35. Sam

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¿Por qué hice esto?
Fue por Cole, idiota.

-¿oyes eso, Fred? -el chico castaño se volteó hacia el rubio. -¿qué le vas a decir? ¡Defiéndete! Aún eres el nuevo aquí. Demuéstrame que puedes hacerlo. -él le dio un empujón al rubio que, hacía miradas pensativas para responderme.

-¿por qué no tú te vas a tu casa? Ups, perdón...Orfanato.
Y las carcajadas iniciaron.

-¿Qué te pasó eh? -dijo el otro castaño entre risas ahogadas- ¿tú mamá fue demasiado lista como para dejarte con ella?
No.

-Apuesto a que gritó del horror al verte -el rubio rió- de seguro hasta se suicidó.

-Puede que sí, ¿recuerdas al otro imbécil? - el castaño tomó aire y suspiró con elegancia- ¿Colleen?
Cole.

-¡el de hace un rato! -gritó Fred - Vaya historia.
¿Qué historia?

Los chicos rieron y comenzaron a rugir y hacer gemidos....eróticos.

-¡más fuerte....SI!

Dios, no.

-Le haces igual Clark. -rió el de ojos azules. -Lástima que no pudiste ver a tu...
¡Hey, hey! Suficiente.
Me fui contra el chico. No supe cómo terminé en el suelo con él...
Mis puños golpeaban sin piedad el rostro y abdomen del chico. Tanto que, llegué a un momento en que no logré sentir los dedos. Pero no me importó. Ignoré el dolor, como siempre.

-¡Agárralo! -gritó Fred
Yo estaba encima del castaño. Fred y Clark me tomaron forzosamente por los hombros y poco después dejaron que el castaño tuviera un rato divertido conmigo.
Abdomen, mandíbula, abdomen.

Y no sé por qué, pero siempre me consideré una persona muy resbaladiza en el sentido literal con algunas cosas.
-¡Dale fuerte, Dan!

-¡Manténganlo rígido!

-¡se mueve mucho!
Ugh.
Y sí. Me mantuvieron más rígido que nada.
Gracias, muchas gracias.
Dan se preparaba para golpearme pero en eso yo fui demasiado listo y recargué todo mi peso en los hombros de Fred y Clark. Permitiéndome sacarle un empujón enorme a Dan con mis pies, que después salió volando de espaldas metro y medio de mí.
Luego le di una gran patada a la parte trasera de la rodilla a cada uno, haciéndolos caer de boca al suelo y dejándome libre.
Corre.
Y me apresuré a llegar hacia los skateboards para luego tomar uno y dejarme correr a toda velocidad por media calle.
¿Adónde iba? No lo sé.
¿Cómo iba a safarme de ellos? Probablemente con seguir andando.

Gracias Heather, por haberme enseñado andar en skate.
Bueno, al menos lo básico...

-¡SE ESCAPA! -gritó Clark

-¡MI SKATEBOARD! -gritó Fred

-¡tras él! -gritó Dan en el fondo. Luego escuché algo como "FRED TU VAS A TENER QUE CORRER" y luego él contestó algo como "PERO USTEDES TIENEN SUS SKATEBOARDS, NO ES GRACIOSO. VOY A MATAR A ESE PENDEJO"
Avancé más y doblé por la derecha. Aún más cerca de Heather.
No podía imaginarme si ella me viera en una patineta ajena avanzando con desesperación porque tres chicos (dos en patineta, uno a pie) estaban detrás mío.
Tenía que doblar de nuevo a la derecha para dar de nuevo con el parque y de ahí....
Dejaría todo improvisado.

-¡Más rápido, Clark! -gritaba Dan.
No pensaba en voltear detrás mío. Me haría desesperar más y probablemente me haría tropezar o algo. Tenía que concentrarme en mi camino y nada más.

-¡Eso hago! -gritó en contestación- el chico es muy rápido.
Corre.
Mis piernas estaban cansadas, mi corazón latía muy rápido y tenía una sensación de adrenalina y pánico en mi pecho que me hacía morirme de miedo.
Volteé. La curiosidad de saber qué tan distanciados estaban me ganó.
Y fue la peor decisión que pude haber tomado.
¡Agh!
Me volteé rápidamente y tropecé con un bache. Luego salí volando por la banqueta.
Caí de espaldas y no podía respirar.
Luchaba por oxigenar mi cuerpo, tardé un poco y me dolió la cabeza después de eso.
Luego noté que los chicos se estaban acercando y rápidamente cerré los ojos.
Era mi única salvación.
-¡El chico está muerto! -gritó uno

-¡está convulsionando! -gritó otro

-¡EL DESGRACIADO PARTIÓ MI SKATEBOARD POR LA MITAD! -gritó...Fred.
¿Ah, sí?
Qué fuerza, Samuel.

-¡cállate! Pueden llamar a la ambulancia y nos acusará...

-¿TIENES IDEA DE CUÁNTO CUESTA UN SKATEBOARD?

-¡sí! Pero si lo encuentran aquí al lado de nosotros... vámonos.

-rápido, antes de que...
Y luego supuse que se alejaron.
Levanté un poco la cabeza y pude ver cómo corrían en dirección desconocida.
Reí y luego me levanté mientras tosía un poco. Volteé a mi derecha y vi la patineta de Fred en dos pedazos. Reí un poco más.
Creo que les di un susto... Y uno bueno.
Sacudí la tierra que tenía en mis brazos, ropa y cara.
Las raspadas me ardían y supe que estaría adolorido por mucho tiempo.

-al menos los alejaste. -me dije para animar.
Tomé la patineta (digo, los pedazos de la patineta) y me acerqué a un contenedor de basura para arrojarlo. Después encaminé a casa.
Soy huérfano. Pero sé cosas de la vida que las personas normales nunca podrán entender. Y eso es que nadie podrá entender el dolor que has pasado.

Tenía que pasar desapercibido con Ginger y los demás. En especial con Cole. Aunque no podría evitarlo ver sin pasar por medio cuarto hecho un asco.
Lo único que quería hacer era irme a bañar y tirarme en la cama para siempre.

You Are My Best Gift.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora