16. Sam

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Me estaba arrepintiendo sobre no haber traído mi cámara.
Heather había hecho galletas de chocolate y nos recostamos en el suelo con un plato plano lleno de galletas y unas cuantas velas porque a pesar de la hora, el día parecía que estaba por anochecer. Eso me confundió. Sentía la necesidad de dormirme, pero no lo hice. Heather y yo platicamos sobre lo del tráfico y nos reímos sobre eso. Hablábamos de la anécdota como si hubiera pasado hace años y recordáramos cada detalle sobre el hecho.

-Mis ojos siguen algo cansados sobre esa noche. -Reveló Heather mientras le daba una mordida a la galleta.- Te aseguro que no es broma. Y mi playera de puntos huele un poco a alcohol -ella hizo un gesto asqueado- creo que al menos la pasamos bien por un rato.

-Sí.. -dije de manera pensativa recordando todo lo que vi en el video- La pasamos bien, aunque a la mañana...-dije en un tono especial que hizo empeorar todo.

-¡Fue la peor sensación que pude haber sentido! -exclamó Heather. Que, luego se calló y me miró pensativa mientras se perdía en la lluvia, durante un rato hubo silencio y dejamos que las gotas de agua sonaran silenciosamente por todo el cuarto: -Creo que hubiera sido una buena tarde de Polaroids.

-Yo mismo pensaba eso -señalé- creo que hubiera sido unas buenas tomas entre las velas.-admití.

Ella hizo una mueca pensativa.
-Pues yo no tengo fotos contigo en el celular a excepción del video...-Dijo como si captara la situación. Le entendí a la perfección.

-Te leo la mente -señalé- Sé lo que pretendes -dije con una sonrisa. Ella sacó el celular y le dio unos toques a la pantalla y sonrió en suplicación. Yo hice un gesto de duda y luego alegué. -No soy fotogénico -advertí- no.....-tapé con una mano la lente del teléfono desde lejos. -Si vamos a hacer esto, hay que hacerlo con estilo. -Heather me miró con cansancio. Y luego me miró como si tuviera la mejor idea. Se levantó rápidamente y se dirigió al tocador y tomó unos lentes para después lanzármelos. -¿y esto qué? -pregunté mientras abría los lentes y me los colocaba. Sonreí. -¿cómo luzco? -pregunté entre risas. Heather me miró y sonrió. Luego levantó dos pulgares y tomó el teléfono. Pero luego lo volvió a dejar y se paró con una cara loca y buscó debajo de la cama y sacó una caja de zapatos que dejó en el borde de la cama. Ella se puso de rodillas y abrió la caja para después buscar en ella.

-Heather, ¿qué estás haciendo? -pregunté y me quité los lentes con un gesto de confusión. Ella nunca contestó. Luego sacó un tubo negro y un frasco muy pequeño con líquido amarillo. Guardó la caja y la dejó nuevamente debajo de la cama. Nos sentamos en el suelo y ella abrió el frasco y dejó parte del líquido amarillo en el tubo en donde había una parte pequeña con graduación de vidrio transparente en donde el líquido quedó como lleno. Cerró el frasco del líquido al igual que tubo negro: se trataba de un tubo cilíndrico negro de unos veinte o quince centímetros en donde tenía la parte transparente del líquido y una punta como si fuera una trompeta. Un poco debajo del área del líquido, había un botón. Ella me lo dio como si fuera un regalo y miré la cosa como si fuera un animal asqueroso. -¿En qué momento me explicarás qué es esto?-Examiné el tubo con el índice y el pulgar como si fuera algo alienígeno. Heather me miró como si fuera un tonto.

-es una shisha eléctrica. -explicó como si fuera obvio- Bailey me la dio del cumpleaños hace un tiempo.

-ah, ¿sí? -la miré con curiosidad- ¿cuándo es tu cumple? -pregunté a propósito.

-veintiuno de noviembre. -dijo secamente para luego volver al tema- apuesto a que no sabes ni siquiera qué es una shisha. ¿Verdad? -Volvió a mirarme como un idiota y me quitó la supuesta shisha y apretó el botón que se tornó azul y se llevó la punta de trompeta a la boca e inhaló con el botón apretado. Después sacó una nube de humo blanco por la boca.

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora