17. Heather

98 7 3
                                        

El lunes lo sentí como un sábado.
Mis padres habían ido a trabajar y yo volví a quedarme en casa. La electricidad había llegado ayer en la mañana y me había alegrado porque el tostador funcionó.
Me sentía algo triste de estar sola en la casa, podría llamar a Bailey e iniciar una fiesta a todo volumen. Pero me prometí cumplir mi poco tiempo de castigo justamente. Quería ver a Sam, pero no sé dónde vivía, o si incluso tendría tiempo de verme. Pensé que sería demasiado incómodo hablar con él después de la conversación con mi papá. Pero creo que no fue así. O al menos eso pienso yo. Talvez fue por el momento de la salida en donde nos concentramos en ser silenciosos. Entonces yo me preparé para abrir la puerta y él me besó en la mejilla, me dio las gracias y se fue.
Ahora que comenzaba a reflexionar, me enojó no tener clases. No podía ver a Bailey y menos a Sam. Supuse que Bailey estaría celebrando su estadía libre, pero por dentro se estaría muriendo por saber lo que pasó con el baile de bienvenida.
Suspiré. Ésta vez me había despertado temprano por costumbre a ir a la escuela y entonces me cepillé los dientes y bajé a la cocina a prepararme algo.
Al terminar de comer, limpié mi desorden y subí al cuarto. Estaba lloviendo un poco, lo cual hacía un aire fresco y relajante. Decidí darme un baño de agua caliente para calmar la tensión. Preparé la tina con jabón y sales y me quité los lentes.
Repetía y repetía una y otra vez lo ocurrido con Sam: las fotos, la shisha, mi beso, su beso... Él era un idiota. Pero era un buen idiota.
Nunca me había besado un chico en la mejilla por cuenta propia. Había cerrado la puerta desde ese entonces y me volví al cuarto calladamente para que luego llegara mi papá y reparara la gotera con cemento blanco.
Enserio estaba deseando estar en la escuela con mis amigos.
Desde hace el viernes que no voy porque desde ese entonces habíamos estado bebiendo y amanecimos con un dolor de cabeza terrible. Al día siguiente Sam accidentalmente se queda en mi casa a escondidas de mis padres y oye una conversación totalmente incómoda. En ese momento lo único que podía pensar era "trágame, tierra" y algo como "véte de aquí antes de que te saque a patadas".
Estaba recostada en el agua tibia con espuma en la superficie. Y pensé en todas las cosas que habían dicho sobre Sam y yo. Para ser sincera, Sam es bonito y genial. Pero creo que no me gusta. Además, pienso que no debería gustarme. Apenas lo conozco por una semana. Aunque en toda esa semana ocurrió demasiado: sangré el primer día y él me auxilió. Luego nos conocimos el segundo día y me di cuenta de que en realidad no era un amargado como pensaba. Él vino a mi casita del árbol y nos pasamos la mayoría del tiempo riendo y charlando mientras hacíamos los cromosomas. Después decido dar un paseo ligero por el coche y nos quedamos nueve horas atrapados y tomamos Polaroids y compramos chatarra para luego manejar hasta el letrero de Hollywood y embriagarnos toda la madrugada y pasar la cruda horrible mientras veíamos el video que grabé durante ese momento de felicidad alcohólica. Al día siguiente él viene a mi casa de repente y se queda durante unas pocas horas para luego yo besarlo y él devolverme el beso en la mejilla. Era totalmente extraño, cuando estoy con Sam soy muy risueña o muy amistosa. Nunca soy así con Bailey, pienso que es reacción por él mismo. Sam es un manipulador desapercibido. Nadie puede saber si exactamente están siendo manipulados por él o si simplemente tratan de agradar más. Y apuesto a que él mismo no lo sabe. Eso es algo bueno, creo.
Comencé a tratar de imaginarme a mí misma con el cabello rojo. Admití que me mis ojos me resaltarían más, pero tendré que esperarme hasta después de mi castigo.
Me levanté de la tina y me sequé con una toalla para después vestirme y abrí la llave para tirar el agua que ya no estaba tibia y salí por el pasillo y oí que el timbre de la puerta principal sonó dos veces de manera rápida. Supe que era Bailey, ella siempre toca el timbre de esa manera. Aún tenía la toalla, tratando de secar mi pelo estrujándolo con la toalla porque estaba mojando mi playera negra con flamencos. Encaminé hacia la puerta y la abrí. No me había equivocado.
Ella me sonrió y luego entró y yo cerré la puerta.

-¿qué tal?-Bailey tenía tres bolsas de marcas de ropa en cada mano. -Mira, supuse que estarías castigada, pero vine a esta hora porque tus papás no están y quiero ver cómo se te ven estos vestidos con mi imaginación de la "Heather Cabello Rojo" - ella me dio una bolsa amarilla de Forever 21 que tenía un vestido floreado con colores verdes, amarillos, rosas, azules y aquas con un fondo negro.

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora