22. Heather

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El despertador sonó tarde.
Me levanté como un cohete e hice mi rutina de preparación lo más resumida posible porque estaba a simplemente veinte minutos antes de entrar a clases y yo apenas me estaba bañando. Soy lenta para todo.
Salí, me cambié y me cepillé los dientes y el cabello lo más rápido posible. Me coloqué los lentes y tomé mi mochila, metí una pequeña bolsa que me regaló Bailey el día en donde me pinté el cabello para guardar maquillaje, talvez podría ponerme algo de labial en la escuela para verme mejor. Bajé por las escaleras aceleradamente, pasé a la cocina por una barra de cereales y me la comí lo más rápido posible.
Mi mamá me miró como si el mundo fuera a derrumbarse
-No te comas eso muy rápido, Heather -advirtió con un dedo en alto - te vas a atorar por no masticar bien, niña.
-¡voy tarde! -grité con la comida en la boca - quiero llegar temprano -expliqué- puedo estar libre al menos siete horas del día con mis amigos
-Disfruta tu barra, Heather -ordenó- no saboreas por estar hablando -regañó- y deja de apurarte, puedes comer la barra mientras el bus pasa por ti.
Iba a contestar pero justo en cuanto abrí la boca para hablar el bus escolar pitó desde afuera de la casa y me despedí de mi mamá y salí para subirme en el bus y sentarme en un lugar solo al lado de la ventana para observar el recorrido mientras me seguía comiendo mi barrita con más tranquilidad.
De repente, alguien se sentó a mi lado. Me volteé para ver quién era y noté que era Bailey.
-¿pero qué chingados estás haciendo aquí? - pregunté con un gesto sorprendido
-Dame -ella me arrebató la barra de cereales y le dio una mordida enorme. -Heather, ahora estoy pasando por un mal rato. - ella llevaba una playera gris con unos jeans negros. Eso no era típico de ella.
-¿ahora quién se murió? -pregunté con cansancio
-¡no es un funeral! -exclamó aún con mi barra de cereales en la mano y la comida en la boca. - es Jackson - Un trozo de avena salió volando de su boca mientras habló con repugnancia.
-¿qué sucedió? -Miré mi barrita de cereales siendo comida por Bailey que, estaba haciendo fuerzas de no llorar.
-¡el desgraciado me ha estado engañando! - dijo con odio.
-de acuerdo, de acuerdo... -la tranquilicé - ¿pero eso que tiene que ver con que vengas en el bus? Tú siempre has odiado el bus escolar...
-Ya sé pero tu vienes aquí siempre y quería hablar contigo para que me dijeras que es lo mejor por hacer entre Jackson y yo. -Ella de dio otra mordida a mi barra.
-Bailey...
-¡por favor! -suplicó
-tú sabes bien que no sé de eso, LO SABES BIEN -aclaré
-¡pero eres sabia! -ella me tomó de los hombros con desesperación - Quiero planear mi venganza
-¿pero por qué quieres que te sugiera algo?
-¡porque eres mala!
La miré con confusión.
-¡yo no soy mala! -repliqué
-Entonces eres bien pinche amargada.
-Vas a ver -le arrebaté la barra de cereales y la terminé de ser devorada.
-mi barra...
-era mía -Estrujé la envoltura y se la lancé a la cara - yo te dije desde antes de las vacaciones que Jackson era bien puto
-¡pero él es muy atractivo!
-cállate - ordené- ¿quieres venganza? Hay que planearla.
-¿eres bipolar o algo parecido? -preguntó con confusión
-¿por qué? -dije sin captar
-De repente me diste a entender que no me ayudarías... Pero luego me diste a entender que sí me ayudarías..
-Cállate o ya no te ayudo. -dije con una sonrisa
Después el bus se paró y los chicos de enfrente comenzaron a bajar. Bailey y yo nos levantamos y salimos del bus. Ya en la entrada de la escuela, volteé a verla y de repente noté que se había puesto unos lentes circulares oscuros.
-Pareces esas brujas de American Horror Story - Bailey me miró como si no captara la idea y después de un rato me callé incómodamente - olvídalo.
Entramos a clase y estuvimos separadas por una hora. Ella tenía matemáticas y yo tenía dos horas de literatura.
Toda la clase se trató sobre relatar anécdotas, yo relaté cerca de tres anécdotas porque me emociona escribir algo que sé demasiado y la maestra me felicitó por ser muy rápida y narrar muy bien.
-Así es como los buenos escritores nacen -había dicho ella - puedes ser más especial de lo que piensas, Heather.
-Sí, talvez sea verdad.. -dije para quitar la incomodidad.
Después no hice nada porque los demás estaban atascados escribiendo sus anécdotas y no me podía adelantar. Solo tenía que dedicarme a pensar y ya.
¿Dónde estaría Sam? ¿Nos veremos en el recreo?
Entonces recordé que debía pintarme. El miércoles Bailey me hizo jurar que tomaría más enserio mi apariencia, y la verdad era que por razón alguna, me importó verme bien para cuando Sam y yo nos encontráramos.
Tomé rápidamente mi mochila y le pedí permiso a la maestra de ir al baño. Ella me miró raro por llevar la mochila conmigo, pero no dijo nada y después me dio el pase para salir del salón.
Caminé hacia el baño y dejé mi mochila en el suelo para luego sacar la bolsa y ponerme algo de chapstick. Porque era lo único que sabia ponerme bien. Era como un nuevo vicio, me gustaba el sabor frutal en mi boca.
Solté una risita al pensar eso. Bailey podría nombrarme cincuenta productos diferentes de belleza junto con su marca, color y uso. Me sentía como mamá con el celular: no sabía nada sobre manejar esto.
Recordé que Bailey me había enseñado como ponerme algo de maquillaje, pero eso fue a finales del año pasado.
Cerré la bolsa y la metí en la mochila. Salí del baño y tuve una idea estúpida.
Encaminé hacia un salón diferente y abrí lentamente la puerta con una cara inocente.
-Disculpen, hola -dije con incomodidad. No podía creer que hacía esto. - profesor Martin, la maestra Sally llama a Bailey Peterson -Al decir eso, me di cuenta de lo tonto y estúpido que sonó. Era la idea más pendeja que había tenido.
Bailey me miró como si fuera una broma. Y el maestro me miró como si no comprendiera.
-¿a qué se debe que la necesite...? -preguntó con el gis en la mano
-No lo sé, ella solo me dijo que la viniera a llamar. No tardará... Es solo un momento, talvez quiere que la ayude con un libro o algo.. -volteé hacia Bailey que, me aniquilaba con la mirada.
El maestro me miró como si no fuera mi culpa, solo era una alumna que pretendía llamar otra alumna... Para romper reglas en la escuela.
-De acuerdo... -el profesor miró a Bailey que, se estaba parando con su mochila y se estaba dirigiendo a mi lado. - Puedes salir...
-Me dijo la maestra que le diera un pase para salir porque talvez la mandará por unos libros y... - Hice una pausa suspensiva como si supiéramos a lo que me refería.
-De acuerdo... -el profesor Martin se acercó al escritorio y sacó un pase para dárselo a Bailey. Luego di las gracias y saqué a Bailey del salón.
La jalé de la mano y nos metimos al baño.
-¿estás loca?- susurró con enojo -¡podemos ir a detención!
-¡cállate! -susurré - quiero que intercambiemos favores: tú por mí y yo por ti.
-¿a qué te refieres? -preguntó
-Yo te ayudo con tu asunto con Jackson y tú me ayudas a maquillarme. -expliqué.
Bailey me miró como si estuviera enloqueciendo.
-¿eso es todo? -preguntó como si hubiera esperado más - ¿me sacaste de clase para un acuerdo?
-Y para preparar la venganza ahora mismo a tu ex novio. -Concluí como si fuera una genio -Es fácil, tú me enseñas a pintarme y yo te doy la satisfacción de ver a tu ex avergonzado. ¿Trato?
Bailey me miró con recelo.
-¿por qué de repente quieres aprender a maquillarte? -Ella dejó su mochila en el suelo y me miró con un gesto picarón.
-¿por qué no? -dije como si fuera obvio: ¿por qué no?
