32. Heather

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Estaba arrepintiéndome de todo.
No fue tan sencillo como lo pensamos, subir varias escaleras, bajar la cara cada vez que pasaba alguien... Sonó fácil decirlo. Pero fue algo totalmente distinto al momento de hacerlo. Estaba exhausta, mi frente sudaba y me quité los lentes para no ensuciarlos.
Pero continuamos el camino hasta que Bailey leyó un letrero que decía: 3 piso. Del 298 al 314.
-...¿Es...aquí? -dije jadeando.

-supongo... -contestó Bailey, igual de cansada que yo.

-Busquemos....ese...cuarto.
Tomé a Bailey de los hombros por detrás tipo trenecito y avanzamos.
299...300...301...302.
Ahí estaba.
En la puerta de madera rojiza estaba un pequeño pizarrón adherido a la madera al igual con todos los cuartos. El pizarrón tenía escrito: Cole & Sam.
Bailey tomó la manecilla y estuvo a punto de abrirla puerta, pero la detuve.

-espera -coloqué mi mano sobre la de ella que estaba lista para girar el picaporte. -¿qué tal si Cole está...?

-¿Cole es su compañero, no? ¿Qué tal si no está?

-¿y qué tal si sí?

-él me mintió diciéndome que Cole era su hermano... -susurré sin ganas.

-Shh... -Ella abrió lentamente la puerta, quitándome encima mi mano y echó un vistazo. Luego se volvió a mí. - Es tú día de suerte.
Sí, claro.
Ambas entramos y contemplé el cuarto por un momento: era una simple habitación de dos camas en cada esquina con una pared beige y un clóset de madera en otra esquina, al lado de una ventana y de otra puerta.
La cama de la izquierda estaba perfectamente acomodada, con unos libros de historia y física en la esquina del colchón.
En cambio la cama de la derecha no estaba acomodada y tenía unos bocetos geniales en lápiz y acuarela pegados en la pared.
Había una mochila negra sobre el colchón y una chaqueta de mezclilla con pins y parches estaba casi tirada en el suelo.

-esta es el lado de Sam. -pensé en voz alta.

-yo creí que Sam era ordenado. -murmuró Bailey mientras veía semejante desorden.
Me acerqué hacia la mochila y la abrí con tal de que no se moviera de donde estaba. Dejaríamos todo como él lo dejó.

-ayúdame a buscar. ¿Le pusiste seguro a la puerta?

-sí. Pero... ¿Qué es lo que estamos buscando, exactamente?

-¡tú misma me dijiste que...! Bah. Tú busca sólo en el lugar de Sam. Procura dejar todo como estaba si mueves algo. No debemos hacer sospechas de que alguien estuvo aquí. Recuerda que el punto de estar aquí es por ese diario.

-sí jefa.
Yo rebusqué en la mochila de Sam y encontré su cámara instantánea, una de las películas que le regalé y su diario. Saqué la libreta de cuero y quise ver si había escrito algo después del primer día, pero no tenía tiempo para leer cosas. Tenía que buscar más secretos ocultos.
-¿Heather?

-ehhh... -dije mientras me volvía a ella. Bailey tenía una caja cuadrada de cartón en sus manos forrada de papel de regalo azul metálico. -¿qué es eso? ¿Un regalo ya abierto?
Me acerqué a ella y abrimos delicadamente la caja. Dentro de ella, había cientos de fotos instantáneas: saqué una y era la primera foto con él.
Cuando fue a mi casa los primeros días a esculpir esos feos cromosomas.
Sonreí de nostalgia y la dejé en su lugar para después sacar otra:
Día 13/03/14 mi ropa queda manchada por Heather.
Fecha del primer día. Cuando mi hemorragia atacó y Sam me auxilió por primera vez tanto, que su ropa quedó estropeada.
Había algo extraño aquí.

-vaya... Eso fue cuando fue la clase de Haden...¿no? -asentí y guardé la foto en su lugar.
Luego saqué otra al azar y esta vez era una...mía.
Mi cabello castaño era más largo y tenía puesta una gorra azul con patrones indie blancos. Estaba afuera, en mi patio mientras pintaba con los dedos un bastidor pequeño que actualmente está colgado en mi cuarto.
Yo salía sentada en el pasto, con una toalla. Mis manos estaban manchadas de verde y azul y salía sonriendo.
No tenía descripción más que la fecha: 13/12/13

Esto fue después de mi cumpleaños.
Guardé la foto y saqué otra al azar. Ésta era una de él con Cole, ambos salían sonriendo con sencillez. Cole era un chico totalmente diferente a Sam: tenía un cabello negro intenso y una piel similar a la mía. Lo único parecido entre ellos dos eran los ojos, ambos llevaban un color azul claro e intenso.
Hermanos por siempre.
Deje la foto en su lugar y luego Bailey sacó tres fotos que le llamaron la atención.
-¿qué es esto? -dijo entre risitas. Ella me mostró las fotos y dios mío.
Eran las fotos del día del tráfico. De cuando tomamos sin cuidado.
Sam con labial... Yo en ropa interior y ambos más borrachos que nada.

-¿no que no lo habías besado? -dijo mostrándome la foto en donde casi...

-No cuenta ése. No lo besé ahí. Fue por poco. Y estaba borracha, para agregar.

-bueno. -y después guardó las fotos en un lugar que no era ése.

-espera, debes dejarlo en dónde lo tomaste...recuerda que....-Saqué las tres fotos y una foto de más salió sin querer. Guardé las tres fotos en su lugar y saqué la que había salido por accidente: era una antigua.
Era una pareja bien vestida abrazando a un bebé en un muelle de L.A
Venice, Beach. Día 28. 30/03/99.

-creo que son los padres de Sam... -murmuré sin quitar de la vista a la pareja.

-¿ése es Sam? -preguntó Bailey. -Parece que sus padres lo querían mucho, ¿no?

-se ve... No quiero llegar a este tema, no sabemos nada y no nos incumbe. -guardé la foto en su lugar y noté que en la esquina de la caja había un hilo escondido en la orilla de las fotos. Jalé del hilo sin pensarlo y una etiqueta de cartón salió.

-...Feliz cumpleaños, Sam. Espero que tengas un gran día a pesar de los malos momentos, recuerda que te quiero y te deseo lo mejor. Con mucho cariño, Sarah Shepherd...-leí.
Quedé fríamente callada por un buen rato, viendo el mensaje una y otra vez hasta que Bailey rompió el silencio del momento.

-.....¿quién es Sarah Shepherd? -preguntó con sencillez

-es mi madre.

7/7
Fin del maratón.
Muchas revelaciones.
Y tengo que escribir más jajajaja!
-Michelle :)

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora