11. Error Fatal

165 22 129
                                    

«—¿Qué

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«—¿Qué... fue eso, Jess?... ¿Con quién hablabas?»

«—Con... nadie.»

«—¿Qué quiso decir el oficial Jiménez?»

«—No lo sé...»

«—Jess... ¿qué está pasando?»

«—Nada...»

«—Lo estás haciendo de nuevo. Pensé que-...»

«—¡No es asunto tuyo, Charis!»

Después de contar a Daniel todo lo sucedido desde su llegada a Sansnom hasta ese punto, confiando en que no tendría más problemas, Charis pudo regresar al fin a su apartamento e instalarse allí, solo después de limpiar y ordenar el desastre dejado...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de contar a Daniel todo lo sucedido desde su llegada a Sansnom hasta ese punto, confiando en que no tendría más problemas, Charis pudo regresar al fin a su apartamento e instalarse allí, solo después de limpiar y ordenar el desastre dejado atrás en su abrupta partida.

Mason permaneció en el hospital, progresando en una muy lenta mejoría. En cuanto estuvo consciente, Charis le comunicó sobre la partida de Marla y fue algo que él pareció aceptar sin que le causara mayor sorpresa.

Charis no siguió adelante con la denuncia contra él. Los dos tenían ya suficientes problemas; por lo cual, poco antes de que saliera del hospital, respaldada por su padre, Preston, y por su hermano, Noah, llegaron los dos a un acuerdo que Mason aceptó sin objetar: ella retiraría los cargos, pero la orden de restricción se mantendría. Y él jamás volvería a molestarla, o le caería todo el peso de la ley.

Por lo cual, una vez su hermano salió del hospital, él regresó a su vida, y Charis regresó a la suya. No volvió a verlo después de eso.

Si algo bueno le trajo la situación, fue que a partir de ese momento Charis empezó a visitar a su padre cada fin de semana, y a llamar y visitar a Noah cada vez que podía, con lo cual pudo conocer a sus dos sobrinos, Jeremy y Timothy. Tampoco se olvidó de Marla. Desde la noticia de su partida, comenzó a llamarla con frecuencia para hablar con ella, con Kim y con Dina. Jordan era demasiado pequeño para entender por completo el concepto de una llamada, pero se conformaba con oír su voz.

Sin embargo, aun cuando las cosas se rectificaban y todos los aspectos de su vida comenzaban a encajar otra vez, quedaban aún dos piezas obstinadas, las cuales permanecían fuera de lugar.

Monochrome | TRILOGÍA COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora