You Are My Best Gift.

41. Heather

Era domingo veintidós y había acompañado a Bailey por basura que daría en su fiesta que era este viernes por la noche. No era su cumpleaños ese día, su cumpleaños era entre semana. Lo cual dijo que era de mala suerte.
Sus padres se irían mañana por la mañana a Las Vegas por asuntos del trabajo y Bailey tendría la casa disponible durante semana y media.
Bailey es de esas chicas a las que le interesa demasiado saber lo que la gente opina de ellas, y por eso quiere que esta fiesta sea épica. Para enseñarles quién manda.
Aunque sinceramente no me gusta esa clase de pensamientos.

Ella había escogido pura mierda rara para los invitados: crema batida, serpentinas...

-Me recuerda cuando hicimos lo del partido...-murmuré con una sonrisa

-Pero ésta vez será por mi fiesta....¡y será mucho mejor!

-Tú lo has dicho.
¿Es normal que tu amiga compre un paquete de condones con sabor para su fiesta de dieciséis?

Al final terminamos comprando más mierda inútil: brillantinas, confeti, globos, un gran tanque de helio que era más caro que pagar Netflix.
Llegamos a su casa y escondimos todo en el cuarto de lavandería y después nos fuimos a su habitación.
Yo estaba acostada en el suelo de alfombra con Bailey a mi lado.

-¿cómo te fue con Sam?
Gracias por recordármelo. Tenía un asesinato preparado para ti, perra.

-Muchas gracias por eso -dije con enojo sarcástico.
Bailey bajó sus cejas como si no captara.

-espera... ¿Qué pasó?

-La carta...la había escondido en el bolsillo de mi suéter y... Por estarte persiguiendo en las escaleras, se cayó y Sam la vio.
Bailey abrió muy bien sus ojos.

-¿qué? -dijo asombrada- ¿qué te dijo?

-Bueno... Creo que no salió muy bien.

-¿A qué te refieres?
Me mordí el labio.

-Discutimos.

-¿qué? -ella se incorporó - ¿cómo? ¿Por qué?
Tragué saliva.

-digamos que hablamos sin pensar....digo, hablé sin pensar.
Bailey me miró como si hubiera reprobado noveno grado.

-sólo dime que aún se hablan. Por favor dime que aún se hablan.
Callé con una mirada culpable y Bailey comenzó a suspirar con frustración.

-¿ahora qué? -preguntó- ¿quién va a dar el primer paso?
Hice una mueca.

-¿tú quién crees? -dije como si fuera obvio.
Bailey esperó una respuesta que nunca apareció.

-¿quién?

-¡no lo sé! -dije en pánico.

-¿por eso te cambiaste de compañero en biología? -recordó en enojo- ¡me dijiste que era un momento incómodo!

-¡LO ES, BAILEY, LO ES! -suspiré en cansancio y me volví a ella.- Perdón por no contarte.... Me has ayudado bastante y...

-Bueno, no importa ya. -se calmó- Lo que quiero saber ahora es quién dará las pases primero.

-Bailey...

-¡es enserio, Heather! -Gritó- debes de reconciliarte con él y llegar a un punto en donde todo se aclare entre tus padres, él y tú. ¿De acuerdo?
Asentí con pena.

-Trataré... Pero no sé que voy a hacer...o qué voy a lograr.

-Habla con él y sólo trata de llegar al punto de entenderse entre ustedes.

-bueno...

Y después de hablar un rato me despedí y me fui a mi casa para hacer tarea. Luego mis padres llegaron del trabajo y comimos, vimos televisión y después cenamos. Me fui a la cama temprano lista para escuchar el consejo de mi amiga.
Soñé que estaba de nuevo atrapada en el tráfico de Hollywood, pero ésta vez era con Colby. ¿Por qué demonios estaba soñando con Colby?

-Heather, debemos estar ahí antes de las siete. -Dijo él, que por cierto, estaba al volante.

Bufé.
-¡siempre con las mismas! -le regañé- Sam debe estar esperándonos desde horas.
Colby se frustró por completo y luego el sueño cambió:

Se trataba de mi casita del árbol, las hojas eran anaranjadas como si fuera otoño y volaban por el aire tranquilamente.... La madera olía a humedad y la tierra tenía un aroma deliciosamente embriagante.
Era hermoso.

¡BEEEEP, BEEEP, BEEEEP, BEEEEP, BEEEEEEEEEEP!
Argh, otra vez no.
Apagué la alarma y me incorporé a ponerme los lentes. Luego hice mi rutina de la mañana: ducha, ropa, cabello, mochila, desayuno, bus.
Llegué a la escuela temprano y fui a acomodar mi mochila para las siguientes dos clases que tenía, pero primero: biología. Las dos primeras horas de biología, y ésta vez sería diferente. Ésta vez sería mejor, creo.
Tendría el valor de al menos hacer un pequeño progreso después de todo lo que ocurrió entre Sam y yo.

Puedes hacerlo.

Claro que puedes.

...¿por qué no?

Se supone que debes hacerlo....

No te pongas nerviosa.

No, no, no. No vas a hacer esto, mierda.
TODA LA MALDITA CLASE ESTUVE CON LA CABEZA BAJA Y JURABA POR DIOS QUE BAILEY NO ME QUITABA LOS OJOS ENCIMA.

¡Era el peor momento del día!
Todo el transcurso escolar ignoré lo que me dijo Bailey e ignoré a todo el mundo.
Todos apestan. No vale la pena. Quédate callada y encerrada para siempre en tu casa, Heather, no tienes por qué pasar por estos problemas.

Durante todo el maldito día Bailey me estuvo mandando mensajes sobre que tenía que intentarlo, pero es que la verdad a veces me cuesta demostrarme hacia una persona en ciertas circunstancias. Y eso es un problema.
Poco después ella me llamó y llegué al grano:

-no puedo hacerlo, ¿de acuerdo? ¡No puedo! Es tan...

-¿raro? ¿Extraño?, Heather... Saben que son el uno para el otro.

-Es que... No sé....

-En algún momento tendrás que hablar con él y lo sabes.

-Sí.... Lo sé.

-Entonces deja de perder el tiempo y recupéralo.

-Pero....

-¡nada de peros!
Bufé y después tomé aire para hablar claramente:

-¿y qué tal si ya no le gusto?

Drama drama drama dramaaaa
¡trailer proximamente! :)
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-Michelle