio, sin mostrar muchos signos de estar escuchando, pero el ambiente no le resultó incómodo. La Kata despreocupada y extrovertida no iba a volver, pero no necesita desaparecer del todo.

Serendipia: hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra  cosa distinta.

Mientras cruzaba la puerta junto a sus nuevos compañeros se giró una última vez en busca de unos ojos canela, ya familiares. Un grupo de alumnos de apoyo reía y bromeaban despreocupadamente. Cada uno había tomado su camino. «Tendré que empezar de cero...»

Mha - El pasar de las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora