You Are My Best Gift.

7. Sam

Mi autoestima se sentía genial hoy.
Creo que entre Heather y yo había una conexión especial de entendernos en ciertas cosas, lo cual facilitaba desarrollar más confianza entre nosotros.
Anoche le había a mostrado a Cole la foto instantánea que tomé de Heather y yo. Él me dijo que era muy guapa, y que lucía como Vilma de Scooby Doo. Eso me hizo reír durante el largo plazo de intentar dormir.

Soñé que llegaba mi día, lléndome en un taxi con mis maletas llenas de mi porquería barata, junto con mi cámara y todas mis películas y fotos con ella. Era perfecto, pero faltaba algo...y luego el sueño cambió. Alguien se estrechaba la mano con alguien y luego firmaban un papel. El papel del poder. Él me miró y luego miró a su esposa y sonrieron. Luego me dieron las gracias por todo y mi sueño se esfumó.
El despertador sonó tan de repente que, literalmente interrumpió mi sueño.
Mientras iba en el bus escuché una canción genial, y logré captar que la canción la escuchaba un chico llamado Jackson detrás mío. Tenía un mini plan para ser más amistoso con todos y tener nuevas relaciones. Quiero llegar al punto de una popularidad perfecta. Ser admirado y genial para todos.
El bus había parado ya en la escuela y todos bajamos. Logré llegar a las escaleras hablando con Jackson sobre música. Quería ser interesante, y a la vez saber el título de esa canción.

-¿Y qué hay con The Strokes? ¿Los has escuchado? -preguntó.

-He oído solo pocas de ellos. Son buenos, pero me iría a lo más clásico, ¿sabes?
Él hizo cara de asombro

-¿es enserio? Chico, yo pensaba que eras de esos rockeros alternativos que daban miedo, pensé que eras amargado y toda la cosa -y me dio un puñetazo leve en mi hombro.

-¿Acaso luzco como uno de esos chicos que piensan en el suicido?- pregunté
Jackson hizo una mueca de aprobación.

-Algo así- Y luego entré a clase, Jackson tenía Informática y yo tenía Inglés.

En Inglés me daba tiempo para reflexionar sobre lo que he hecho en la semana.

Y vaya que mi reflexión dio un cambio drástico al ver las cosas de diferente ángulo:
Estaba en plena mitad de la semana y ya me gustaba alguien que pude saber que siempre me había gustado pero no lo sabía. Hasta mí mismo me enredé.
No era ni la semana completa ya en mi nueva escuela y ya me estaba preocupando por no tener demasiados amigos, hacer un plan para tener agradar y pensar más en mi apariencia para todo el mundo. El año escolar era un resumen de tres días en este lugar y todo estaba muy avanzado, muy , muy avanzado para mí. Y no sabía si eso era bueno o malo, lo cual me desesperaba algo por progresar y saber.
Nunca pensé ser de esas personas de tener un amor a primera vista, o incluso ser enamoradizo con cualquiera (que, por cierto, no lo soy).
De hecho, nunca había tomado este tema enserio: nunca tuve novias, ni de chisme e incluso nunca me gustó alguien. Y por eso creo que Heather me hizo pensar tan así. Me refiero sobre lo de ir tan rápido. ¿Acaso es así como todos lo hacen? No me imagino a un chico mirando a una chica de manera romántica desde hace cinco minutos que la conoció y ya le quiere preguntar por una cita.
Ella me hizo darme cuenta que una persona es capaz de hasta casarse con alguien que conoció ese mismo día. Pero que más da, ¿no? Suena tonto y desesperado, pero creo que Heather es hermosa y dos días con los demás fueron suficientes como para querer casarme con ella. Era como escoger a un perrito. Lo conoces a vista y sabes que es el indicado. Pero no sabes si el perro te querrá a ti por ir demasiado rápido. Todo mundo quiere escoger su perro y llevárselo a casa. Pero lo primero que se tiene que hacer es analizarlo. O al menos eso pienso. Y creo que suena algo mal.
Pensar en todo esto hacía que mi autoestima bajara y bajara cada vez más. Desde arriba hacia abajo. ¿y si ella solo me quiere como amigo? Sería tonto y algo raro pensar que durante dos días una chica con miopía y sangrado nasal te haya provocado las ganas de secuestrarla y llevártela a la cama durante todo el día para una experiencia sensacional.
Sólo digo. No es que haya sido épica esa imaginación...
Recuerdo que Cole hablaba sobre las chicas más inteligentes de la escuela. Decía que él podría conquistar la mayoría de ellas, pero todas lo rechazaron porque desde ese entonces Cole era aficionado a la magia. Y no todos sus trucos salían como lo esperado. Me pregunto si algún día yo podría llegar a ser tan enamoradiso como lo fue Cole hace dos meses. Creo que mi respuesta será no, y sí.
Pienso que no soy capaz de caer en esas cosas. No creo dejar de usar mi razón como para decirme que voy muy rápido y que debería esperarme. Y vaya que debo hacer eso, pero... Heather es muy, muy bonita. Y me hace caer en eso. Heather me hace ser un enamoradizo con ella, y creo que no tiene ninguna idea de ella conmigo de esa manera. Pienso ser como ella. No ser un enamoradizo.
El maestro de Inglés nunca nos hacía caso. Deseaba que mi maestro de todos los días fuera Haden. Él es genial y gracioso. No como el maestro Tarry, el maestro Tarry era un tonto. Quisiera que todos los demás de la escuela fueran como Heather o Haden. Así el mundo sería menos mierdoso.
Mi autoestima comenzó a subir cuando pensé en ellos. En dos simples días tuve un maestro genial, una apariencia diferente y una chica única. Debería comenzar a cambiar la idea, Cole siempre dijo que la tristeza es como el veneno, al consumirlo te destruye hasta desboronarse. Pero yo siempre opiné que la tristeza te tortura vivo, no te mata. Creo que eso sería peor.
Incluso, puedo decir que este año escolar me tiene muchas sorpresas: unos buenos amigos, popularidad, o incluso, una novia. Aunque la mayoría de las veces me deprimo. Siento que no hay esperanza porque siempre estoy con los peores momentos. Soy una persona fracasada. En mi escuela anterior nadie sabía mi secreto, pero cuando el director habló conmigo sobre que debería revelar mi secreto y hacer aceptación sobre mí, acepté hacerlo y todos me marginaron. Creo que desde ahí se hizo un problema para mí. Y pensar en una nueva escuela en donde nadie me conoce creo que fue una buena decisión.
Cole me dijo que a la vez era bueno esto, y a la vez no. Nunca entendí por qué me dijo eso. Supongo que soy muy tonto para reflexiones poéticas.