Capítulo 33

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Mi mente divagó como aquellas nubes que rodeaban la aeronave al que habíamos abordamos unas horas atrás, para ese punto, la presión en mi pecho era insoportable; a tal magnitud que estaba seguro de que mis antidepresivos no eran capaces de lidiar ...

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Mi mente divagó como aquellas nubes que rodeaban la aeronave al que habíamos abordamos unas horas atrás, para ese punto, la presión en mi pecho era insoportable; a tal magnitud que estaba seguro de que mis antidepresivos no eran capaces de lidiar con ella, y, el solo recordar mi última noche en Northesden me hizo sentir impotente, triste y molesto conmigo mismo. Odiaba sentirme de ese modo, detestaba que las cosas se salieran de mi control. O al menos, que cualquier asunto terminase en malas condiciones. 

Y como era de esperarse, el recuerdo volvió a mi mente para recalcarme que tan estúpido era. 

 Entré a Baslam aquella noche después de haber hecho mis maletas horas antes, la sensación de nostalgia y tristeza se intensificó en el instante que me acerqué a la barra. Aproveché el momento que estuvieron libres de pedidos para despedirme de las chicas, fue entonces cuando lo vi. Jungsoo tomó el liderazgo en la banda como vocalista. Pero nunca imaginé que la canción que iba a cantar iba a herirme de una manera inimaginable, ya que la reconocí justo antes de que siquiera justo articulara la primera estrofa, To Each His Own por Talos, empezó a sonar. 

—«Si logramos avanzar mientras las aguas nos suben, las partes más difíciles se ciegan ante la razón, pierden de vista lo que va a venir. De lo que está debajo o arriba cayendo, manteniendo el sol bajo nosotros, viendo toda tu emoción» —Para ese punto, el nudo en mi garganta se sentía asfixiante, me era incapaz de dejar de mirarlo, especialmente, cuando el contacto visual era correspondido—. «¿Por qué pasaste tu tiempo liderando un coro cuando la guerra nos esperaba? Como si no lo supieras, ignoraste todas las malas advertencias. Encontramos nuestro final en una silenciosa mañana cayendo bajo el frío.» 

«Lo siento, Jungsoogie, lo siento tanto», pensé sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas con la misma intensidad que mi corazón galopaba de manera dolorosa contra mi pecho. 

—«Yo tomaré el desierto, tu toma la costa. Pero cada quien en lo suyo. Yo tomaré el desierto; si logramos avanzar mientras las aguas nos suben, las partes más duras de tu silencio. Traté de dejar huella en la nieve que caía. Te dejaremos aquí, tú sabes...» —Su cálida voz se rompió, por lo que no pudo seguir cantando, el público aplaudió, animando al bajista a continuar a con la canción, uniéndose así a esta, y allí estaban todos, cantándome de manera indirecta un mensaje bastante claro. 

Para ese punto, solo quería mandar al diablo todo y subir a ese escenario para consolar a mi hombre. Deseaba disculparme por comportarme como un idiota, pero sabía que no podía poner en riesgo su vida, consta de mis necesidades personales. Sacudí mi cabeza al escuchar la voz de Yujeong llamar mi nombre porque este se había dado de voluntario para acompañarme. Centré mi atención en él desechando mis lamentos internos, o al menos, eso lo intenté. 

EN DISTINTA SINFONÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora