52. Heather

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Venice beach era un lugar extremadamente caloroso.
Sam y yo andábamos en mi Penny entre la pasadera de la gente turística que venía por la misma razón que nosotros: éramos unos blanquitos escuálidos.

Yo le estaba enseñando a Cole en la patineta, pero él era muy tembloroso así que me había rendido por un momento. Luego Denisse y Susan fueron a tomarse fotos en la orilla del mar mientras nosotros tres seguíamos jugando como tontos.
Sam tenía unos lentes de sol y comencé a reírme profundamente porque me había recordado a aquella vez que nos cayó la lluvia y él tuvo que quedarse en mi cuarto comiendo galletas y probando piña colada en vapor.

Rezaba durante todo el día para no tener una de mis escenas, me podía imaginar a todo el mundo gritando "¡se está muriendo!" Ó "¡un doctor, un doctor!" por dios santo, tenía una gran probabilidad de quedar mal enfrente de la genial familia de Sam.

Pero no, nunca estuve tanto al pendiente de eso. Tenía mi plan de correr rápido al baño y encerrarme hasta que parara, de ahí me limpiaría la cara y nada habrá pasado.
Sólo estaba deseando con todas mis ganas de que eso no pasara. Era un plan útil, pero eso no le hacía el mejor.

-maaaar. -le avisé a Sam como recordándole que teníamos que entrar.

Él rió nerviosamente y luego tomó mi mano. Los tres fuimos a las orillas del agua y nos adentramos un poco.

Claro, yo tenía mi tonto traje de baño.

Era una chica debilucha, era tan escuálida que no lucía tanto de mi edad, pero aveces tenía mis ventajas.

No, no tienes tantas ventajas para el mar, Heather.

Comencé a molestar a Sam salpicándole agua a sus espaldas, pues apenas el nivel de profundidad estaba debajo de nuestras rodillas. Él solo volteaba hacia mí y me echaba una mirada molestosamente tolerante.
Sabía que se estaba guardando las ganas de devolverme la salpicada.

-haces mal, Heather Nelson. -dijo como si fuera el error más grande del mundo.

Pero yo sólo me dediqué a seguirle salpicando mientras Cole y yo nos reíamos de él.

-ya estás empapado. -le hacía saber Cole.

-gracias por informarme.

Y yo le volvía a salpicar.

Comencé a reírme más fuerte al lado de Cole y entonces Sam de repente corrió hacia mí y me cargó en sus brazos. Yo me retorcía y le exigía piedad, pero al mismo tiempo tenía mi ataque de risa en mi voz.

-¡Sam, bájame ya!

-¡te dije que era mala idea! -Él comenzó a adentrarse al mar conmigo a los brazos y la profundidad comenzó a aumentar.
Mis pies rozaban el agua y seguía luchando por bajarme, pero él era un fuerte.

-¡Sam, noooo!
Una ola se acercaba, no era la gran cosa de tamaño pero era muy, muy considerable. Sabía perfectamente lo que haría. Y todas las salpicaduras que le había tirado iban a ser vengadas.

-¡cierra tus ojos!
Y lo hice. Lo último que logré ver fue a la ola a un metro de nosotros. Esperaba ser soltada por él y caer en el agua fría, pero eso no pasó. Aún sentía sus brazos tomándome mientras estaba sumergida, y entonces entendí todo.
Profundidad, lejos de todos, dentro del agua...sin nadie que nos perciba.

Sentí unos labios besar los míos. Él me soltó de sus brazos y me tomé de su cuello y hombro para no dejar que la corriente me llevara. Y entonces él se separó.
La corriente me llevó tranquilamente hasta cerca de Cole y no vi a Sam salir a la superficie. Buscaba con la mirada pero nada...

-¡Boo! -sentí unas manos en mis hombros y me volteé a verlo con cara de "dios mío, no vuelvas a hacer eso otra vez o te mato."

-¿cómo hiciste eso? -grité en enojo divertido.

-un mago nunca revela sus secretos.

Cole lo miró como si fuera un idiota.
-Te viniste a tres metros distanciado de ella y te saliste con tal de que no te viera.

-¡shh!

Reí.

-el gran mago.

-Así es.

Luego Susan y Denisse se juntaron con nosotros para tomarnos más fotos. Parecía que ella y Sam tenían algo en común.

Después de la playa, regresamos a la casa y yo me despedí de todos porque tenía que volver pronto, enserio me había gustado salir con ellos y esperaba tener más salidas así.
Aunque no me sacaba de la cabeza sobre que mi mamá se preguntaría todo el día sobre qué tanto hice para estar tan requemada.

Sam y yo quedamos de vernos este sábado en el camino secreto porque estábamos algo ocupados con los exámenes que se acercaban cada vez más y más.

OKAY OKAY. YA ESTOY ESCRIBIENDO MAS SORRY :(
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-Michelle:)

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