Me removí como salchicha en asador en la cama, estirando mis extremidades haciendo ruidos sin ningún tipo de sentido, palpé a mis costados y al no sentir la presencia de Jungsoo abrí un ojo confirmando finalmente su ausencia, soltando un gruñido clavé mi rostro en su almohada e inhalé profundamente su olor, aquel que me había vuelto adicto, abracé a esta casi queriendo impregnar aquel aroma en mi piel, fue entonces cuando escuché actividad proveniente del piso de abajo acompañado de voces. La curiosidad y mi vejiga llena me motivó a salir de la comodidad de las sábanas y una vez atendí mis necesidades corporales, bajé a la primera planta sin siquiera tomarme la molestia en ponerme la camisa, ya que después de todo lo haría en el momento que tomara una ducha.
Entré a la cocina y lo primero que noté fue a mi hombre tatuado usando sus jeans de trabajo moviéndose por el espacio, sirvió el desayuno en la isla que usábamos de vez en cuando como comedor y fue allí donde noté que se encontraba nuestro inquilino comiendo en silencio mientras este tenía la mirada fija en mi pareja. La tuvo de ese modo hasta el momento que aparecí, sus ojos recorrieron mi torso y mis pantalones antes de dedicarme una sonrisa pequeña.
—Buen día, señor Gong —saludó este, el bajista suspendió lo que estaba haciendo para mirarlo con el entrecejo fruncido.
—Es señor Park, ¿Acaso quieres morir? —murmuró en tono bajo mi bajista, pero lo suficiente fuerte como para que yo lo escuchara desde donde me encontraba.Rodando los ojos pasé de largo para agarrar mi taza y me serví mi usual dosis de café mañanera.
—Oh, claro, olvidaba que ustedes son casados.
—Pues deja de olvidarlo o tendré que escribírtelo en la cara. —Era evidente que a Jungsoo no le parecía divertido ese tipo de provocaciones por parte del otro híbrido.
Y no iba a mentir, no me gustaba verlo de mal humor.
—¿Irás al taller? —interrogué llamando la atención de este.
Sus facciones se suavizaron cuando hizo contacto visual conmigo, pero eso no tardó mucho en el instante que sus ojos bajaron a mi pecho descubierto, su mandíbula se tensó antes de que se acercara a donde me encontraba en largas zancadas causando que mi corazón diera un respingo. Agarró mi cara y me atrajo a la suya para unir nuestras bocas entreabiertas, mis labios fueron succionados y mordidos de forma cruel y después sentí como su lengua atrevida invadía mi boca causando que mi garganta liberara un jadeo de gusto.
Entreabrí los ojos y en el momento que noté que su mirada oscurecida estaba fija en dirección a Matthew, supe sus intenciones, le estaba dándole una advertencia clara dejando que su demonio sacara sus instintos primitivos reclamándome frente a uno de los suyos. Sus dedos se clavaron en mi cintura y mi boca ahogó un gemido de su parte cuando mordí su lengua para que se apartara porque mis pulmones me estaban pidiendo oxígeno. En el momento que pensé que perdería la consciencia por la falta de este, se apartó depositando un beso inofensivo en la punta de mi nariz con una sonrisa satisfecha dibujada en su rostro atractivo.
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EN DISTINTA SINFONÍA
FantasyUn escritor de romance con el corazón roto, decide escapar a Estados Unidos en búsqueda de inspiración. Allí, en un pueblo peculiar, conoce a cierto hombre, que es adorado por todos, pero esconde un secreto perturbador que, accidentalmente, el prota...