You Are My Best Gift.

4. Sam

De repente mi mente se activó en plena madrugada y abrí los ojos como si fuera de mañana para ir a la escuela.
No podía dormir. Realmente intenté volver a dormirme pero no pude. Algo estaba raro. Era una noche tranquila y muy oscura. Y además hacía calor.

-Cole, Cole..

Él hizo un gemido y después se despertó a medias.
-queeeeeeé- chilló

-¿no hayas algo raro? -pregunté con inseguridad.

Él se quejó.
-Son las tuberías, tranquilízate llevan quince años con esas tuberías viejas y feas.

-Pero no es....

-¡Samuel Johnson! Déjame dormir en el nombre de Sócrates.

-Yo no me llamo Samuel Johnson. Soy Sam. No Samuel.

-Para mí eres Samuel cuando me haces enojar.

-Eso no tiene sentido.

-sí que lo tiene, Samuel.

-¡que yo no me llamo Samuel! -repliqué

-¡Shhh! ¿Quieres despertar a todos? Demonios, Samuel. Eres muy imperativo.

-Yo nunca he sido imperativo, soy más perezoso que un koala

-Samuel, déjame dormir.

-pero...

-¡mañana es día de escuela! ¿Quieres hacerme un favor y dejarme dormir?

-de acuerdo....- dije a mala gana. Cole casi siempre ganaba estas peleas y siempre me tengo retractar con lo que tengo.

Tardé mucho tiempo en dormirme. Pero finalmente lo logré.
Soñé que Cole y yo íbamos al parque y nos encontrábamos a Heather que, tenía el cabello largo. Yo le preguntaba algo como "¿qué le pasó a tu cabello?" Y ella me decía algo como "Pues creció. ¿Acaso no lo ves?"
Luego el sueño cambió. Estábamos en una carretera en un mirador sobre una ciudad en la noche llena de luces urbanas y yo decía que era muy tarde, pero ella me decía que nos quedáramos un rato más. Y eso hicimos.
De repente nos encontramos en una playa llena de turistas con una arena blanca y un mar azul hermoso. Ella estaba de pantalones y zapatos al igual que yo. Supongo que una visita a la playa no estaba planeado. Ella me decía algo como "mira las olas" y yo las miraba, las olas chocaban entre sí sin sentido. Pensé que si te metías a esas olas, se subsanarían hasta lo más profundo sin poder regresar. Sin poder ver la luz del día o incluso sin poder darte cuenta de dónde estás. Ver esas olas era como ver un camino directo a una muerte segura.

Luego el despertador sonó y Cole y yo nos quejamos. Cole se veía más desvelado que yo. Él tiene un sueño muy delicado. Yo podía estar despierto en plena madrugada y despertarme como si nada. Claro, este no era uno de esos casos.
Lo primero que hice al llegar a la escuela veinte minutos antes fue ir al baño y echarle un ojo a mi apariencia. El mejor aspecto que he tenido ha sido para una cena con los Darcy. Simplemente fue estupendo. Aunque al final me abandonaron y eligieron a alguien más adorable que yo.
Nunca entendí porque no me quisieron.
Acomodé mi cabello de lado izquierdo y traté de descubrir más mi frente porque había visto un artículo sobre que la mayoría de los hombres lucen más atractivos con esos estilo de cabello. Lo cual a mi me funcionó de maravilla. No quería exagerar con que estuviera muy a la izquierda, solo quise verme bien. No ser exagerado.
Sonreía para ver que gesto podría hacer con las personas. Quiero ser carismático. Quiero agradarle a la gente. Quiero agradarle a Heather. Creo que ayer fue un poco rápido. Fui muy callado y cortante. No quisiera que piense otra cosa, no quiero miradas raras o tímidas. Estoy harto de ellas, ¿por qué nunca le puedo agradar a la gente que no sea Cole?
Cole apenas de soporta, Sam. Pensé y me hizo sonreír.
Me imaginé como vendría Heather hoy: su mochila pintada de colores de acuarela con su pelo castaño corto hasta los hombros cayendo en cascada y una sonrisa cálida que juraba intentar agradar. Heather es preciosa. Creo que es una de las cosas principales por las que me hace poner nervioso. Las otras razones no son muy buenas.
Espero encajar en la escuela. Espero tener muchos amigos y aunque vaya demasiado rápido, no alegaría sobre Heather y yo. Así somos los chicos, creo que saben lo que quieren.
Espero tener muchos amigos durante estas primeras semanas y dar una apariencia amigable y confiable. Basta de crueldades, Sam. Es hora de ponerse feliz.
Salí al pasillo. Listo para el día, dispuesto a cumplir mi meta a corto plazo.