Capítulo 36

74 17 15
                                    

«Yeonsuk Gong:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Yeonsuk Gong:

Mi valiente y pequeño caballero de radiante armadura», ¿Recuerdas que tu madre te llamaba de ese modo cuando eras solo un niño? Tu mamá no pudo escoger mejor forma de como llamarte, eres el niño más valiente, inteligente y generoso que un padre podía ser bendecido, porque sí, aunque no lo creas y estas palabras parezcan carentes de sentido viniendo de un hombre que solo te causó dolor y sufrimiento, son reales. Estoy seguro de que un millón de disculpas no serán suficientes para remendar la cantidad de errores que he cometido como padre y no caeré en la excusa de que la paternidad no viene con manual, tanto tú como yo sabemos que estaría de más decir eso.

Verte crecer fuerte y sano fue el mayor consuelo para esta mente enferma que tu padre era esclavo, el saber que serías capaz de seguir tus sueños me enorgulleció sin importar en que ámbito de esta sociedad horrible tú desempeñarías, sabía que destacarías en cualquier cosa que hicieras y supe que tu talento en el arte no fue una simple coincidencia, por lo que me aseguré que mi biblioteca tuviera cada libro que lanzaras para poder apreciar el talento que tenías en primera persona, lamento no haberte dicho lo mucho que me llenabas de orgullo, querido hijo, tu orientación sexual aunque al principio no lo acepté, nunca dejé de verte como mi pequeño y talentoso Sukkie. Estoy tan orgulloso de ti que mi único deseo es poder decírtelo sin perder los estribos.

Lamento que hayas tenido que conocer la peor versión de tu padre, tú merecías todo el amor y compasión del mundo, rezo para que algún día alguien te pueda amar de una manera inigualable; imploraré a los cielos para que la persona de quien te enamores te corresponda de la misma manera, te haga sentir único en todo el universo porque tú eres merecedor de eso.Te amo con todo mi corazón.

Tu padre.»

Las lágrimas no dejaban de bajar por mis mejillas, como decía en la misma carta, era incapaz de imaginar a mi padre haciendo o sintiendo ese tipo de cosas que especificaban aquellas palabras, pero tampoco podía invalidarlo, según mi terapeuta eso no estaba bien, ya que por muy cercano que fuéramos de alguien, era imposible empatizar al cien por ciento; jamás comprenderíamos de forma directa cómo aquella persona se sentía en realidad o qué era lo que pasaba por su cabeza estando en esos altibajos.

Arrugando aquella carta la introduje en mi bolsillo apretando mi mandíbula. Podía sentir perfectamente la mirada de Daehyun fija en mi persona, en mis acciones, en mi reacción. Todo fue analizado de forma meticulosa por él de forma silenciosa. Por un instante, me pregunté qué era lo que estaba pensando, cómo se sentía realmente con aquel tema. En caso de que también le hubiera escrito una carta, ¿Qué le habría dicho exactamente a él?

-También recibí algunas de sus pertenencias, la mayor parte de estas eran tu mercancía, libros, pinturas, realmente me sorprendió que este tuviera algo así en la clínica. -Lo miré, sintiendo como el nudo que se había formado en mi garganta se tornaba más y más asfixiante conforme los segundos iban pasando-. Le dije a Yongban que te llevara los libros, quizás podría ser algo que te interesaría tener.

EN DISTINTA SINFONÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora