Debía de hacer esto desde hace mucho tiempo atrás. Encaminamos hacia el cuarto 213 de la planta baja y entré sigilosamente.
-¿Fred?
-¿Samuel?
Fred era la única persona que me hacía sentirme genial llamándome Samuel.
-¡Fred!
-¡Samuel!
Entré a la habitación con una sonrisa y cerré la puerta para después acercarme a él y darle un ligero abrazo. Segundos después, nos separamos entre risas tranquilas y la plática comenzó como por arte de magia.
-¿cómo sigues?
-tú sabes...igual. Pero j'ai décide d'etre heureux...c'est meilleur pour la santé.
Sonreí al recordar a la frase de ese libro de francés que me había leído en la biblioteca hace tiempo. He decidido ser feliz, es mejor para la salud.
-estoy de acuerdo. ¿Cuándo va a salir de aquí?
-pronto, según los doctores. Debo de tener más cuidado.
-hey, todo con tenerlo de vuelta.
Mi maestro de francés es genial. A parte de que me enseñara todo lo que sé, su acento es divertido cuando habla inglés. Muchos lo confunden con un italiano.
Él sonrió tranquilamente y me miró.-pronto, Samuel. Pronto.
Después de un buen rato, terminamos de estar hablando sobre ciertas cosas que no interesaban tanto. Estaba contento de ver a Fred después de mucho tiempo, pero a la vez no tanto; él se veía muy flaco y pálido. No era el mismo desde hace unos meses.
-¿qué haces aquí? -preguntó él para calmar la tensión que se estaba creando en el cuarto.
Solté un respiro y sonreí con los labios juntos.
-vine a verle. ¿A qué más? -mentí-no, ¿qué clase de joven va a ver a un anciano en sus últimas?, ¿todo bien?
Fred me conoce demasiado bien como para pasarle desapercibida una mentirilla.
-bueno, supongo.
-¿por qué?, ¿Cole está enfermo de esas bayas venenosas del jardín de al lado otra vez?
-no, no. -solté una risa nerviosa al recordar esa vez. Cole comió según pequeñas moras, pero eran venenosas como el diablo. -vine a ver a alguien...y a usted.
-¿quién es ese alguien?
-esss...una amiga. -dije arrastrando la s, tratando de buscar palabras para no causar escándalo. Fred también eran de esos para buscarme novia, si le decía algo, se pondría demente.
-¿una amiga? -dijo en un tono picaron pero a la vez tranquilo. -¿quién es esa amiga?
-Fred...
-¡silence!, ¿le trajiste flores?
-¿qué?
-que si le trajiste flores
-eh, no...¿pero eso que...
-¡Samuel!, ¿Qué te he dicho sobre ser romántico?, las femmes adoran las flores. ¡Dale un ramo de flores a tu doncella!
-lo haré... -dije para calmarlo - lo haré...
De repente la puerta del cuarto se abrió y entró una enfermera.
-no se hacen visitas hasta las doce.-perdón.
La mujer se hizo a un lado de la puerta, haciéndome entender que me marchara, volteé a ver a Fred e hice una mueca.
-fue bueno verte de nuevo.
-ya nos veremos más seguido.
-adiós -dije con una sonrisa mientras me encaminaba a la puerta.
-¡no olvides esas flores!
-¡no lo haré!
OK YA NOS ACERCAMOS.
-Michelle:)
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You Are My Best Gift.
Teen FictionHeather siempre se preguntó cómo sería su vida si fuera normal. Ella es apasionada y aventurera, siempre quiere hacer algo nuevo y vanguardista en su vida junto a su única y mejor amiga, Bailey. Una chica popular y reconocida por su belleza, igual d...