-No, no -ella estaba con su cara pícara, como si me hubiera atrapado con las manos en la masa, pero no comprendía. -Tú nunca te quieres maquillar, si es que quieres pintarte, es porque algo te está diciendo que lo hagas. -Bailey no estaba hablando para mí, estaba llegando a una conclusión. - ¡y eso es por Sam! -dijo emocionada
-¿acaso tu novio no te acaba de engañar con otra puta? -pregunté para recordárselo, pero a ella no le importó. Ella nunca se toma demasiado enserio sus relaciones, o al menos en ciertas. Siempre termina con sus novios porque la han engañado, o porque ella los ha engañado. Pero casi siempre ella termina con el corazón roto y a la media semana está con otro chico en su lista de pretendientes. Ella no me ha dado un buen ejemplo del amor juvenil. Me ha dado miedo de terminar como ella.
-Sí, sí... -dijo sin importancia - Heather, sólo te ayudaré si me dices tu razón.
-quiero verme mejor -expliqué secamente
-Eso es evidente, ¿pero por qué quieres verte mejor? -preguntó como si supiera la respuesta a la pregunta.
-Porque... -¿qué le iba a decir? Ella me conoce muy bien. No me gusta hablar de esos temas ni siquiera con mi mejor amiga, soy muy reservada en ese sentido... Pero me obligué a hablar -le estoy dando una oportunidad a Sam -dije a regañadientes.
Ella casi gritaba de la emoción.
-Está pasando -dijo como si fuera su sueño hecho realidad- ¡finalmente!
-¡Shhh! -la callé
-¡no interesa! -ella estaba... ¿Bailando? - te gusta Sam
-Aún no lo sé Bailey. -dije con pena, rezaba para cambiar de tema.
-Así inicia, Heather -explicó- al principio estás confundida, pero después te dejas llevar...
-¿podemos iniciar con el pequeño tutorial de maquillaje?
-Cállate, Heather -me puso una mano en la boca- por fin tendré un cuñado... -Dijo con aire soñador. Después suspiró y me miró a los ojos: - ¡te gusta Sam....! -luego sonrió y rió. Como ella me miraba a los ojos mientras se reía no pude evitar sonreír, Bailey me cachó. Y ella enloqueció aún más.
-Ya enserio -dije con la sonrisa en la cara - enséñame.
-sí. -Y sacó mi bolsa de maquillaje y me explicó para qué era cada una de las cosas que compré y cómo se colocaban, luego me obligó a pintarme con lo aprendido y reí.
-No quedó tan mal... ¿Verdad? -pregunté mientras nos mirábamos de lejos en el espejo.
-Ahora así podrás conquistar a tu Romeo. -ella sonrió.
-Pendeja -dije entre risas, guardé las cosas y me coloqué mi mochila. Bailey hizo lo mismo con la suya y nos miramos con seriedad.
-Ahora venguemos a ese idiota. - Salimos del baño y fuimos hacia el campo de entrenamiento a hurtadillas. Después de unos minutos nos encontrábamos en las escaleras frente a la pista de correr algo charqueada por las últimas lluvias de apenas. Estábamos planeando la dulce venganza para Jackson.
-¿quién fue la chica con...?
-Siena -dijo con repugnancia - Siena Underwood.
-La he visto solo en Ecología, es capitana de las porristas... ¿Verdad?
-no lo culpo. -Bailey miraba a las escaleras que seguían enfrente de nosotras con perdición. -si yo fuera un chico, también rogaría para estar con ella. Tiene un abdomen perfecto la perra.
-De acuerdo... -dije con incomodidad - entonces es muy normal que un jugador del equipo deportivo de la escuela salga con una de las porristas...
-Y aún mejor si es con la capitana.
-¿cuando es el partido de Jackson?
-Hoy. -dijo sin expresión.
-¿hoy? -dije con asombro - ¿y cómo es que no presume sobre sus partidos?
-Él no es presumido... No tanto... Digo, sí pero no... Tú sabes cómo es él: burlón y egoísta. -dijo con asco - pero él no es presumido.
-Esta escuela no es muy interesada sobre los partidos... ¿Verdad?
-Nah -dijo con flojera- no somos muy fanáticos que digamos...
Sonreí pícaramente.
-Entonces podemos cambiar eso.
-¿a que te refieres? -ella se volteó a verme
-¿quieren espíritu? -pregunté con la sonrisa en la cara - Hay que darles a los Tomahawks un espíritu escolar de película.
-sigo sin entender, Heather...
Estuve un rato pensando ideas perfectas para la venganza: y tuve una.
-¿recuerdas a Jackson bromista? -pregunté con ansias. Bailey asintió como si no comprendiera hacia dónde quería llegar - podemos hablar con la gente que cayó pesado con sus bromas de mal gusto y....
-Sé lo que pretendes... -Dijo con una sonrisa grande en el rostro - ¿de dónde te sale todas estas ideas? -se preguntó con un dedo en la barbilla.
-tenemos otras cosas qué hacer... -La jalé de la mano para acercarla a mí y le conté otro plan:- nos colaremos en los casilleros del equipo y modificaremos el traje de Jackson para cuando salga todo el mundo sepa que es un idiota. Será perfecto.
-¿cómo nos colaremos en los casilleros del equipo? -preguntó
-No te preocupes, lo tengo todo resuelto. -puse las manos en alto- Todo esto tiene que estar preparado poco antes del partido. Pero primero, tenemos que hablar con un amigo.
-¿qué amigo?
-un amigo, vamos - bajamos las escaleras y caminamos hasta entrar a la cancha de baloncesto. Ahí estaba, justo como lo pensé. -quédate aquí -le ordené a Bailey y me acerqué al chico que estaba bailando a la orilla de las escaleras para hacer un trato.
-Hola, Eddie -saludé al chico con una sacudida de mano. Se trataba de un tipo alto y blanco con el cabello castaño y unos ojos cafés muy oscuros.
-¿Heather? -El dejó de bailar y me dedicó una sonrisa. -¡estás preciosa! -exclamó con entusiasmo- ¿qué haces aquí?
-Tengo un asunto.. Verás, Jackson ha estado engañando a su novia... Que es mi mejor amiga. -Hice una pausa y me acerqué más a él para hablar a hurtadillas. - ¿me ayudarías a cobrar venganza?
Eddie me miró con confusión.
-¿qué clase de venganza? -dijo con seriedad.
Sonreí pícaramente. Comencé a contarle mi plan para esta noche y él comenzó a saborear el gusto de participar.
Mencioné especialmente la parte de las personas que cayeron en sus bromas, pues Eddie había sido víctima de Jackson y conocía a más gente que odiaba a Jackson profundamente...
Le pedí que se arreglara con esa gente para esta noche.
-¡será genial! -exclamé
Conocí a Eddie el primer año en educación física, él era de los chicos marginados porque creían que era gay. Aunque era versión se daba por cierta, nunca supe con qué teoría quedarme sobre su preferencia sexual. Pues él negaba ser gay y siempre decía que los demás chicos lo daban como un sensible. Después de oír eso, decidí dejarlo llevar y perdí importancia con ese tema después de vacaciones de invierno.
-Heather, ¿cómo planeaste todo eso en un momento?- preguntó con asombro.
-Me inspiro, Eddie.
-bueno, cuenta conmigo. -él sonrió- Lo haré por la pasión al verdadero amor, todos pueden ser basura. Especial cuando hablas del equipo de la escuela.
-buen espíritu, Tomahawk.
-Gracias. -él acomodó sus manos en su cintura y volví a dudar, pero traté de ignorar.
-Yo te daré todo antes del partido. -expliqué- espérame aquí. Debes estar preparado.
-Lo estaré. -Ambos chocamos esos cinco.
-Tengo que irme, estamos fuera de clase... -Comencé a trotar hacia Bailey con la mirada en Eddie -¡VAMOS TOMAHAWKS! -grité con entusiasmo
-¡ESO CHICAS!- Eddie puso los pulgares en alto mientras daba su rutina de baile y Bailey le dio las gracias justo cuando estábamos saliendo de la cancha.
Nos volvimos a encontrar en el aire libre con el sol de la mañana pegándonos en la cara. Había charcos de lodo por todas partes.
-¿quién era ese chico escuálido? -preguntó Bailey con una mano en su frente tapándose del sol.
-Eddie -me tapé del sol- nos hicimos amigos en primer grado
-¿y qué se supone que hará?
-la mejor parte Bailey, la mejor parte. -dije con crueldad.
Le expliqué que Eddie es la mascota de la escuela, él haría el show. Y Jackson será el protagonista.
-Tenemos que ponernos de acuerdo sobre lo que pasará... Al derecho. Al revés.
-¿saliendo de escuela?-preguntó
-Sí. -afirmé- hablaremos más en el recreo, si es que podemos. ¿Ok?
-ok. -antes de caminar, Bailey me paró como si hubiéramos olvidado un detalle. -¡pero tú estás castigada!
Me llevé una mano a la cabeza y deseé escupir una maldición en francés como lo hace Sam.
-¡CIERTO! -la miré con los ojos en blanco - lo arreglaré, lo prometo. No me lo perderé, ya veré que hago para poder ir. Pero estaré ahí, Bailey ¿de acuerdo?
Ella se calmó y asintió lentamente. Después corrimos con cuidado hacia los salones y ambas volvimos a nuestras clases. Yo entré al de literatura y todo siguió como si nada: los chicos escribiendo sus anécdotas y la maestra leyendo sus revistas de costura barata.
-aquí está el pase... -Extendí el pase de baño con mi brazo hacia la maestra y ella me miró y luego tomó el pase para después guardarlo en su escritorio.
Encaminé hacia mi silla y me senté mientras hallaba la forma poder convencer a mis padres de poder ir al partido de hoy.
¿Detención? No, las detenciones son los sábados. No los viernes por la noche.
Comencé a hacer sonidos con las uñas de mis dedos sobre la mesa y me dio una idea perfecta.
-¡Sí! -dije en voz alta sin darme cuenta. Todo mundo me miró con cara de "¿qué te pasa?" Y me disculpé inmediatamente para después seguir con lo mío.
No les mentiría a mis padres, ir a un partido es un evento escolar... O al menos eso pienso. Sólo que omitiría la parte de "partido" y la cambiaría por exposición de proyectos escolares científicos.
Era una puta genio.
De repente, la campana sonó y la maestra les dio de tarea a todo el salón de terminar la anécdota a excepción mía. Un problema descartado.
Mi siguiente clase era biología y estaba encantada porque era la única clase en donde estoy con Sam y Bailey.
Salí del salón de literatura y fui a dejar mis libros al casillero para ordenar mi mochila y encaminé rápidamente hacia biología.
Entré y vi a Sam dibujando algo en su libreta. Sonreí y me acerqué a él para después sentarme a su lado y dejar mi mochila en el suelo.
Sam se volteó a verme y sonrió. Me molestó recordar que tenía un feo moretón en su cara por lo que había pasado con la patineta. Me apené un poco.
-Uf, se me olvida que tienes el pelo rojizo -Ambos reímos y nos abrazamos amistosamente en gesto de saludo. Establecimos una conversación al instante.
-¿cómo sigues con tu nariz? -pregunté mientras observaba su nariz ligeramente morada con unas banditas cubriendo su tabique.
-Un poco mejor -hizo una mueca - Cole creyó que me tropecé mientras caminaba camino a casa, cayendo de cara.
Solté una risa y me acerqué a él para hablar en susurros.
-Sigo sintiéndome mal. -dije con tristeza
Él sonrió con calma.
-me hace ver rudo. -respondió en ánimo - me gusta, aunque duele un poco.
Sonreí.
-Te lo compensaré. -le dije - te traeré películas para tu cámara.
Él cambió de expresión al instante.
-no, no no no -negó con la cabeza - no es necesario, enserio...
-¡películas como disculpa! -interrumpí - te las traeré.
-Heather...
-¡OKAY! -lo callé para terminar la conversación y quedar como dije.
Después de un rato de estar platicando sobre la caída en patineta llegamos al tema de Jackson:
-hey, ¿puedo confiarte algo? -pregunté. La expresión de Sam me hacia entender que estaba preparado para todo, incluso para lo de esta noche.
-¿ahora qué hiciste? -preguntó con las cejas en alto.
-No es de lo que hice, Sam. Sino de lo que haré -dije pícaramente
-¿a qué te refieres?
