Capítulo 9

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El hecho de que a ellos le pareciera extraño que Jungsoo me recomendara en el bar como referencia no únicamente aumentó mis razones para sospechar que el sujeto era raro; sino también, me sentí receloso con la gente que le rodeaba, ya que esta est...

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El hecho de que a ellos le pareciera extraño que Jungsoo me recomendara en el bar como referencia no únicamente aumentó mis razones para sospechar que el sujeto era raro; sino también, me sentí receloso con la gente que le rodeaba, ya que esta estaba de igual forma salpicada de su rareza, llegando así, a un punto que empecé a sospechar de mí mismo por ser posible una parte de ellos. La idea me disgustó. Quizás estaba siendo exagerado y paranoico, tal vez solo eran personas amables y, yo al haber salido de una situación de mierda, me encontraba a la defensiva todo el tiempo de modo innecesario. Ocultando aquel Yeonsuk herido de la vista mundana, y, mientras este se sanaba por su cuenta en la penumbra solitaria en la que estaba acostumbrado a permanecer en situaciones similares, debía mantener la guardia alta, impidiendo que alguien llegase a notar ese lado de mí tan roto. Sonaba un acto cobarde e infinidades de veces me llamaba de ese modo por muchos motivos, pero a ese punto de mi vida no me importaba, ya que no estaba listo para dejar ir muchas cosas. 

 Aun cuando eran dolorosas. 

Cuando el dueño del bar regresó su vista a mi dirección, traté de mantener el contacto visual, este me analizó por varios segundos antes de apoyar sus codos en la mesa que tenía frente a él, manteniendo ese porte misterioso. No era necesario tener un don para no saber lo que estaba pensando en ese momento, quizás se encontraba reconsiderando el contratarme, ya que después de todo era un desconocido para todos los presentes, incluso para Jungsoo. Y eso solo aumentaba mi incertidumbre del que pudo haberles mencionado a esas personas para hacerlos lucir tan intrigados de mí. 

—¿Debo traer mi currículum impreso o desea que se lo envíe por correo? —pregunté, este negó con la cabeza al instante. 

Eso era mala señal. 

—No es necesario. Tengo toda la información que necesito allí. —Miró con brevedad la computadora y mi angustia aumentó—. No es un contrato fijo, solo será un reemplazo, ya que nuestro mesero tuvo un incidente y debe guardar reposo por cuatro semanas. 

Arrugué el entrecejo en respuesta. 

—¿Cómo supo usted de mí? —Me dedicó una sonrisa extraña. 

—Hablé con Park esta mañana, me comentó sobre tu nombre y decidí investigarte. Como decía Noah. Jungsoo no es el tipo de empleado que recomienda personas al azar al bar, así que no tardé en dar con tu información, ya que después de todo, es internet. Todo está allí. —Apoyó su mentón en el dorso de su mano sin apartar la mirada de mí, mientras que con la otra golpeteó el material de la mesa—. Y no voy a negarlo. Me siento intrigado, ¿Qué hace un reconocido escritor Surcoreano en un pueblo fantasma al otro lado del mundo? 

Mi cuerpo se tensó en respuesta. Mierda. Lo que menos quería era que se supiera ese tipo de información, esa era una de las razones por las que había escogido Estados Unidos para tomarme un descanso, porque no tendría que preocuparme por ser reconocido en la calle. Hasta ese momento... 

EN DISTINTA SINFONÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora