37. Heather

31 5 3
                                    

Sam tomó la carta con ambas manos y luego leyó el principio del escrito.
¿Qué le voy a decir?

-¿sabes por qué está esto aquí? -dijo sin mirarme a los ojos
Negué con la cabeza rápidamente.

-Sam... ¿Por qué no me dijiste que eras...?

-¿qué tanto sabes, Heather?
Me vi obligada a responder.

-Tus padres eran turistas en América.... Isaac y Janette Miner. -lo miré a los ojos y volví a hablar:- fotógrafos, aventureros. -continué- Maryvale, primer orfanato de California. Cole Anderson, tu compañero de habitación desde hace quince años... Y Sarah Shepherd, mi mamá.

Sam bajó las cejas y me miró detenidamente, sus ojos azules estaban dilatados y su mirada era fría e irregular de él. Me sentí como si estuviera con una persona totalmente diferente, y no me gustaba eso; era Sam, el simple chico callado que conocí hace unas semanas.

-Sabes demasiado. -logró decir

-Me mentiste -escupí- mi madre también. Tú me conocías, mi mamá te conocía ¿por qué no me lo dijeron? ¿Por qué lo ocultaron? ¿Hay algo mal en saber que se conocían? ¡Tuve que saberlo de la mala manera! Y apuesto, apuesto por dios que mi madre y tú sospecharon que iba a saberlo todo. ¿No?

-Heather, íbamos a decírtelo ¿de acuerdo? Pero...

-Pero ¿qué? -interrumpí- ¿era tan malo saberlo? ¿Pensaste que al saber que eres huérfano no te querría? Pues adivina qué: no me importa. Enserio. No me hubiera importado, te hubiera querido tanto como te quiero ahora... Lo único que quiero saber es... ¿Por qué me mentiste? En haberme negado al preguntarte si nos conocíamos, si nos habíamos al menos visto anteriormente... ¡Dios mío! Incluso ambos actuaron cómo si no se hubieran conocido... Antes de ir al tráfico ¿recuerdas? Te presenté a mi mamá y ambos.... ¡Agh!

-Heather....
Me salía humo por los oídos y mi frente estaba ardiendo de coraje, estaba tan enojada con él que un simple tono de voz calmado y suave no iba a cambiar mi estado de humor.

-¡basta! ¿De acuerdo? Me mentiste y... -suspiré- pensé que eras sincero y especial...

-No es eso, es que yo....

-¡me tomaste fotos con la cámara instantánea que te dio mamá y escribiste sobre mí durante todos los días en que me estuviste espiando!
Sam dio un paso atrás y se miró los zapatos.

-¿cómo sabes eso? -dijo con delicadeza. Quedé helada. Hablé de más, Sam estaba al borde de las lágrimas y yo también.
Estaba furiosa, pero ahora estaba furiosa conmigo. Era la primera vez que en verdad veía a Sam llorar. Y creo que me partió el corazón verlo así, pero tenía que continuar. Aunque él también me estaba haciendo llorar.

-Sam...

-Heather, ¿cómo sabes eso? -dijo con un tono de autoridad
Mis lágrimas comenzaron a salir y comencé a titubear palabras.

-Entré a Maryvale el día que tú estuviste en detención...

-¿Entraste a Maryvale ilegalmente y buscaste información sobre mí?
Traté de calmarlo, ahora él era el que estaba furioso y yo era la que estaba llorando sin parar.

-Sí, pero...

-¿Y qué tanto viste? - Yo traté de acercarme a él y calmarlo pero Sam se apartó bruscamente de mí y esperó una respuesta.
Las lágrimas llegaron hasta mi cuello.

-Fue un accidente, ¿de acuerdo? ¡Todo fue por accidente!

-¿por qué por accidente? ¡No es un accidente entrar a un orfanato de manera ilegal y rebuscar en las habitaciones para ver qué encuentras!

-¡No me refiero a eso, Sam! -interrumpí- Todo inició en tu cumpleaños. Tú me dijiste que no querías un regalo, pero te hice una carta porque pensé que al menos un detalle sería agradable y... La dejé en tu mochila porque quería que la leyeras en privado y... Noté tu libreta de cuero. -suspiré y lo miré lentamente a los ojos. Sus ojos azules estaban llenos de lágrimas que aún no caían por su rostro y sus mejillas estaban rojas.

Se veía hermosamente triste.

-Entonces... Leíste mi diario y supiste que algo no estaba bien, ¿cierto? -Asentí con la cabeza baja. - Y después ¿qué?, ¿viste la carta en el cuarto de tus padres o averiguaste en dónde vivía?

-...yo averigüé dónde vivías... La carta la había visto desde el primer día en que me visitaste e hicimos el trabajo de Haden... Pero al ver el logo de Maryvale supe que lo había visto antes... Luego recordé que había visto la carta y... Todo se supo.

Mi labio inferior temblaba de tanto llorar y hacia fuerzas para no soltarme a sollozar.
Sam estaba rojo y sus ojos brillaban azul.

-Magnífico. -exclamó- ¿qué otra cosa puede pasar? Heather, por esto no quería...
Él calló de inmediato y cerró los ojos en expresión de error cometido por accidente. Soltó una maldición en francés y me miró en súplica.

-¿por eso no querías qué?

-debo irme.
Sam se dirigió a la puerta y yo lo seguí tratando de bloquearlo, pero yo era una flacucha contra un chico al que apenas le llegaba al cuello.

-No. No hemos terminado, no podemos terminar así.
Sam me miró a los ojos y se limpió las lágrimas de la cara. Luego suspiró nerviosamente y bajó las cejas.

-No, no ha terminado. Tu historia no ha terminado.

-¡No entiendo! -volví a bloquearme e hice una cara enojada- Eres un mentiroso al igual que mi mamá
Sam se vio realmente herido hacia mi simple insulto.

-No le digas a tu mamá. -dijo cortante- empeorarás las cosas para los cuatro.

-¿cuatro? ¿Quién es el número cuatro?

-No te voy a decir nada. No tengo que decirte nada y no lo haré.

-¿está diciendo que no me hablarás?

-Digo que...

-Bueno, entonces yo también no te diré nada. Lárgate, animal. -Y le permití paso, le abrí la puerta y lo empujé para después encerrarme a llorar sin consuelo.
No puedo creer que haya dicho eso.


Mil disculpas por lo de Heather y Sam! xc
Estoy planeando hacer un trailer de la historia, es todo lo que puedo decirles por ahora! cx
Estará en elaboración muy pronto (por mí) y lo podrán ver en septiembre (la verdad no puedo especificar qué fecha)
Haré lo mejor para que este trailer sea genial y bonito.

Vota y comenta! :)
-Michelle

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora