5. Heather

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Mi primera hora fue aburrida. Las dos que faltaban eran de Literatura, todos leímos Romeo y Julieta que, al poco rato lo terminé. Pues semejante libro era tan delgado como Paris Hilton. Y salí temprano a desayunar, me senté en una mesa en donde quise (pues todo estaba solo) tocaron la campana y la manada de gente salieron a desayunar. Entonces comencé a darle un mordisco a mi sandwich y logré notar que Bailey se había sentado con Jackson y otros chicos desconocidos para ella y para mí.

Lo sabía. La gente que Bailey conoce son las mismas personas que conozco. Bailey estaba en un lugar desconocido a excepción de su novio. Estaba sola en la mesa, ella y yo hablamos sobre esto: yo tengo que darle espacio para su relación con su novio. No me enoja ni me importa tanto. Si yo tuviera novio, le diría lo mismo. Tienen que tener un espacio personal. Y creo que eso está bien, excepto cuando te sientas con gente totalmente desconocida. Ahí hay algo para alegar.

Comencé a pensar que sentarse sola era un poco deprimente. Le di unos mordiscos a mi sandwich otra vez y al poco rato noté a Sam echando miradas para buscar un lugar en donde no lo echaran a patadas. Entonces le hice un gesto para que viniera a sentarse conmigo. El se encaminó hasta la mesa y se sentó con su comida y me dedicó una sonrisa.

-¿por qué tan sola? -preguntó

Le quise preguntar que por qué tan feliz, pero me pareció algo inapropiado por lo de ayer. Pues lo había visto todo callado y reservado. Le seguí la conversación.

-¿Por qué no?- le devolví la sonrisa. Tenía que disculparme por lo de su chaqueta. Siempre me pasa con personas que están cerca de mí. Siempre terminan manchadas de mi sangre y yo siempre tengo que disculparme por haber arruinado su atuendo preferido. Siempre tengo que hacerlo.

Comenzamos a comer. Yo comí un sandwich de queso con uvas verdes y un jugo de piña con agua mineral. Sam comía un sandwich igual al mío con trozos de manzana y agua natural. Ya de haber terminado, quise tocar delicadamente el tema de ayer.

-Siento haber manchado tu atuendo ayer. -Dije mientras me comía discretamente una uva verde que se me había escapado del plato.

-No, no importa. -Sam le dio un trago a su agua, lo cual me hizo sentir un poco culpable.

Pero quise insistir.
-¡claro que sí! Es tu playera con tus pins y parches geniales... Si quieres yo..

Él interrumpió.
-Heather, enserio. Está bien. Digo que no importa porque tengo muchas iguales.

-¿muchas? -pregunté como si no me lo creyera- ¿Iguales?

-sí, tengo como seis iguales. Solo que de diferente tono. Para serte sincero, estaba deseando la muerte segura de esa chaqueta -reveló

-bueno, si realmente...-aún insistía. Si me mancharan mi chaqueta súper genial quisiera que quedara como nueva. Digo, ¿quién no querría eso?

-no tienes por qué preocuparte.

-Bueno, entonces, ¿estamos bien? -Lo miré con timidez

-estamos bien- dijo con una sonrisa.
Sam se veía feliz y entusiasmado. Su voz sonaba tranquila pero feliz. Eso me agradó. Aunque nunca podré creerle sobre lo que me dijo de su chaqueta, no es posible tener todos los tonos de una chaqueta igual. ¿Qué clase de persona tiene la misma chaqueta repetida seis veces?
Durante el resto del recreo nos la pasamos hablando sobre nuestros gustos, preferencias y estuvimos riendo sobre las mejores escenas de nuestras películas de comedia favoritas, e incluso compartimos nuestras materias preferidas. Resultó que Sam le gusta mucho la Biología y el Arte en general. ¿Quién lo diría?

-Y.. ¿Qué te gusta hacer como tiempo libre?- preguntó
Hice una cara pensativa.

-Leer, supongo. -seguía pensando- ¿comer? -

Sam se llevó una mano a la frente.
-¿qué me gusta hacer? -se preguntó a sí mismo. Como si él no lo supiera.- ¡oh! Me gusta fotografiar. Tengo una cámara instantánea y tomo fotos cuando veo algo que siento que es bonito. También me gusta la pintura y el dibujo. -Que dijera eso me recordó lo que había dicho sobre que le gustara el arte.- Pero creo que me gusta más la fotografía.-Decidió.

-entonces ¿quieres ser fotógrafo de grande?- pregunté

Él hizo una mueca.
-Eso creo. -hizo una pausa.- ¿Ahora podemos dejar de hablar de mí y hablar de ti?

Reí ligeramente.
-¿qué quieres saber?- Pregunté inocentemente. Como si no ocultara nada.

Sam recargó su barbilla en su mano.
-¿que te gustaría estudiar?- Lo dijo como si la pregunta fuera obvia.

Alcé mis hombros en expresión de "no lo sé" y comencé a recordar..

-Creo que me llama un poco la atención ser escritora. O directora de cine. Amo las películas. Me gustaría un trabajo en donde transmitiera algo a las personas.

Seguimos hablando durante tres minutos y poco después sonó la campana por el pasillo y entré a mi clase de Biología junto con Sam, y nos sentamos en el mismo lugar de ayer.
El maestro Haden entró y me miró:

-Heather Nelson -Se llevó una mano al pecho. Como si saludara a la bandera.
Sonreí.

-También me conocen como "El Banco de Sangre" -contesté en burla propia. Reírse de mí misma me transmite seguridad. Pero sin ser el hazme reír del mundo.

-Cómo no olvidar lo de ayer. Será un recuerdo especial. - dijo aclarando la palabra, lo cual hizo que le diera un toque a la oración.- Saquen su libro en la página quince. Samuel, comienza a leer -Todo mundo se quedó en silencio. Mientras el profesor aguardaba con paciencia: -¿Samuel?

Y Sam se aclaró la garganta de mala gana y dijo:
-Soy Sam. No Samuel.- Y entonces comenzó a leer. Se escuchaban unas risitas por lo del nombre, y yo también me quise reír. Pero luego pensé que Sam me miraría feo.
Entonces me dediqué a reírme discretamente.

Cuando Sam terminó de leer, el maestro lo miró y sonrió.

-Gracias Sammy.- Y todo mundo comenzó a reír. Sam dedicaba miradas de frustración y luego sonreía al notar de que realmente era divertido. - Como la mayoría no entendió sobre los cromosomas y pues, Heather quiso espantarnos con su hemorragia nasal, repetiré el tema.- Hubo murmullos de frustración y el maestro quiso animar la clase:- Que, es más que simple. Chicos, los cromosomas son la historia de nuestros antepasados, ¡somos una combinación de las trece colonias! Somos más geniales que esos británicos, ¿Europa? ¡Babosadas! Somos la siguiente generación de los británicos, más sexys e inteligentes, aunque digan que somos parte Británica, nosotros somos más agradables. - Hubo risas sobre las tontadas que decía Haden. Era carismático. Era irresistible.
Durante la última hora antes de segundo recreo, el maestro quiso hacer equipos en parejas y hacer una maqueta de los cromosomas como mini proyecto del bimestre. Guau, ni tres días y ya tenemos que hacer proyectos.
Estoy feliz de decir que la pareja del trabajo es con la persona con la que te sientas. Y pues, esa persona es Sam. Creo que admito que no es un monstruo. De hecho, me agrada. Le pregunté su localización y se puso nervioso. Después de un rato quedamos de acuerdo en quedar en mi casa a las seis.
Él me había dicho que no podía ir a su casa porque sus padres se habían ido de viaje importante y no sabía cuando los volvería a ver.
Me pregunto de cuántos días estamos hablando sobre ese viaje importante.


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