-Jackson es un idiota. -susurré- Engañó a Bailey y pues, queremos tomar venganza. Esta noche -señalé con el índice.
-¿engañó a Bailey...? -dijo con asombro -¿por qué haría eso?
-porque él es un idiota. -señalé- En fin, todo mundo sabe que Jackson es jugador del equipo, ¿verdad?
-Heather, aún no conozco muy bien a la gente de aquí...
-¡ese no es el punto! -reí - lleguemos al grano: Jackson y los Tomahawks juegan esta noche y esta escuela no es muy aficionada a el equipo así que... Haré que se interesen a disfrutar como nunca el partido, avergonzando a Jackson frente a todos por lo que le hizo a Bailey.
-eso es malo -el hizo un gesto de disgusto, pero al instante cambió esa cara por una cara malévola: una parte de Sam que todavía no había llegado a conocer. - y me gusta.
Le devolví la sonrisa malévola.
-¿te apuntas?
Él hizo una cara pensativa y luego volteó a verme a los ojos.
-Haré lo que tenga que hacer para ir...
-¡sí! -saqué los puños en expresión de emoción y sonreí de oreja a oreja. -será genial y perfecto... No puedo esperar para prepararnos en el recreo.
-¿prepararnos?
-sí, tenemos que ponernos de acuerdo con todo.
-¿todo? -preguntó
-Sí, Sam. -asentí con la sonrisa en la cara- todo.
De repente Bailey entró con la cabeza en el suelo y se sentó sola en el otro rincón del salón. La seguí con la vista y me dio mucha pena: tenía que consolar a mi mejor amiga, pero también quería estar con el chico que probablemente...
-¿qué pasará entonces? -noté que Sam también le siguió la vista a Bailey y después se volvió a mí.
Yo tenía una cara preocupada.
-Hasta ahora, lo único que sé es que tengo que estar para ella. -Volví a mirarla y me volví a Sam. -Creo que tengo que estar a su lado en estos momentos...
-¿por qué no te vas con ella? -preguntó con delicadeza en su voz.
Sonreí.
-Pero tampoco quiero dejarte sólo...
-La soledad es buena, Heather. -respondió con una sonrisa en la cara - siempre me acompaña. -él hizo una pausa y lo contemplé: sus ojos azules se veían un poco más claros por la luz del día y su cabello se veía indefinidamente combinado entre castaño y rubio oscuro. Sus pecas estaban aún dispersas en su rostro, pero su color de piel las comenzaban opacar. - Ve con ella -sugirió- te veré de todos modos en el recreo ¿no?
Desperté de mi pequeño mundo de ensueño y me tuve que estar obligada a contestar un "sí" como respuesta. Después tomé mi mochila y encaminé hacia Bailey.
Llegué y me senté a su lado, dejando mi mochila recargada en la silla.
-¿qué haces aquí? -susurró ella con frustración
-¿te vengo a acompañar? -dije como si fuera obvio- no quiero dejarte sola
-¡no! -volvió a susurrar - quédate al lado de Sam, dios ¿por qué tuve que decirte sobre lo de Jackson? -se preguntó como si fuera un error - No quiero separarte de Sam, anda; véte con él.
-Bailey...
-¡no! -suplicó suavemente - si yo no puedo tener una relación perfecta, al menos quiero que tú la tengas.
-Lo veré en recreo...
-aún así no me tranquilizas.
-Enserio, Bailey. Nos podremos ver luego, ahora déjame acompañarte.
-Pero ... ¿Y Sam? -dijo como si faltara algo
-Él vendrá en el partido ¿de acuerdo? -escupí en susurros- lo veré y estará a mi lado todo el tiempo y tú te volverás locamente feliz por ver a tu ex siendo avergonzado frente a dos escuelas y también serás feliz porque Sam estará conmigo. Así que, cierra el pico porque yo me quedo aquí. -hice una pausa dramática- además, él me dijo que viniera contigo. No fui yo, así que...
-Está bien. -dijo a regañadientes
-bien. -dije y me acomodé finamente.
Después el maestro Haden entró con un ligero retraso, y un Starbucks en la mano.
-perdón. -se acercó al escritorio y dejó su folder de cuero oscuro mientras le daba un trago a su vaso. -la fila estaba llena. Quería probar éstas cosas... -él profesor examinó el vaso - y saber la razón por la que todos los adolescentes se emocionan subiendo fotos de sus vasos de café o té frío.
Todos rieron. Era evidente que la escuela entera amaba a Haden, era carismático, guapo y listo. El profesor Haden era perfecto.
-En fin. -Él dejó su vaso en el escritorio y se acercó al pizarrón, tomó un gis y escribió en todo el espacio "VIDA" en letras grandes. Luego se volteó hacia nosotros con las manos ansiosas y el salón guardó silencio. -¿qué es vida? - Preguntó con tranquilidad
Nadie alzó la mano y el salón tenía un aire incómodo. De repente, se mostró una mano alzada y Haden le dio la palabra.
-Vida es sentir. -Dijo con tranquilidad - saber que estás aquí, en este momento.... Funcionando, pensando, sintiendo.
-Samuel, tú siempre tan filósofo... Siempre me inspiras -Haden suspiró con aire soñador - ¿alguien más?
Y entonces las manos fueron alzando.
-¡NATURALEZA! -gritaba uno
-¡células! -gritaba otro entre todas las palabras mencionadas aleatoriamente, la mayoría de las chicas que suspiraban por el profesor.
-¡PERFECTO!- exclamaba Haden. -por eso, hoy quiero ser creativo y dejarles la prioridad de elegir un animal de cualquier especie para exponer en clase para los que quieran punto extra.
Y entonces se oyó un trueno ligero en el cielo y todo el mundo se calló.
-¿otra vez? -se quejó una de las chicas -¡hoy me planché el cabello!
-¡yo le dije a mi mamá que estaría igual que hace unos días!
-fue solo un trueno -dijo Haden- volvamos a clase, que estoy atrasado.
Y el maestro comenzó a hablar sobre el origen de la vida y la evolución que tuvo la tierra. Las chicas solo miraban a Haden como si fuera Justin Bieber en persona y los chicos discretamente miraban a las chicas hipnotizadas por la belleza del profesor. Era una cadena de cosas, todas estaban relacionadas y no había fin.
Examiné mi brazo con la vista y noté que tenía una pequeña hemorragia interna en el antebrazo, no la había visto antes. Así que la di como nueva.
Un rato después Haden nos puso a trabajar en la libreta y no hallaba un ángulo bueno para escribir. Ya que Bailey se había apoderado del espacio con su codo.
-Bailey -susurré con molestia. -quita tu codo, no me dejas escribir. -empujé ligeramente su brazo y ella obedeció.
Aveces es difícil tener que hallar el ángulo perfecto para escribir. Es una molestia tener que hacer eso para los zurdos.
Después de un buen rato la hora terminó y Sam se nos unió a comer en receso.
-Sam, ¿qué te pasó en la ...?
Él sonrió ligeramente con los labios.
-Que te cuente Heather. -él me miró quisquillosamente y soltó una risa. Bailey volteó hacia mí, esperando una respuesta.
Yo no sabía que decir.
-Él... Se cayó en mi Penny porque lo incité a probar por primera vez las patinetas sin seguridad.... Ni supervisión.... Y ni siquiera en un lugar seguro... -la culpabilidad volvía a consumirme poco a poco. Podía notar el asombro de Bailey en sus ojos dorados y la nariz morada de Sam me hacía sentir peor.
-¡Eres mala! -replicó - te lo dije. -ella le dio un mordisco a su papa frita y miró a Sam. -¿lo has notado?
Sam soltó una risita ligera.
-Fue un accidente -explicó
-Causado por ella.
-Entonces eso ya no sería un accidente.
-Por favor... ¿Podemos hablar de otra cosa que no sea esto?-rogué
-Bien, da tema de conversación. -Bailey me lanzó una papa frita y la caché en el aire con mi boca para después comérmela.
-¡WOAHH! -exclamó Sam con asombro.
-Siempre lo he hecho -presumí con seriedad y volví con mi comida.
-Siempre -Sonrió Bailey.
Después de cinco minutos de estar comiendo, toqué el tema de la venganza de esta noche delicadamente.
-tenemos que conseguir diversas cosas para abuchear a Jackson -expliqué entre susurros. -De las típicas cosas que salen en las películas: papeles sanitarios y muchas de esas latas de hilos y huevos podridos....-dije con un aire malvado
-wow, tranquila Maléfica -Sam rió
-Y todos se burlarán, se reirán y Jackson morirá...
-Bueno, yo puedo hacer esas compras -Bailey le dio una mordida a su sandwich de mantequilla se maní con nueces y sonrió ligeramente - conozco a un tipo.
-Bien, mínimo compra más de cinco latas y varios casilleros de huevo.
-¿es enserio, chicas? -preguntó Sam como si estuviera acobardando - ¿debe de ser en el partido?
-Sí -dijimos al unísono.
-es malvado y perfecto -Bailey miró a Sam como si no comprendiera sus dudas.
-Pero la directora...
-no podrá castigar a la mayoría de las personas que tienen resentimiento por Jackson.
-¿resentimientos?
-Jackson fue muy bromista el año pasado con mucha, mucha gente. -explicó Bailey - cuando comenzamos a salir, yo lo controlé y hasta la fecha no ha hecho ninguna broma. Creo que es hora de venganza para muchas personas... Se lo merece.
-Las personas que odian a Jackson no se podrán resistir a decir que no. -argumenté para poner más seguridad a lo que hacíamos. - Eddie tiene cubierta esa parte.
-es no me lo habías mencionado... -murmuró Bailey
-¿ah no? -dije con inseguridad- bueno... Un tema descartado.
-perdón por la ignorancia pero... ¿Quien es Eddie? -dijo Sam con... ¿Seriedad?
Bailey lo miró como si comprendiera la situación.
-es... El pretendiente de Heather -dijo a propósito. Estaba poniéndome roja de vergüenza y del enojo. Bailey estaba probando a Sam para ver si tenía celos de Eddie. Y yo me estaba muriendo por dentro.
- ¿pretendiente? -él volteó a verme con una cara indescriptible.
-¡no! -repliqué de inmediato - Él no es mi pretendiente... ¡Y menos mi novio! -me volteé hacia Bailey para aniquilarla con la vista- Eddie es un chico que apenas conozco...
-Por medio de ese...
-Tú cierra la boca -tapé los labios de Bailey con mi mano y Sam también estaba rojo. -No me gusta Eddie, él sólo es un conocido. NO MI NOVIO
Todos estábamos en un momento incómodo. Nadie hablaba y sabía que Bailey se había arrepentido de haber hecho eso.
De repente, Sam dio un suspiro de alivio.
-Sabía que la Heather que conozco seguía ahí -Él sonrió y luego todos sonreímos.
Retiré mi mano de la boca de Bailey y la campana sonó.
Como recordatorio, les hice saber que nos encontraríamos en la cancha de básquetbol cerca de las siete.
-No lo olviden -dije apuntando el dedo índice
Nos levantamos y fuimos a clase. Sam tenía Inglés, Bailey educación física y yo tenía Tecnología y computación.
Nos despedimos y todos entraron a sus salones, a excepción de Bailey. Que se fue a la cancha en donde estaba Eddie.
El maestro de tecnología era gay a simple vista: usaba unos jeans negros con unos Tom's grises y esas típicas camisas de manga corta con estampado tipo hipster. Ah, sí: y no podía olvidar el peinado de lado que siempre cuidaba con delicadeza.
-Saquen su libreta y anoten lo siguiente.
El maestro siempre era ordenado y limpio, era algo así como la representación de los hábitos que deseaba tener pero que simplemente no podía porque soy una floja.
Él era flacucho y muy alto. Tenía unos ojos cafés claros y una piel canela clara ligeramente bronceada. Y su letra era perfecta (para ser un zurdo como yo).
Comencé a pensar sobre la venganza y lo que tenía en pendiente era convencer a mis padres con lo de los proyectos escolares, arruinar el uniforme de Jackson con Bailey y asegurarme de que todo sea perfecto. Era lo más importante.
No esperaba por ver lo de esta noche.

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Pronto agregaré miembros de reparto :)
Disfruté escribir este capitulo y también el siguiente, aunque ya vamos a las revelaciones :/
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-Michelle xx

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora