6. Ophelie's

187 21 109
                                    

—¿Seguro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Seguro... que no habrá problemas?

—Es un poco tarde para eso, ¿no lo crees?

Daniel se rio con su propia broma. Jesse se encogió en su asiento con la cabeza gacha.

—Tranquilo. No los habrá, Jess. Yo también he estado posponiendo mis vacaciones. El director Garner no estaba muy feliz, pero sabe que es bastante menos inconveniente autorizar bajas médicas que indemnizar empleados por un accidente laboral.

—No estuvo bien acorralarlo de ese modo...

—No estamos haciendo daño a nadie. Ya pospuse las citas de mis pacientes. Y Diane quería el puesto de Charis, ¿no? Bien, que lo tenga por un par de días, a ver qué tal le va. Y estoy seguro de que sobrevivirán sin ti. ¿Te estás arrepintiendo? ¿Luego de que fuiste tú la mente maestra que maquinó el plan?

Jesse suspiró, inhalando por la ventanilla abierta.

—No es eso...

—Oh, vamos..., acepté esto porque las condiciones eran razonables. —Daniel alargó una sonrisa, y apartando una mano del volante le palpó el hombro—. Además, no te estamos haciendo un favor. Por el contrario.

Jesse respiró otra vez; pero en esta ocasión, más parecido a un respiro aliviado, que a los pesados suspiros que habían estado colmándole el pecho desde que había echado a andar el plan.

Jesse respiró otra vez; pero en esta ocasión, más parecido a un respiro aliviado, que a los pesados suspiros que habían estado colmándole el pecho desde que había echado a andar el plan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Vacaciones en mis vacaciones! —exclamó Beth—. ¡Mira nada más qué suerte!

Charis metió las últimas cosas dentro de su bolsa, y deslizó la cremallera para cerrarlo:

—No se trata de suerte. La única razón por la que esto es posible es gracias a que Jesse resultó herido. En cuanto a mí, cuando llegue habrá una caja de cartón vacía sobre mi escritorio. Y tendré que mirar a la cara de alegría de esa rubia odiosa mientras la lleno.

—Vamos, no pueden echarte por esto. Tu doctor estimó conveniente que te tomaras unos días, y todo lo que estás haciendo es utilizar la baja médica que te extendió.

Monochrome | TRILOGÍA COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora